Tails Of Iron
- PlataformaXBO7.8PC7.8NSW7.8XBS7.8PS57.8PS47.8
- GéneroAcción, RPG
- DesarrolladorOdd Bug Studio
- Lanzamiento17/09/2021
- EditorUnited Label
Tails of Iron, Análisis. Canción de Ratas y Ranas
Una aventura de acción RPG en 2D contada a modo de fábula de fantasía medieval que destila esencia Souls; analizamos Tails of Iron para PC y consolas.
Hay ocasiones en las que, de pronto, aparecen videojuegos de gran calidad que apenas han hecho ruido durante su desarrollo, especialmente en el terreno independiente. Y este es el caso de Tails of Iron, un nuevo RPG de acción en dos dimensiones que entra por los ojos a nivel visual -y de qué manera- y convence por su desafiante jugabilidad, con combates al más puro estilo Souls, aunque con un desarrollo de la historia amable que se deja disfrutar de principio a fin. Obra del pequeño estudio británico Odd Bug Studio, esta nueva apuesta por la fábula a modo de videojuego nos sumerge en un oscuro mundo de fantasía medieval poblado por ratas antropomórficas que ven amenazados sus dominios por la invasión de unas ranas con muy malas pulgas; veamos en nuestro análisis si el viaje de aprendizaje y superación del joven heredero del trono Redgi despierta el interés de los aficionados al Soulslike, videojuego que ya se encuentra disponible en PC, PS4, Xbox One, PS5, Xbox Series X|S y Nintendo Switch.
Ayuda a Redgi a desterrar al malvado Verruga Verde
Tails of Iron nos lleva al llamado Reino de las ratas, un lúgubre y sombrío mundo de fantasía medieval que antaño respiraba progreso y bonanza pero que ha caído ante la incesante invasión del malvado Verruga Verde, líder del despiadado clan las ranas. En el papel del joven e inexperto heredero Redgi deberemos devolver la paz a nuestro hogar, acabando con la amenaza batracia, rescatando a nuestros hermanos y restituyendo nuestro reino. Y la tarea no será sencilla; en absoluto.
En esencia, lo nuevo de Odd Bug Studio apuesta por un desarrollo action RPG en 2D que destila ciertas características comunes a la obra de From Software, pero que no reniega de su propia personalidad, ofreciendo combates duros y desafiantes, sí, a la par que una desarrollo de la aventura que invita a seguir explorando, mejorando y descubriendo secretos y mejoras para nuestro grácil protagonista. El juego también ofrece ciertos tramos de plataformas e incluso algún toque de metroidvania, aunque de forma muy sutil. Sí, tendremos que regresar a puntos donde antes no podíamos acceder, aunque el progreso de la aventura es bastante guiado; en ciertos tramos quizás demasiado.
Aunque el eje central de Tails of Iron es el combate, exigente, con desafíos realmente difíciles y que solo podremos superar a base de aprendizaje, paciencia y mucha sangre fría; no llega a los niveles de otras obras mucho más complicadas, pero tiene su miga, sin duda. Y es que durante nuestro periplo moriremos muchas, muchas veces, puesto que cualquier paso en falso será penado con la más brutal de las muertes. En ello tendrá mucho que decir nuestra habilidad a los mandos, aunque encontrar la build ideal para cada momento será crucial para salir airosos de los enfrentamientos más duros.
El combate en sí ofrece más profundidad de la que cabría esperar, con la posibilidad de equipar dos armas -a una o dos manos- e ir intercambiando entre ellas, el golpe cargado, recurrir al escudo, hasta tres armas de distancia, la esquiva rodando ágilmente e incluso el parry, elemento al que recurriremos muy a menudo para ganar terreno al enemigo y asestar un buen puñado de golpes. Además, durante las peleas podremos curarnos con nuestra propia cantimplora de jugo de bicho -hasta vaciarla una única vez, eso sí- o potenciar nuestro daño aplicando un veneno temporal a las armas.
A nivel de interfaz se nos dará algunas pistas con ciertos ataques de los enemigos, tales como la posibilidad de parar golpes sin perder salud, marcas rojas para advertirnos de que el siguiente golpe es imparable o marcas amarillas que nos permitirán realizar un parry, en apenas milésimas de segundo. Todo ello añade al combate cierto toque táctico que le sienta de maravilla al conjunto y que provocará en el jugador una gran satisfacción al derrotar a los enemigos más duros, es decir, los no pocos jefes finales que se cruzarán en nuestro camino.
Durante nuestra aventura encontraremos multitud de armas, desde espadas a hachas, pasando por lanzas, arcos, escudos y más, además de toda clase de piezas de equipamiento como armaduras, sombreros, cascos... Es aquí cuando entra en acción el toque más RPG del conjunto, permitiéndonos configurar el personaje que mejor nos funcione según el momento o el tipo de enemigo que tengamos delante. Aunque el peso tendrá mucho que decir, puesto que a más armas o equipamiento pesado, más le costará a Redgi moverse, perdiendo agilidad en favor de fuerza bruta y resistencia. Será entonces cuando cada jugador se vea obligado a encontrar su conjunto más favorable, con el que se sienta más cómodo a través de las categorías ligero, medio y pesado; y es que tal es la exigencia de ciertos desafíos que el más mínimo detalle puede marcar la diferencia.
Como decimos, el desarrollo de la aventura es asequible, aunque exigirá de concentración y ganas por parte del jugador; además, encontraremos algún que otro pico de dificultad con el que sudaremos de lo lindo. Por suerte, contamos con numerosos puntos de guardado o checkpoints, especialmente en zonas complicadas, lo que nos dará la oportunidad de repetir una y otra vez pequeñas secciones o combates duros de forma bastante dinámica. En nuestra cruzada de venganza nos enfrentaremos a un buen desfile de enemigos, cada uno con sus propias habilidades y debilidades, desde las desagradables ranas a mosquitos de lo más molestos, además de otros bichos que no descubriremos aquí.
Y por si fuera poco, también sufriremos una buena variedad de ataques, ya sean cuerpo a cuerpo o a distancia, además de enemigos con escudos, otros mucho más rápidos... Y encima en grupos de dos o más. Mención aparte para los jefes, tan duros como podemos imaginar; como no podía ser de otra manera, nuestra tarea será dar con sus puntos débiles y memorizar sus diferentes patrones de ataque, con variaciones incluidas.
Por contra, el desarrollo de la aventura se siente un tanto guiado, con pocas opciones a pesar de un mapa de generoso tamaño con decenas y decenas de estancias por descubrir y explorar. Por otro lado, la reiteración de situaciones también se deja notar tras varias horas de juego, puesto que el juego se centra mucho en los combates dejando poco espacio al resto de elementos que configuran la aventura; es un hándicap importante que debe tener claro el jugador antes de embarcarse junto a Redgi en su particular vendetta. Y además de las misiones principales, podremos completar otras secundarias, aunque no irán más allá de limpiar zonas de enemigos a cambio de sus respectivas recompensas ¿Cuántas horas de juego ofrece? A un ritmo ágil y sin atascarnos más de lo deseable, entre 8 y 10 horas.
Una fábula interactiva en movimiento
La puesta en escena de Tails of Iron es brillante, con gráficos 2D dibujados a mano con una dirección artística deliciosa a pesar de lo grotesco de ciertos elementos, desde muchos de los enemigos a escenas netamente violentas que chocan con su aspecto de dibujo animado; y es que las ejecuciones, salpicaduras de sangre o decapitaciones están a la orden del día. El juego se ve genial y se mueve muy bien, contando con diferentes virguerías visuales como multitud de planos de scroll y elementos que parecen 2D pero que cambian de perspectiva con el movimiento lateral de la cámara. Una auténtica pasada. Lo mismo ocurre con todo el aspecto sonoro, con temas perfectos para cada ocasión, efectos que brillan de forma similar e incluso un idioma inventado para los protagonistas que suena a varias notas de flauta. Pero es que además disfrutamos de una voz en off en inglés interpretada por Doug Cockle, actor de doblaje de Geralt de Rivia en los videojuegos de The Witcher; todo un lujo. Por suerte, contamos con el apoyo de subtítulos en castellano.
Conclusión
Tails of Iron es una fábula medieval interactiva en todos los sentidos, un cuento narrado a través del combate y la exploración que centra todo su potencial en enfrentamientos a espada al más puro estilo Souls, aunque en 2D. La experiencia es muy gratificante, más aún cuando vamos aprendiendo y mejorando, sacando partido de las armas y equipamiento que mejor se adaptan a cada circunstancia. Si bien su desarrollo no es muy variado (además de demasiado guiado) y en ocasiones podemos encontrarnos con picos de dificultad verdaderamente desafiantes, se deja jugar bastante bien y representa un reto a la altura. Una apuesta segura para los aficionados a los RPG de acción que gusten de un diseño artístico y un universo con mucha personalidad.
Lo mejor
- Desarrollo ameno y ágil que invita a seguir adelante
- Combate desafiante con toques tácticos
- Diseño artístico sensacional
- Apuesta audiovisual sugerente y encantadora a pesar de su crudeza
Lo peor
- Algo simple en exploración y variedad
- Ciertos picos de dificultad que pueden desesperar
- Duración de la historia un tanto limitada
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.