Stray
- PlataformaPC8.5PS48.5XBOPS58.5XBSNSW7.5
- GéneroAcción, Aventura
- DesarrolladorBlue Twelve Studio
- Lanzamiento19/07/2022 (PC, PS4, PS5)10/08/2023 (XBO, XBS)19/11/2024 (NSW)
- TextoEspañol
- EditorAnnapurna Interactive
Review
Análisis de Stray en Nintendo Switch, el cielo es de los gatos y esta estrella sigue brillando con especial fuerza
Tras la exclusividad temporal de PlayStation en 2022 y llegar a Xbox en 2023, ”el juego del gato” completa su ciclo en consolas con su estreno en Switch.
En 2022, Stray, el juego de Blue Twelve Studios, se estrenaba en consolas PlayStation y se utilizaba como gancho al introducirlo en el Plus, el servicio de suscripción de Sony. Distribuido por la exquisita gente de Annapurna y habiéndose metido al público en el bolsillo desde su mismo tráiler de anuncio en 2020, “el juego del gato”, como pronto se denominó, ya solo aspiraba a cumplir el examen de la crítica en su llegada al mercado.
Y todo encajó en su sitio con un notable alto. El éxito a varios niveles allanó el desembarco, un año después, en verano de 2023, en consolas Xbox. Aunque sin romper los tiempos que parecen marcados, no se nos va la sensación de que ha tardado en cerrarse el círculo con el reciente lanzamiento en Switch, con otro año de espera mediante. ¿Sigue intacto el atractivo de esta propuesta gatuna? ¿Funciona en la híbrida de Nintendo igual de bien que en las potentes consolas de sobremesa actuales? Desvelamos estos y otros misterios en las siguientes líneas.
Buscando la libertad del desarrollo indie
El desarrollo de Stray, permitidnos el chiste, cayó de pie como un gato desde el principio. Colas Koola y Vivien Mermet-Guyenet, fundadores del estudio independiente BlueTwelve Studio, venían del desarrollo Triple A en Ubisoft. De vez en cuando, el gigante francés ha dado rienda suelta a su gente para, suponemos, airear el ambiente tras los largos, subyugantes y agotadores tiempos que se llevan por delante las superproducciones. De esa política de actuación han salido, por ejemplo, pequeñas maravillas como Child of Light y Valiant Hearts.
No debió ser suficiente para retener el talento de Colas y Vivien, que en 2015 se tiraron a la piscina montando un pequeño estudio, sin saber si había agua dentro. Y vaya si la había. La actualmente prestigiosa Annapurna, en 2016, antes siquiera de distribuir su primer juego, ya puso el ojo sobre el proyecto que terminaría siendo Stray. Así, con apoyo financiero y consejos acertados, BlueTwelve Studio pudo crecer en ambición y número de integrantes. Lo hizo de forma muy controlada, para no perder ese espíritu indie de intimidad, conexión y comunicación directa entre personas tan ajeno en los desmesurados equipos de las grandes compañías.
La ciudad de la oscuridad
Una de las principales influencias de Stray fue la centenaria ciudad amurallada de Kowloon. Este asentamiento hongkonés, que pasó por manos chinas, inglesas e incluso japonesas, llegó a estar altamente poblado y a subsistir sin gobierno, lo que aseguraba el reinado de la delincuencia y el caos. Con tal simbolismo a cuestas, la ciudad terminó de demolerse en 1994, dejando en pie solo alguna construcción como amargo recuerdo.
Y las ciudades son muy importantes en Stray, aunque, en contra de lo que dicen los propios desarrolladores, que hablan de ciberpunk o del peso de películas como ‘Blade Runner’, estas parecen más favelas construidas de deshechos. El neón no puede disimular la sucia chapa que a duras penas se muestra bajo la basura. Todo se acumula llenando cada rincón de objetos inservibles, y sabes que no encontrarás coches voladores sobrevolando un skyline diseñado de forma azarosa, sino la visión más precaria de las urbes del siglo XX, sus chavolas, sus barrios periféricos abandonados a su suerte.
La apuesta segura de poner un gato de protagonista
Nuestro protagonista gatuno llega por accidente a la primera ciudad para sacar partido de su quejumbrosa arquitectura. El salto automático nos hace pronto explorar las azoteas en una verticalidad que más tarde se dejará de lado. El salto automático, aunque molesto por la tecla a pulsar que se hace visible en cada recodo, escalón u oxidado aparato de aire acondicionado, casa con la seguridad con la que se mueven los gatos en las alturas.
Los elegantes movimientos de los que hacemos gala no provienen de la mera observación del mundo felino por parte de los desarrolladores. Hay aquí más convivencia que fría documentación. Rascar en alfombras, lavarse con las patas delanteras, echarse la siesta en el lugar más inesperado, tirar cosas por el mero placer de hacerlo... las acciones que amamos y detestamos de nuestras queridas mascotas peludas, se integran en la jugabilidad para servir para algo de provecho solo a veces. Como en la vida misma, vaya, dominada muchas veces por la casualidad más que por el destino.
La historia y la histeria. La Humanidad en estado puro y los que vinieron tras ella
Cala hasta los huesos lo que nos cuentan en Stray. Y eso que encontramos un poco lo de siempre, esa raza humana extinta, aquí por una pandemia, con un apocalipsis aderezado, por supuesto, por las multinacionales de lo innecesario y las grandes corporaciones del tedio. Marcan, sin embargo, la diferencia, aquellos que heredaron la Tierra tras nosotros, no porque sean robots, sino por cómo han interpretado su existencia.
Estos seres destartalados se creen la evolución natural de los que estuvieron antes que ellos. No hay rencor ni pensamiento crítico sobre lo que ocurrió antaño. Simplemente se ha tomado el relevo, se han mimetizado las costumbres, la fe en a saber qué, incluso se han calcado los sentimientos.
Y en su inocencia, son ellos mejores que nosotros. No les ha dado tiempo a aprender a odiarse, así que la vida transcurre serena, entre rezos, borracheras simuladas en el bar, hijos ficticios que buscan a sus padres ficticios, y casas abarrotadas de recuerdos.
Stray y la bella y cálida decadencia
Los interiores son hogares de pleno derecho que expresan vida más allá de lo sintético. Con sus monitores de tubo amontonados, viejos libros que se alzan hasta el techo como retorcidas y forzadas columnas y fotos de robots posando en amigable compañía en algún feliz momento del pasado.
Aun habiendo perdido definición y robustez de fps por el camino, Stray mantiene de manera sorpresiva en Switch algo que podríamos considerar igualmente importante: su tono general, su ambiente. Naranjas, amarillos, rojos, los colores puros mantienen aquí su fuerza e intensidad ejerciendo de pegamento estilístico. La brillante banda sonora de Yann van der Cruyssen, sintética y a la vez cálida, termina de dar empaque a esta pequeña delicia.
Por último, simplemente comentaros que hay un elemento melancólico que irrumpe con fuerza desde el principio en este mar en calma. No contaremos más, pero la dimensión que va adquiriendo dicho elemento crecerá hasta estrujaros un poquito el corazón en los compases finales. Porque el gato, en su protagonismo, no es más que un mero instrumento para que esa caverna de Platón despeje su firmamento de mentira, y deje respirar al verdadero cielo estrellado que se oculta tras él.
Conclusión
Stray es una buena conversión de una de las joyitas indie más llamativas de los últimos tiempos. Como era de esperar, en Switch pierde definición y robustez de fps con respecto a las consolas grandes, pero consigue mantener el ambiente de colores saturados que tanta personalidad transmite desde aquellos tráileres iniciales hace ya varios años. La música de Yann van der Cruyssen es sintética pero cálida a la vez. Un trabajo excepcional del que fuera compositor de aquel proyecto español imposible, 'El cosmonauta'. Afortunadamente, todo ha salido aquí mejor que allí. El mensaje del juego es profundo sin caer en la perorata condescendiente, y consigue recalar en el corazón porque lo gana poco a poco con humildad, sinceridad y verdad. No sientes nunca que te están contando un falso cuento, sino la triste crónica de un posible futuro.
Lo mejor
- Un buen port de un juego que le sienta de miedo a Switch.
- Su dirección artísitca y su paleta de colores saturados.
- La excepcional bso de Yann van der Cruyssen.
- La historia y los personajes que la habitan.
Lo peor
- El frame rate rasca un poquito.
- Se ha perdido algo de pelaje en la conversión.
- Su navegación por los escenarios es contradictoria: ausencida de hud pero sobredosis del mismo icono
Este análisis ha sido realizado con un código proporcionado por la editora.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.