Horizon Forbidden West: un amplio abanico de imponentes máquinas enemigas

El mundo postapocalíptico de Horizon Forbidden West no está habitado por Zombies ni por criaturas mutadas, sino por grandes y variadas máquinas metálicas con formas de animales que acechan a los supervivientes humanos. En esta secuela esperamos enfrentarnos a todavía más adversarios, diversos e imponentes en tamaño y desafío de combate. Por ello, y con tal de prepararnos para la recta final antes del lanzamiento del juego el 18 de febrero en consolas PlayStation 4 y 5, hacemos un repaso a todo lo que sabemos en relación a estas máquinas que encontraremos campando a sus anchas por el amplio mundo abierto diseñado por Guerrilla Games.

Criaturas con forma metálica conocidas y por conocer

En Horizon Zero Dawn Aloy tuvo que enfrentarse a un amplio abanico de adversarios durante el transcurso de su gran aventura. Desde pequeñas criaturas llamadas Vigías (una especie de pequeños terópodos que suelen patrullar en manada) hasta poderosos Chascafauces, unos grandes cocodrilos metálicos creados para purificar el agua antes de volverse locos y cambiar su función pacífica a una letal. Esperamos encontrarnos de nuevo con ambas especies, ya que la primera era una de las que Aloy podía hackear para domar y así usar de montura, algo de agradecer para recortar distancias en un amplio mundo como es el que ha creado Guerrilla tanto para el original como para esta secuela (todavía más grande). En cuanto a los Chascafauces, ya pudimos comprobar cómo ahora patrullan también por debajo del agua, un ambiente en el que la protagonista se empezará a mover gracias a sus nuevos artilugios, que le permiten bucear. Por no hablar de los Cuellilargos, unos gigantescos robots con cabeza plana desde la cual podemos atisbar el horizonte para descubrir qué se esconde más allá.

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“La idea era explorar una región nueva en el mundo de Horizon. Ha sido muy interesante investigar qué clase de máquinas habitarían diferentes zonas ecológicas y cómo interactuarían entre ellas, con su entorno y, por supuesto, con los humanos. Las máquinas se encargan de cuidar el mundo, por lo que siempre ha sido interesante valorar el papel que desempeñan y lo que puede hacer el jugador para sacar partido de su comportamiento. Durante el desarrollo de Horizon Zero Dawn, teníamos un montón de ideas, si bien no pudimos implementarlas todas en el primer juego. Sin embargo, ¡para Horizon Forbidden West hemos podido añadir unas ideas increíbles que antes no eran posibles mediante conceptos nuevos y atractivos!”, comenta Blake Politeski, el diseñador principal de las máquinas en el equipo de Guerrilla.

En el Oeste Prohibido nos esperan nuevos peligros, tanto en forma de adversarios humanos como en el ámbito de las máquinas. En tráileres oficiales publicados por Guerrilla hemos descubierto que en la versión postapocalíptica de San Francisco y sus alrededores patrullan veloces y ágiles Garriraptor, a los que será complicado esquivar, e imponentes Terremamut. Concretamente, esta última especie ha sido domada por una de las nuevas tribus locales, que la usan de gran montura para desplazarse por las llanuras y atacar a todo aquel que se cruce en su camino. La forma en que podremos derribarlos todavía es desconocida, pero no dudamos en que supondrá todo un desafío con resultado satisfactorio y épico. Estos son los primeros detalles al respecto que han compartido desde el equipo de Guerrilla en el Blog oficial de PlayStation:

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“A mí me recuerda a una mezcla de los elefantes de guerra y las inmensas torres de asedio que se usaban para atacar fortalezas en la época medieval: cuesta mucho destruirlo, se mueve a paso lento y posee una gran potencia de ataque. Así dimos con la idea del Terremamut, una máquina de gran blindaje, pero de movimientos pesados. Un enemigo casi imposible de vencer. En Horizon Forbidden West, las facciones de enemigos humanos controlan las máquinas, así que nos pareció natural combinar ambas y presentar nuestra propia versión de los elefantes de guerra, que llevan una plataforma en lo alto desde donde los humanos disparan a Aloy. Para cerrar el círculo del (eco)sistema de la máquina, su objetivo consiste en mantener el equilibrio en la Tierra y garantizar que los humanos no destruyan de nuevo a los seres vivos. Los Terremamuts se concibieron como máquinas de combate. Se ocupan de proteger a otras máquinas mientras cumplen con su cometido sin la intromisión de los humanos”.

Más y mejor, un amplio abanico de máquinas

Si en el título original Aloy se encontró con hasta 25 máquinas distintas a las que enfrentarse, en esta secuela ese número aumentará considerablemente para actualizar el catálogo de adversarios y proponer todavía más diseños innovadores. Recientemente se ha presentado un nuevo tráiler que nos ha permitido descubrir al resistente y peligroso Rodador, una criatura que se convierte en bola para girar rápidamente por las llanuras y aplastar a sus enemigos. No llega solo, puesto que otros como la Reptívora escupeácido se mueven sinuosamente por las arenas cuál serpiente gigante para lanzarnos una cantidad letal de ácido si no somos capaces de esquivarlo a tiempo. Otro de los ejemplos que ya conocemos es el elegante Alasol, una máquina voladora que se une al Rapaz para surcar los cielos:

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“Queríamos una máquina voladora algo más grande. Sin embargo, necesitaba un lugar donde habitar y un papel que desempeñar en el mundo. Estudiamos varios reptiles voladores y aves primitivas para inspirarnos, y se nos ocurrió que sus alas recolectasen energía solar en los días soleados. Así fue como creamos una interesante dinámica de juego: los Alasoles son vulnerables cuando cosechan energía solar, pero también están más alerta ante posibles depredadores cuando están en reposo. Estos comportamientos tan específicos se convierten en un fundamento que vamos desarrollando conforme definimos los roles de las máquinas en el mundo. Queremos asegurarnos siempre de que las máquinas están conectadas y de que sirven a un propósito mayor. Se trata de un (eco)sistema que está en armonía, como ocurre en el mundo real”, continúa Blake.

Por supuesto, el ampliar la cantidad de enemigos supondrá un reto mayor para Aloy, que tendrá que aprender a hacerles frente de forma individual para estudiar sus debilidades y explotarlas en cada enfrentamiento. Para ello contará con toda clase de armas distintas, desde su fiel arco hasta lanzadores de bombas variadas (de fuego, hielo o eléctricas, entre otras) y demás artilugios. No bastará con apuntar y disparar, sino que la protagonista deberá comprender las conductas específicas de cada máquina y detectar sus puntos débiles para aprovecharlos al máximo.

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“Hay ciertas acciones, como escalar o usar una bomba de humo para huir, que otorgarán ventaja a Aloy en una batalla contra las máquinas, pero no solo hemos mejorado las mecánicas del jugador. Ahora, las máquinas del Oeste Prohibido entrañan mucho más peligro, aunque el jugador puede aprender su comportamiento y predecir sus movimientos mediante las pistas sonoras. Por ejemplo, una máquina emitirá sonidos específicos y distintos cuando esté parada, en estado de alerta o cuando vaya a iniciar un ataque”, comenta Blake.

De hecho, una de las particularidades de jugar a la versión next-gen de PlayStation 5 es que permitirá disfrutar de un diseño de sonido mucho más detallado y variado. Gracias al audio 3D, si lo combinamos con dispositivos compatibles como auriculares estéreo podremos disfrutar de una experiencia de juego envolvente e inmersiva.

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El Atronador, el Avempestad, el Galámpago…son muchas las criaturas a las que nos podremos enfrentar a partir del próximo 18 de febrero de 2022, fecha señalada en la que esta esperada secuela pasará a estar disponible. Recordamos que ya se puede reservar a través de la PS Store de PlayStation por un precio de 79,99€ (PS5) y de 69,99€ (PS4).