Netflix cancela la continuidad de la serie Resident Evil

Es algo habitual en estos tiempos que las series, planificadas con el deseo de durar, se queden en la cuneta en su primer intento. Aunque HBO Max está dando disgustos día sí, día no tras su fusión con Discovery, es Netflix la que se lleva la palma en este tipo de acciones. La plataforma de streaming no se corta un pelo a la hora de eliminar lo que no cumple minimamente con los objetivos. Y hay veces que duele, aunque en esta ocasión creo que estaremos de acuerdo en que no tanto. Veamos qué ha ocurrido.

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Resident Evil, la serie que se convirtió en un muerto viviente

La última damnificada es la serie en imagen real de Resident Evil, que no tendrá continuación en una segunda temporada, según informa Deadline en exclusiva. Netflix ya había tanteado el terreno con la serie Resident Evil: Infinite Darkness, cercana a lo que se había visto hasta ahora en animación y fiel al material original. Y esta ha sido una de las mayores quejas del público al respecto de la serie live-action: su lejanía del videojuego.

Y es que las malas críticas no tardaron en llegar. Si bien el tráiler de avance prometía satisfacción, con unos solventes efectos CGI y el tono urgente de 28 días después, la realidad fue muy distinta. Resultó ser una de esas series basadas en famosas franquicias que si les cambias el nombre podrían colar por otra cosa. Salvo los nombres (propios y de lugares) y guiños directos como los lickers y el asesino de la motosierra, el resto se sentía muy alejado del espíritu original.

Con un debut en el número 2 de lo más visto en Netflix, con 72,7 millones de horas vistas, las dos semanas siguientes fueron en caída libre. Tal vez una de las causas fuera el efecto boca/oreja. Las redes sociales ardían a la vez que se llenaban de memes (el del bailecito con canción de Dua Lipa es antológico), y Rotten Tomatoes recogía una puntuación de 55% en la crítica y un más demoledor aún 27% en la audiencia. El público había dictado sentencia.

Fuente I Deadline