Entrevista con Tunic: duración del juego, objetivos y retos

Queda lejos aquel Madrid Games Week de 2018. La feria madrileña fue para muchos el primer contacto con el que es ahora, casi tres años después, uno de los títulos más esperados por los amantes de la escena independiente del videojuego: Tunic. Finji vuelve a ser noticia, y lo hace por un buen motivo. Tras el excelente Chicory: A Colorful Tale (Greg Lovanob), este estudio colaborativo afincado en Michigan, Estados Unidos, pretende seguir ofreciendo experiencias únicas y personales; tanto como lo fueron Overland y Night in the Woods. Hay motivos para confiar en Finji, de Andrew Shouldice.

Una vez completada la demo de Xbox disponible con motivo del Summer Game Fest 2021, MeriStation conversa con su creador para que nos cuente qué hay detrás de una amalgama de inspiraciones que dan lugar a una aventura tan evocadora como clásica; incluido el motivo por el que es un zorro su protagonista, la duración aproximada del juego y el mensaje que se busca trasladar a los usuarios.

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Tunic, explorando hostiles tierras desconocidas

Esta demo de Tunic, disponible de forma limitada y en exclusiva para consolas Xbox de lanzamiento, nos ofrece algunas localizaciones distintas a las de la demostración jugable de hace tres años. Hay aspectos que no cambian, sin embargo, como su perspectiva o un apartado artístico que entra por los ojos. Resolución 4K y una tasa de imágenes por segundo fluida, acorde a lo que podíamos esperar. El resultado es fruto de un trabajo que se ha dilatado todo un lustro.

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“El desarrollo comenzó como tal en 2015, con algunas pruebas de concepto y prototipos de combate. La visión del proyecto era la de una exploración muy soleada, con secretos en cada esquina. Me inspiré en el color y las formas de Monument Valley, en la sensación de jugar a The Legend of Zelda por primera vez y en los secretos de FEZ”, señala.

Puzles, cuevas ocultas, objetos coleccionables, exploración, misterio y mecánicas que se sienten cómodas a los mandos; eso a lo que ahora nos referimos como game feel, pero ¿por qué un zorro como protagonista? Según nos cuenta, no es solo una cuestión simbólica. “El objetivo era crear un avatar que tuviera la suficiente caracterización para tener vida y personalidad, pero que también fuera una pizarra en blanco en la que el jugador pudiera verse a sí mismo. Un pequeño zorro parecía encajar bastante bien. En retrospectiva, un zorro también tiene forma de flecha (nariz puntiaguda, cola grande), así que durante las batallas tensas es fácil saber en qué dirección estás”, sostiene.

Bajo esos disparos y acciones se esconde un mensaje, una voluntad creativa que han intentado plasmar a los mandos. Aunque jugablemente recuerda poderosamente al The Legend of Zelda original, de la vieja escuela, en realidad se siente moderno por su forma de trasladar la acción en tiempo real y el movimiento libre. No todos los secretos serán visibles, sin embargo; y por eso se nos alentará a explorar cada esquina, porque habrá secretos complicados de descubrir.

“Estamos tratando de transmitir sensación de sorpresa y exploración: la sensación de estar a punto de descubrir una verdad oculta que nadie más ha encontrado. Narrativamente, Tunic cuenta su historia con un toque de ligereza”, expone Shouldice. Los jugadores irán aprendiendo todo sobre las ruinas en la medida en que las exploren, pero las verdades más intrigantes quedarán tan ocultas como los demás secretos del juego.

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Un viaje de descubrimiento personal envuelto de rompecabezas

Los puzles o rompecabezas son una de las piedras angulares de la jugabilidad de Tunic. Según su creador, han de sentirse orgánicas, no artificiales, porque si no pueden convertirse en un mero trámite que ya hemos visto en multitud de obras. “Tengo dos puntos de vista en lo que respecta a los puzles. Por un lado, puede que sean divertidos de resolver. Por otro lado, las salas de rompecabezas de los videojuegos a menudo me parecen artificiosas o como simples deberes. No siento que esté descubriendo un secreto cuando resuelvo un puzle de bloques deslizantes”, asevera, y amplía con lo que sí nos espera en su proyecto: “Los retos de Tunic no consisten tanto en resolver puzles como en aprender las verdades del mundo. Los rompecabezas están hechos para ser resueltos, pero los secretos más emocionantes se sienten destinados a permanecer ocultos”.

Para el creativo, sus secretos ocultos favoritos en los videojuegos “no son solo las cosas visibles (aunque estas pueden ser geniales), sino posibilidades que siempre estuvieron ahí aunque yo no pudiese verlas. Nuestra esperanza con Tunic es que, a medida que la gente vaya recogiendo nuevos objetos y tesoros, también vaya aprendiendo cosas como jugador”.

Una aventura donde el jugador aprenda y descubra de la mano del propio protagonista. Al ser preguntado por la duración de Tunic, su respuesta es clara: “El mundo de Tunic está lleno de secretos y caminos alternativos, así que es difícil de decir. Dependiendo de cuánto le guste explorar a la gente, podría llevar muchas horas llegar al final. A grandes rasgos, diría que más de 6 horas, pero menos de 20 horas.

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Antes de terminar y dejar claro que el videojuego es una exclusiva de lanzamiento en consolas Xbox (Xbox One y Xbox Series), más Windows 10 PC (Microsoft Store y Steam), nos recomienda echar un vistazo a la banda sonora en la que está trabajando Lifeformed (Dustforce, Immerse). “Está produciendo unos temas increíbles. La BSO es grandiosa, espeluznante y tensa a la vez”.

A falta de saber cuándo se lanzará su versión final, Tunic se ve y se escucha de maravilla.