Halloween: El Final, crítica. Un último enfrentamiento entre Laurie Strode y Michael Myers
La película cierra la nueva trilogía dirigida por David Gordon Green, que también sirve como desenlace para la historia de Laurie Strode.
La culpa, el resentimiento y las heridas del pasado pesan como una dura losa sobre los hombros de Laurie Strode, el personaje que interpreta la siempre fantástica Jamie Lee Curtis. Revive los recuerdos de 40 años de lucha contra Michael Myers, el asesino en serie que sembró el terror en el pueblo durante años. Tras La Noche de Halloween y Halloween Kills, Halloween: El Final perfila el desenlace de la nueva trilogía a cargo de David Gordon Green: una lucha final en la que solo puede quedar uno.
Laurie Strode está cansada de tener miedo. Quiere dejar atrás su pasado y comenzar a disfrutar del presente. Después de la desaparición de Myers, la superviviente convive con su nieta Allyson (Andi Matichak), que también ha padecido las consecuencias de su parentesco con Strode. Resulta doloroso que muchos vecinos culpen a Laurie de traer la desgracia al pueblo, cuando en realidad ha sido la víctima desde el principio. Se traza cierto paralelismo con el mundo real, como cuando en casos de violencia de género se culpabiliza a la mujer injustamente.
Michael Myers... ¿no es el que era?
La película arranca con una extraordinaria secuencia introductoria que sirve para presentar al personaje de Corey Cunningham (Rohan Campbell). Era un muchacho normal y corriente hasta que ocurrió el accidente, por el que fue acusado y finalmente absuelto. Aun así, el joven arrastra el peso de la culpa y es objeto de burlas y de ataques. En cierto modo, la propia Laurie se ve identificada con él al principio, pero la evolución de ambos personajes es completamente distinta.
Corey recorre un camino oscuro que lo conduce hasta Michael Myers, que inexplicablemente ha perdido toda su energía. El filme no deja claro por qué ha dejado de matar, por qué se esconde en las alcantarillas. El asesino se alimenta de las muertes, así que designa al chico como sucesor, aunque no porque este le importe un comino. Lo utiliza como un objeto con un fin muy concreto: regresar para acabar con Laurie Strode.
Quizá peque de conservador, pero en Halloween: El Final esperaba ver muchas muertes perpetradas por Myers. En su lugar, es un torpe Corey el que se encarga de diezmar a la población del pueblo, que una vez más vive un Halloween de infierno. Sea como fuere, la espera merece la pena, ya que Laurie Store y Michael Myers se ven las caras por última vez. El resultado es un enfrentamiento a muerte duro, sangriento y brutal, que puede liberar a la víctima de años y años de dudas y desprecios.
Halloween El Final no es el mejor slasher ni la mejor película de la saga, pero sí que logra plasmar en pantalla un desenlace satisfactorio para el adiós de Jamie Lee Curtis como la mítica Laurie.
El mal nunca muere del todo, se abre camino en algunas personas y las consume...