Análisis de Naruto x Boruto: Ultimate Ninja Storm Connections, relleno de la peor clase

Ya hemos perdido la cuenta de cuántos Naruto: Ultimate Ninja Storm han salido hasta la fecha. ¿Contamos la trilogy? ¿Y las versiones intermedias como generations, full burst y revolution? ¿Se incluyen en la suma los juegos de la saga antes de la coletilla Storm? Es igual. En el fondo, el problema no es que haya cinco, diez, veinte o doscientos. La cuestión es que todos se sienten como si fueran el mismo juego. Y cuando llevas 10 años (como poco) con esa misma sensación, lo cierto es que pesa, pesa un montón. Añoramos la época en la que los Ultimate Ninja (porque de verdad que no es nada contra ellos) convivían con los Clash of Ninja de Gamecube y Wii, con los Naruto Council de DS y con los experimentos de Ubisoft en Xbox 360 (Rise of a Ninja y The Broken Bond).

La gota que colma el baso

Sabemos que Bandai Namco y CyberConnect2 no tienen la culpa de haberse llevado el gato al agua con la licencia, pero sí son responsables de su acomodo y falta de ideas, atrevimiento y hasta de ganas de explotarla de formas distintas y más variadas. Porque hoy nos encontramos frente a Naruto x Boruto: Ultimate Ninja Storm Connections y al cabo de un par de horas, tras probar los nuevos personajes y el modo historia de Boruto, lo que nos invade vuelve a ser el tedio. Porque esto ya lo hemos jugado. Porque hay más tijeretazos que añadidos. Porque podría ser un DLC y sale a precio de oro.

No es que nos hayamos cansado de visitar Konoha. Planeta Cómic acaba de anunciar una nueva edición del manga de Naruto y ha sido conocerla y empezar a ahorrar para la misma. De lo que estamos cansados es de otra entrega idéntica a las anteriores que se vende como el homenaje definitivo a la saga cuando en realidad dista mucho de estar a la altura de Kishimoto y su Séptimo Hokage. Encima llevábamos ocho años esperando un nuevo juego de la franquicia y lo que nos llega es un corta y pega a todas luces decepcionante. Es hora de un Ultimate Ninja Storm centrado única y exclusivamente en Boruto como antesala a un adiós definitivo. Basta de reciclar. Basta. La voluntad del fuego debe pasar a otra generación.

Recortes de contenido inexplicables

Lo más sangrante de esta edición son los recortes de un modo historia que se acaba en dos tardes y resulta más insulso que nunca. Cinemática, combate, cinemática, combate. Adiós a cualquier atisbo de aquellos niveles abiertos en los que explorábamos y recorríamos Konoha, el País del Fuego y demás escenarios. Encima estamos siendo generosos al usar la palabra “cinemática”. Las había en los anteriores, pero en este son imágenes estáticas del anime con la voz de un narrador por encima. Resúmenes exprés de los acontecimientos que ni emocionarán a los fans de la serie ni permitirán enterarse de nada a los recién llegados. Parecen los esquemas previos a un examen.

Por si fuera poco, no se han caído solo las fases de exploración y las cinemáticas, sino también los combates. Han desaparecido peleas muy importantes. La batalla entre Tsunade y Orochimaru del primero, los encuentros originales con Akatsuki que salían en el segundo (el Gaara contra Deidara y Sakura versus Sasori), momentazos del tercero como el duelo entre los Cinco Kages y Madara o, por terminar con los ejemplos (porque hay muchos más), el estupendo arco del pasado de Obito en Ultimate Ninja Storm 4. Teniendo en cuenta que la mayor parte de las presentes han sido extraídas directamente de las entregas previas (tienen hasta los mismos quick time events), no entendemos por qué no dejarlo todo. Es inexplicable que desaparezca contenido.

En lo que a nuevo contenido se refiere, apenas contamos con 10 personajes extra (y tres de ellos son versiones inéditas de Naruto, Sasuke y Boruto, de los que ya teníamos once, trece y cuatro formas previas respectivamente). Todos proceden de Boruto, por lo que deberemos seguir esperando por nombres como Kurenai, Zetsu o Anko. Y aunque de la propia Boruto sigue habiendo ausencias notorias (Borushiki y Kawashiki, la versión adulta de Konohamaru, etc), intuimos que los cuatro DLC del pase de temporada tendrán algo que decir a ello.

En cualquier caso, se agradece poder jugar de una vez con Kawaki o Koji Kashin. Delta está aún más overpowered que en nuestras fantasías y la puesta en escena personajes como Ashura han resultado una agradable sorpresa (parece salido de un juego de Dragon Ball más que de Naruto). Aquí os dejamos la lista completa:

Los 10 nuevos personajes de Naruto x Boruto: Ultimate Ninja Storm Connections

Con ellos, la cifra total de luchadores de Naruto x Boruto: Ultimate Ninja Storm Connections se dispara por encima de los 130 (87 con varias formas). Es muy difícil que vayamos a ver algo igual en el futuro. Es histórico, como lo de Super Smash Bros. Ultimate (89 luchadores) y lo de Dragon Ball Z Budokai Tenkaichi 3, el cual estableció el récord del género de lucha con 98 personajes (con 161 versiones en total). Se trata de la gran fortaleza del juego y de un sueño hecho realidad para los fans de la serie.

Una historia de relleno

El otro gran añadido de esta entrega ha sido una historia especial protagonizada por Boruto y sus compañeros. Está escrita por el propio Masashi Kishimoto, pero lo cierto es que parece más propia de los albores del manga, de cuando era Ukyō Kodachi quien estaba a los mandos. Es un relato totalmente ajeno al canon y aunque empieza fuerte (con un espectacular Sasuke vs Kurama), después es relleno de la peor clase. A grandes rasgos, Boruto se sumerge en un juego de realidad virtual que tiene maléficas intenciones detrás y deberá echar por la borda las mismas junto a Sarada, Shikadai y el resto de ninjas.

La excusa de que todo pasa dentro de un juego sirve para que ni siquiera tengamos que usar a los personajes de Boruto en las peleas. Al ser un juego de VR, antes de cada combate podemos seleccionar al luchador que se nos antoje, lo que os habla de la poca importancia del relato. Al menos en este sí tenemos secuencias generadas con el motor gráfico, todo es nuevo y se aprecia esfuerzo y trabajo detrás de las 6 horas que dura. Queremos algo así, pero que cubra el canon del manga y añada las fases de exploración de toda la vida.

Lo mejor del juego: contenidos y accesibilidad

Por lo demás, Naruto x Boruto: Ultimate Ninja Storm Connections cuenta con las mismas bondades (y defectos) que el resto de la saga. Empecemos por las primeras, por los puntos a favor. El más evidente es la ingente cantidad de contenidos que trae. Porque al margen de esa mareante cifra de personajes, también cuenta con decenas de escenarios, funciones y modos. Duelo, supervivencia, torneo, liga, entrenamiento... Hay material para aburrir y a nivel offline no tiene prácticamente rival. Es una maravilla. Hasta ha vuelto la opción de personalizar a los luchadores, desaparecida en la cuarta entrega.

En segundo lugar está la cantidad de matices y retoques jugables efectuados. Se ha escuchado a la comunidad y se han introducido pequeños cambios que sólo apreciarán los más veteranos, pero precisamente por eso agradecemos que se cuiden. Los jutsus por luchador y combinados, la velocidad de regeneración de chakra y el reseteo de salud, los bloqueos y cambiazos... Lo notamos un pelín más veloz de tempo y más pulido que nunca.

Y por último, lo accesible de su propuesta. Siempre ha pecado un poco de machacabotones y de no alcanzar los niveles de profundidad y exigencia técnica de Arc System Works, pero a cambio cualquiera puede ponerse con él y engancharse y sentirse válido tras un par de combates. Naruto x Boruto lleva esto al límite con un nuevo tipo de control que, sin ser como el esquema de dos botones de Fifa, sí que les facilitará mucho la vida a los que no hayan tocado un mando en su vida. Aunque claro, lo que tiene de accesible y simplón lo tiene de poco válido para el competitivo.

Y lo peor: online y apartado audiovisual

También se repiten los defectos habituales. El más grave, un matchmaking online desangelado en el cual es tan difícil dar con una partida fluida y equilibrada como despertar el sharingan sin pertenecer al clan Uchiha. Nosotros hemos experimentado continuos problemas de conexión y una paliza tras otra (a favor y en contra). Es una lástima dado lo currado del sistema de rangos y personalización.

El otro apartado negativo de siempre es el audiovisual. Sigue teniendo momentos espectaculares y en general estamos ante un producto colorido, vistoso y fiel que refleja bien el anime (nunca renegaremos del cel shading), pero cuantos más años y entregas pasan, menos impresiona. A estas alturas no se aprovecha en absoluto el potencial de las nuevas plataformas más que para los tiempos de carga. Creemos que vamos mereciendo un Naruto de nueva generación.

Pero lo que peor regusto deja es sin duda el hecho de que la banda sonora no traiga los mitiquísimos temas oficiales de la serie. Las melodías con las que viene dan el tipo, pero es imposible no indignarse ante el hecho de que este cambio no es por un tema de derechos, sino porque para escuchar las canciones del anime debemos pasar por caja. Un DLC que duele como una puñalada.