Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon, impresiones. Prometedora aventura

Los fans de la Bruja de Umbra están de enhorabuena. Tras materializarse la tercera entrega en 2022, Platinum Games continúa su apoyo a la licencia con un título que dispara directo a la comunidad, hacia aquellos que arden en deseos de conocer dónde y de qué manera se fraguó la gran imagen de marca para el estudio.

De esta manera llega a Nintendo Switch Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon, un simpático spin-off a modo de precuela que da un giro de vuelta a la fórmula hack and slash vista en las entregas principales. En MeriStation ya hemos podido jugar varias horas a la versión final; un camino hasta el capítulo 5 que nos deja algunas cosas claras de cara al análisis.

Cheshire y Cereza, una aventura a dos sticks

Ya lo sabíamos antes de ponernos a los mandos, pero la sorpresa impacta con más intensidad al comprobarlo de primera mano. Cereza está acompañada en todo momento por su inseparable muñeco de trapo, que por cuestiones que no desvelaremos puede tomar la forma de un enorme demonio. Actúa de protector, de escudo frente a las hordas de hadas que querrán detener a la inocente Cereza.

Esta joven Bayonetta tiene algunas similitudes con la bruja que conocimos pistolas en ristre. Es atrevida, tenaz. Tiene dudas al principio por ser la primera experiencia real que tiene en combate, pero con la compañía de Cheshire se atreve a poner en práctica sus primeros movimientos con las artes oscuras. Una vez se establecen las reglas de ambos personajes, el título pone en práctica su principal mecánica: es una aventura de dos y a dos sticks.

Con el Joy-Con izquierdo controlamos a Cereza, mientras que con el Joy-Con derecho haremos lo propio con Cheshire. Tras la presentación de las mecánicas, encontramos que el juego nos pone a prueba constantemente. Estos pequeños retos pueden parecer algo simples, como abrir rutas en lugares donde solo puede entrar un personaje, o abordar una situación de combate contra enemigos básicos. Ese entrenamiento es clave para que llegados al capítulo 5, la meta de este avance, ya podamos superar los obstáculos controlándolos a la vez con soltura.

No nos parece que el movimiento sea lioso, como ha ocurrido en otros proyectos en los que se utiliza este esquema de doble stick. Hay suficientemente margen para masajear nuestro cerebro y entender qué es lo que requiere la acción en cada momento. Al igual que cada personaje tiene su palanca de acción, también tienen un rol fijo a desempeñar que se traslada a todos los niveles.

En esta franja de la aventura, Cereza es la encargada de atrapar a los enemigos con su movimiento de bridas espinosas. Esta pequeña pincelada de las artes oscuras le permite a su compañero, Cheshire, asestar golpes contundentes sin oposición. A medida que avanzamos nos encontramos nuevos arquetipos que alteran un poco este procedimiento. Por ejemplo, aparecen hadas con enormes escudos en los que Cheshire debe utilizar su lengua para quitárselo.

Esa lengua forma parte del primer elemento desbloqueado. Y es que buena parte de su progreso está ligado al desbloqueo de variantes que le suman habilidades únicas. Por ejemplo, la primera que conseguimos es el elemento planta; si encontramos enemigos o obstáculos del mismo tipo, podemos cambiarlo al vuelo con solo un botón. Esperamos que esta mecánica tome peso en los siguientes capítulos, y es que su introducción aporta frescura a la combinación inicial. Además de los elementos de Cheshire, tanto el demonio como Cereza cuentan con árboles de habilidad que podremos desbloquear al invertir un tipo de objeto que recogemos del escenario.

El cuento de hadas más oscuro... y bonito

La presentación no deja lugar a dudas. Dejamos a un lado el aspecto realista de la rama principal para entrar de lleno en una fantasía repleta de color. Transmite realmente bien el estar frente a un cuento de hadas interactivo. Platinum Games utiliza una solución de cámaras fijas tanto en la exploración como en combate. Al no tener un stick dedicado a controlarla, esto les permite incluso aportar identidad a un título que atrapa con solo echar una mirada.

En el modelo OLED de Nintendo Switch se come la pantalla. La viveza del panel le sienta como anillo al dedo. La imagen aparece nítida, y da un mejor feedback de la imagen frente a la evidente bajada de resolución en modo dock. Por el momento no hemos apreciado caídas notorias en rendimiento en ninguno de los dos modos de juego.

El diseño de niveles se mantiene en la media. Observamos que poco a poco el backtracking va tomando sentido, aunque no podemos hablar en específico de los motivos que te llevan a explorar los mapas al completo. Lo que sí podemos desvelar es la presencia de los Tír na nÓg, secciones concretas que giran alrededor de un rompecabezas y que al solucionarlo permiten avanzar en el mundo. Ahí debemos poner en práctica todo lo aprendido alrededor del combate y el control a dos sticks.

Prometedor inicio

Los primeros compases de Bayonetta Origins: Cereza and the Lost Demon nos animan a querer profundizar en la aventura. Encontramos multitud de elementos que todavía aparecen sin descubrir. Queremos que el combate tenga algo más de miga y se aprovechen las capacidades mágicas de Cereza, más allá de dar ese apoyo tan concreto a su compañero. Recuerda que el título debutará el próximo 17 de marzo en exclusiva para Nintendo Switch.