Command & Conquer Remastered, análisis

No hace mucho contábamos por aquí las complejidades a la hora de enfrentarse a una remasterización. ¿Hasta qué punto es Remastered y hasta qué punto es Remake? El límite es difícil de establecer, pero no cabe duda de que este Command & Conquer Remastered lleva la coletilla de manera más que correcta si nos atenemos al sentido estricto de la palabra.

Porque Command & Conquer coge todo aquello que ya funcionaba en el pasado y lo trae al presente con una mano de chapa y pintura más que curiosa. Además, y esto es lo realmente importante, no sólo se mejora apartado gráfico, sonoro o técnico (ahora entraremos a detallarlo), sino que incorpora más contenido que el juego base y spin-off. Hora de mover unidades.

Ampliar

Vuelta a los noventa

El género de la estrategia en tiempo real ha sufrido una gran evolución durante esta última década. No sólo predomina por contar con un apartado gráfico de ensueño, algo impensable en la década de los 90, sino por incorporar las suficientes novedades de peso a nivel jugable como para que se hayan cambiado los planteamientos.

Ejemplos de este tipo los tenemos a porrón, pero se viene a la cabeza lo que ha hecho Creative Assembly con su Total War (con dos planos, uno por turno y otro en tiempo real cuando se despliegan unidades en el mapa). Sin embargo, antes de que todo esto existiera, unos pocos fueron cimentando el camino, y uno de estos productos fue Command & Conquer.

Ampliar

La saga desarrollada en sus inicios por Westwood Studios supo lidiar con las complejidades técnicas a través de fáciles decisiones de diseño. Esto le granjeó una importante fama entre los jugadores, que estaban deseosos de recibir nuevo contenido cada poco tiempo. Y aquí es donde entra la primera característica de esta versión remasterizada: además de incluir el juego “base”, la colección también viene con Command & Conquer: Red Alert, las misiones que salieron para consolas (y sus cinemáticas) y las expansiones de los dos juegos. En total, más de 100 misiones de campaña, más de 250 mapas multijugador y un total de más de 50 o 60 horas sólo tirando al modo para un jugador. Ahí es nada (y se le tiene que sumar la posibilidad de incluir mods creados por la comunidad).

Esta es la primera declaración de intenciones de la remasterización, pero hay mucho más. El lavado de cara que ha sufrido el juego es bastante loable. El estudio sabía bien que conservar la estética del original no sólo era importante para el fan acérrimo, así que lo que ha hecho es mejorar el diseño de todo lo que aparece en pantalla con nuevas texturas, pero siempre respetando los signos o señas de identidad para que no parezca otro juego. Ahora bien, ¿que no te gusta lo nuevo? Pues tan fácil como pulsar la tecla de “Espacio” y el juego se vuelve al apartado gráfico primigenio en tiempo real. Así, sin más. Es una gozada poder disfrutar de la versión que más te guste en cuestión de un segundo y pulsando una tecla.

Ampliar

Todo esto viene acompañado de una resolución 4K en pantalla, de ahí que no sólo se queda en lo meramente “HD”, sino que intenta ir un paso más allá para abordar una resolución más acorde a lo actual.

Y si el apartado gráfico funciona bien, el sonoro no desentona en nada –nunca mejor dicho-. Seguro que muchos todavía recuerdan la más que sobresaliente banda sonora que tenía el título. Pues esta vuelve a la actualidad de manera remasterizada. Tal como comunicaron durante su anuncio, más de siete horas de música, con 20 pistas musicales regrabadas en directo por el compositor original, Frank Klepacki, y los Tiberian Sons, que suenan de escándalo (y también con la inclusión de listas de reproducciones).

Todo esto es lo “bueno”, pero lo malo también está presente. Una de las señas que tuvo Command & Conquer fueron esas cinemáticas de acción real grabadas por actores. Eran “peculiares” –vamos a dejarlo ahí- y le dieron cierto empaque en su momento. Ahora desencajan un poco, no lo vamos a negar, pero el problema no es ese: el trabajo de remasterización aquí no es bueno.

Ampliar

Por desgracia para los presentes, las cintas con los vídeos originales estaban ya más que trituradas. Electronic Arts las desechó por completo, en un movimiento más que pone de manifiesto la importancia de la preservación. El estudio, junto a la comunidad de fans, ha intentado reescalar la resolución y la calidad de imagen a través de un algoritmo ejecutado por una IA. El salto respecto a lo visto en el juego original es visible, pero, incluso así, la versión remasterizada sigue contando con cinemáticas borrosas. Al menos, lo han intentado.

De igual manera, también se le puede achacar que a nivel de diseño jugable algunas “cosas” quedan muy desfasadas. De hecho, a nivel de control o jugabilidad se podrían haber introducido mejoras ya presentes en los RTS actuales, intentando así acercar el estilo de juego a los jugadores más actuales (sobre todo en lo que respecta a HUD en pantalla, que aunque la interfaz ha sido mejorada, le vemos margen para crecer).