Gaming Club
Regístrate
españaESPAÑAméxicoMÉXICOusaUSA

Explicación del final

¿Quién gana El Juego del Calamar y qué significa el final?

Si habéis terminado de ver la serie de El Juego del Calamar y no sabéis qué significa su final, por aquí os lo explicamos y os ayudamos a entenderlo mejor.

¿Quién gana El Juego del Calamar y qué significa el final?

La popularidad de la serie coreana de El Juego del Calamar ha crecido como la espuma en los últimos días. El encontrarse en Netflix, tratar temas universales y enganchar con su planteamiento desde el primer capítulo han sido las claves principales de su gran éxito. A falta de conocer al 100% si contará con una segunda temporada, nos reunimos en este artículo para hacer un repaso al desenlace de la serie y poder explicároslo para comprender quién gana realmente El Juego del Calamar y qué significa ese final algo abierto.

Aviso: este artículo contiene spoilers del final de la serie de El Juego del Calamar

Te puede interesar:

¿Quién gana El Juego del Calamar?

Tras superar un buen número de pruebas, enfrentamientos directos y desafíos, el que se alza con la victoria en el Juego del Calamar es el protagonista al que acompañamos desde el principio de la trama: Seong Gi-hun (interpretado por Lee Jung-jae). Su amigo de la infancia, Cho Sang-woo, no pudo vencerle en la última prueba, por lo que fue él quién se hizo con el premio de más de 45 millones de wones y se los llevó almacenados en una tarjeta bancaria.

Ampliar

¿Qué significa el final de la serie?

Tras ganar el premio, Seong Gi-hun se siente tan deprimido y arrepentido por todo lo que ha ocurrido y se ha visto obligado a hacer que no es capaz de tocar un solo won de todos los millones que tiene en su poder. Al llegar a casa descubre cómo su madre ha fallecido y su hija se ha marchado ya con su ex-esposa a Estados Unidos. Sin esperanza ni ilusión por nada, transcurre un año sumido en la miseria hasta que recibe una misteriosa tarjeta unida a una flor que compra por la calle. Al acudir a la cita de su Gganbu, descubre con incredulidad que Oh Il-nam, el anciano que pensó que había muerto en el capítulo 6, sigue vivo.

Ampliar

Postrado en una cama de hospital con vistas a la fría calle, el participante más viejo del juego se revela como el maestro del mismo. Mientras realizan una última apuesta, basada en si antes de que el reloj marque las 00h alguien ayudará a un indigente que se está congelando en la acera que pueden observar desde la ventana, el anciano empieza a explicarle al protagonista el porqué de haber organizado ese macabro juego junto a otros multimillonarios del mundo. “Por diversión” fue el motivo principal por el que decidió participar él mismo en el juego. La manecilla del reloj alcanza las doce y justo cuando piensan que nadie va a acudir a su ayuda, un coche patrulla aparece y una serie de agentes asisten al indigente. Girándose hacia el anciano para recalcar su victoria en esa última apuesta, Seong Gi-hun descubre que su Gganbu ha fallecido en ese preciso instante.

Con una renovada determinación, el protagonista encuentra la motivación necesaria como para reunir al hermano de Kang Sae-byeok con la madre de Cho Sang-woo y les deja una suculenta maleta repleta de billetes para que puedan cambiar sus vidas y superar el fallecimiento de sus familiares en el juego (algo que no llegan a descubrir). Por su parte, Seong Gi-hun cambia de look para teñirse el pelo de un vistoso tono rojo y se dispone a viajar a Estados Unidos para reencontrarse con su hija. Aun así, cuando se encuentra en el aeropuerto ve algo que le hace cambiar de parecer: un hombre misterioso está siendo reclutado en el metro para una nueva fase de El Juego del Calamar.

Ampliar

A pesar de la muerte de Oh Il-nam el juego continuará, por lo que el protagonista toma la decisión de posponer su viaje e indagar más acerca de esta nueva fase del terrible juego al que sobrevivió por los pelos. Con una mirada cargada de decisión, la serie termina y nos deja con un desenlace algo abierto que podría significar la continuación de la serie en un futuro, por mucho que el director de la misma no se muestre interesado en hacerlo, al menos por ahora.