Análisis BoxBoy + BoxGirl! para Nintendo Switch. Mejor en compañía

Cuando Nintendo publicó en 3DS el primer BoxBoy allá por 2015, la compañía nipona vivía un momento complejo con Wii U; pero también un momento dulce con su portátil, donde poco a poco íbamos viendo propuestas interesantes, sólidas, originales, a través de la emergente eShop. Yasuhiro Mukae, un joven diseñador en HAL Laboratory, se enfrentaba aquí a su primer gran proyecto como director tras participar como diseñador en Kirby: Triple Deluxe. Lo suyo eran los puzles, así que era aquí donde se sentía más cómodo.

Y es aquí, en BoxBoy + BoxGirl! para Nintendo Switch, donde sentimos que la saga ha alcanzado su clímax por una razón muy sencilla: el cooperativo.

Un añadido con sentido

Si echamos la vista atrás, cuando la plataforma híbrida llegó a las tiendas, no fueron pocos quienes deseaban ver la trilogía completa de Qbby recopilada en una entrega con sus decenas (cientos) de niveles. Nintendo era consciente de ese interés y que este puzle, nunca mejor dicho, encajaba como anillo al dedo en Switch por su naturaleza híbrida, por poder jugar aquí y allí; sin embargo, faltaba algo, una limitación que tras tres entregas se mantenía adherida en 3DS. ¿Por qué jugar solos?

BoxBoy + BoxGirl! es la entrega que mejor entiende este concepto de resolución de puzles; lo hace siguiendo la misma filosofía mecánica y colaborativa que como lo hizo en su día 1-2-Switch, con el que empezamos a intercambiar Joy-Con con nuestros amigos o familiares. Compartir la experiencia, en definitiva, sin limitaciones de ningún tipo.

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No queríamos perder la oportunidad de publicar este análisis sin exprimir al máximo posible estas novedades, el modo coopeativo, porque si no podríamos terminar ahora mismo resumiendo este texto en datos: más de 270 niveles (de todas las entregas), un desafío que va in crescendo a través de la creación y empuje de bloques sumado a unos cuantos saltos. El objetivo es claro, llegar a la meta. La gracia reside no tanto en el qué sino en el cómo.

En solitario el desafío es contigo mismo, lo cual es muy satisfactorio al tener el reto autoimpuesto de que llegue el momento de decirte a ti mismo “¡Ah, claro! Era así, caray”. Cuando lo haces en compañía lo haces además con una sonrisa en la cara.

Procedimos además por la vía complicada, pidiendo a una persona que no tiene interés alguno por los videojuegos que cogiese el Joy-Con, que íbamos a resolver unos cuantos puzles. A propósito, intentamos explicar lo menos posible para comprobar si el diseño de juego de HAL Laboratory sabe transmitir sin usar el lenguaje estrictamente verbal las reglas, el funcionamiento.

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No os vamos a engañar: al principio fue difícil, quizá más que la dificultad de los propios niveles —que son eminentemente fáciles al presentar mecánicas y movimientos—. Después vino lo complicado, no se nos ocurre otra palabra para definirlo. Y llegó la cooperación. Lo que no veía uno lo veía el otro; y viceversa. Al final, llegó ese momento tan mágico donde uno dice “a ver, déjame a mí”, o “no, así no, mira”.

Otro elemento que nos gustaría reseñar es el componente rejugable de cada nivel. Aunque podamos interpretar el juego como una escalera en constante subida, donde no das pasos atrás, aquí el incentivo de conseguir la mejor puntuación posible funciona. Si tras la primera compleción con éxito usaste seis cajas, ahora quieres hacerlo con cuatro. O con tres. Porque estás convencido de que puedes completarlo usando menos herramientas, en menos tiempo.

La historia que nos cuenta BoxBoy + BoxGirl! no es compleja, no tiene líneas de diálogo, no es candidata a nada. Lo que es de facto es una historia que todos hemos vivido, porque de mayor o menor medida todos pertenecemos a una familia. Que Qbby conozca el amor en directo, durante la partida, es tierno, pero no pegajoso. Que haya un romance es natural, porque ese contacto que se produce en las partidas es el producto de una relación real. Están ahí, están juntos y, sobre todo, quieren estar juntos. Las historias que se producen en la pantalla se transmiten fuera de la pantalla, especialmente si lo juegas con alguien con quien el cariño sea recíproco. Esa forma de narrarlo, de presentar al resto de personajes, utiliza un lenguaje universal.

BoxBoy + BoxGirl! te da 270 niveles para jugar, pero realmente ofrece mucho más que eso.

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Recomendamos, por ello, descargar la demo ya disponible desde la eShop de Nintendo Switch y comprobar si está hecho o no para vosotros, pero si tuviésemos que recomendar una sola entrega y una sola plataforma para conocer la saga, sin duda la elección sería ésta.

Hemos analizado BoxBoy + BoxGirl! utilizando un código suministrado por Nintendo Ibérica para Nintendo Switch.