Análisis de los Turtle Beach Stealth 700 (Gen 3), ergonomía y sonido hacen fuerza para una opción fantástica

La compañía Turtle Beach sigue empeñada en mantenerse en la élite del sonido, también más allá del gaming, y con la tercera generación de su gama Stealth 700 multiplataforma con doble transmisor, siendo también una alternativa para escuchar nuestro smartphone o cualquier otro dispositivo con bluetooth. Aunque entra por los ojos gracias a su diseño sobrio, algo de lo que ya presumía el modelo de la anterior generación, no es sin embargo su aspecto más destacado, y es que hay que empezar hablando obligatoriamente de la demencial duración de su batería.

Y es que esta cuenta con la friolera de 80 horas de autonomía, haciendo extremadamente difícil que nos dejen tirados en nuestras sesiones de juego, con independencia de la duración de estas. Evidentemente esta dependerá del volumen y otros aspectos, pero en el peor de los casos, hablamos de una cifra verdaderamente alta. Pero como decíamos, la sobriedad de sus colores, con eminencia del negro con detalles grises, los hacen también perfectos para llevar por la calle o en el transporte público, ya que a pesar de su tamaño son excepcionalmente ligeros.

Tanto ese diseño como los materiales utilizados los hacen también extraordinariamente ergonómicos. El generoso acolchado de la diadema lo es igualmente en los auriculares en sí, a lo que hay que sumar una tela muy suave que por supuesto no solo no provoca excesivos roces en la piel, sino que además evita cualquier tipo de incremento del calor o incluso sudoración. Así, mantiene un contacto mínimo con la zona alrededor de las orejas, las cuales quedan completamente libres dentro del propio auricular, sin que eso vaya en detrimento de la aislación de sonidos externos. Esta comodidad no se ve perjudicada de ninguna manera por el uso de gafas, como ha sido en nuestro caso, con una flexibilidad en la diadema más que suficiente para cualquier tamaño de cabeza, forma, etc...

La posición de los botones es en general eficaz, donde la regulación del volumen queda perfectamente acoplado a nuestros pulgares si agarramos los auriculares con ambas manos. Sin embargo, tardaremos un poco de tiempo en encontrar el resto de funciones de manera más intuitiva más por la cantidad de características de este dispositivo que por su mala situación. Pocas pegas se le puede sacar también a su micrófono abatible, capaz de mutearse de manera automática cuando lo recogemos, y que da una calidad más que suficiente para las sesiones de juego, aunque no llegue a un estándar de calidad más alto que pueden requerir otras funciones como videollamadas o similar.

Pero estamos aquí para hablar, sobre todo del sonido. La experiencia con videojuegos ha sido excepcional, habiendo sido puestos a prueba con simuladores deportivos, juegos donde el doblaje y las interpretaciones juegan un papel importante, y por supuesto, juegos de acción y aquellos con un diseño de sonido especialmente brillante, como puede ser Alien Isolation u otros juegos de terror. Rayan a un gran nivel igualmente a la hora de ver películas, escuchar podcasts a través del teléfono móvil o escuchar música, con especial brillo para los graves y la percusión, sintiéndose como si tuviéramos a Dave Grohl dándole a la baqueta justo al lado.

Conclusiones

A lo largo de las líneas anteriores hemos resaltado la duración de la batería de esta tercera generación de los Stealth 700, aunque hay modelos que pueden alcanzar cifras superiores. También lo hemos hecho de su ergonomía y comodidad, completamente extraordinarias y probablemente en la élite del entorno gaming gracias a un diseño sobrio y materiales premium. Por ello puede parecer que dejamos el sonido en un segundo plano, cuando al fin y al cabo, y como no podía ser de otro modo, es lo más importante. Cuando entra está a la misma altura que el resto de aspectos de estos auriculares, independientemente del uso que le demos por mucho que estén básicamente centrados en videojuegos: películas, música... Todo ello teniendo en cuenta que con un diseño abierto son capaces de ofrecer un aislamiento de ruidos y sonidos externos más que solvente. Sus 199,99 euros no son los suficientemente excesivos para acercarlos al precio de los auriculares más lujosos que pueden llegar a doblar esa cantidad, pero sus prestaciones sí son capaces de mantenerlos con firmeza en el top de una gama media-alta.

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