Rescata tus disquetes: llega una actualización sorpresa de “limpieza” para los pocos disquetes en funcionamiento
El antiguo soporte magnético recibe mantenimiento en Linux tras tres años, pese a su casi total desaparición.
En plena era de la nube y del almacenamiento en terabytes, los disquetes siguen resistiendo. La noticia de que Linux acaba de recibir una actualización para su controlador de disquetes, tres años después del último parche importante, ha sorprendido tanto a nostálgicos como a expertos en tecnología.
El cambio, escrito por Andy Shevchenko, ingeniero de Intel, no incorpora nuevas funciones. Más bien se trata de lo que él mismo define como una “limpieza”: una revisión interna que hace al código más claro y sencillo de mantener para los desarrolladores. Una decisión que llama la atención en un mundo en el que muchos dispositivos modernos apenas reciben soporte durante unos pocos años.
Disquetes, aún en uso
Aunque obsoletos para el consumidor promedio, los disquetes siguen siendo parte de operaciones críticas. El Control de Tráfico Aéreo en Estados Unidos aún utiliza discos de 1,44 MB, mientras que la Autoridad de Tránsito de San Francisco planea invertir 212 millones de dólares para eliminar este tipo de almacenamiento antes de 2027. Incluso aerolíneas continúan recurriendo a ellos para actualizar sistemas de a bordo en sus aeronaves.
Hasta hace poco, la relevancia de este medio llegaba incluso al ámbito militar: las fuerzas nucleares estadounidenses dependían de disquetes, debido a que los ordenadores que gestionaban estas operaciones databan de los años setenta. Si bien ya se implementó una solución alternativa, las máquinas base siguen siendo de esa época.
El disquete no solo tiene valor histórico: en su día supuso un salto tecnológico frente a las tarjetas perforadas. IBM introdujo en 1971 la primera computadora con unidad de disquete, capaz de almacenar poco más de 0,24 MB en un soporte de más de 20 centímetros. Esa capacidad equivalía a unas 3.000 tarjetas perforadas, lo que lo convirtió en un hito de eficiencia y practicidad.
Más allá de su función, el disquete ha trascendido como icono cultural. Su imagen se consolidó como símbolo universal de “Guardar” en múltiples programas, un vestigio que aún se mantiene visible en suites como Microsoft Office.
Nostalgia sonora
El encanto del disquete no radica únicamente en su aspecto: su característico zumbido mecánico forma parte de la memoria auditiva de toda una generación. Con creatividad, algunos entusiastas incluso han convertido ese sonido en instrumento musical, fusionando lo retro con lo artístico.
La actualización en Linux no implica un regreso del disquete, pero sí evidencia la vigencia que todavía mantiene en sectores donde la transición tecnológica es compleja o costosa. Una pieza de hardware de 1969, 22 años más antigua que el propio kernel de Linux, sigue reclamando su espacio. Y, aunque cada vez más arrinconados, los disquetes aún encuentran maneras de girar, literal y metafóricamente, en pleno 2025.
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