Alex Kidd in Miracle World DX
- PlataformaPS46NSW6XBS6PC6PS56XBO6
- GéneroPlataformas
- DesarrolladorJankenteam
- Lanzamiento22/06/2021
- TextoEspañol
- EditorMerge Games
Alex Kidd in Miracle World DX, Análisis. El héroe que pudo ser
El clásico Alex Kidd in Miracle World regresa renovado a Switch, Xbox One, Series X|S, PS4, PS5 y ordenadores de la mano de los españoles Jankenteam.
Uno de los héroes de nuestra infancia está de vuelta. Hablamos de la primera aventura del príncipe de Radaxian; Alex Kidd in Miracle World. El videojuego, que se lanzó para la consola Master System II y que es mayormente conocido por incluirse en la memoria de la consola, dejó muy buenos ratos en la memoria de los videojugadores de la época.
Hoy tenemos entre manos una versión renovada con la coletilla DX y desarrollada por el estudio español Jankenteam con algunas mejoras con respecto al original. Eso sí, tampoco es oro todo lo que reluce por lo que lo más recomendable es que sigas leyendo nuestro análisis.
Alex Kidd está de vuelta
Es ilusionante ver cómo las franquicias del pasado reviven. Y si es a manos de un estudio patrio, mejor que mejor. Cuando se anunció que Alex Kidd volvería a la vida las redes sociales hicieron al videojuego tendencia en ellas. Master System II fue para muchos su primera consola, sobre todo porque al comprarla no se requería nada más, ¡incluía un videojuego en memoria! Este título era Alex Kidd in Miracle World, por lo que muchos usuarios se iniciaron en el mundo de los videojuegos con este título. Un videojuego que, por cierto, no iba a ser tal en su primera etapa de desarrollo, sino uno basado en la obra de Akira Toriyama; Dragon Ball.
Alex, príncipe de Radaxian, descubre que su pueblo está siendo atacado por el villano Janken. Su misión, como heredero al trono, es la de erradicar al ejército de este malvado ser a base de puñetazos o… ¡combatiendo a piedra, papel o tijera!
La aventura en su día no era para todos los públicos, y no hablamos de su parte estética. Era un título difícil, que te hacía sudar y con plataformas muy bien medidas. Se podía terminar, claro está, pero requería de cierta pericia y tiempo suficiente porque no tenía ranura para guardar la partida o las contraseñas típicas de aquella generación. Esto, por suerte o desgracia para según qué jugador, se mantiene en esta reimaginación del clásico de SEGA. De hecho, Merge —su distribuidora—, insistió en que se añadiera una opción para otorgar vidas infinitas al usuario.
Para quien no conozca Alex Kidd in Miracle World, se trata de un videojuego de plataformas de scroll lateral en dos dimensiones en el que el personaje propina puñetazos a sus enemigos, recoge dinero —que luego utiliza en las tiendas para comprar accesorios, vida o vehículos—, destroza ladrillos y se enfrenta a jefes de fin de fase. Estos grandes enemigos pueden derrotarse a la vieja usanza o según contra quién nos enfrentemos, en un duelo al mítico juego infantil piedra, papel o tijera.
Las fases son cortitas aunque repletas de enemigos y trampas puestas con muy mala leche, algo habitual en aquellos tiempos donde sólo podíamos permitirnos un par de cartuchos al año. Es un juego difícil, no os vamos a engañar, pero se puede completar la aventura a base de ensayos y errores. A pesar de destrozar ladrillos o saltar entre plataformas al más puro estilo Mario Bros., aquí la acción dista mucho de parecerse a la del fontanero bigotudo. Es algo más ágil y directa.
A lo largo de multitud de fases, el jugador recoge por el camino útiles con los que hacer más llevadera la erradicación de enemigos y plataformas destruibles. Por ejemplo, un helicóptero, una lancha o una escoba mágica. También encuentra trampas, como la “foca” —como habitualmente la llamábamos y que ahora vemos que es una bruja— que nos persigue por la pantalla hasta matarnos o las bombas. Y si mueres un total de tres veces, te toca repetir la pantalla desde el inicio.
Novedades
La principal novedad de Alex Kidd in Miracle World DX es la audiovisual. El videojuego pasa de ser un clásico de 8 bits a uno con gráficos en alta definición pero de estilo pixel art. Tiene unos diseños realmente buenos, hechos con mucha gracia y con cariño hacia el original. Absolutamente todas las pantallas están hechas desde cero tomando como base la disposición de plataformas y enemigos del cartucho de Master System II. Aunque si somos muy nostálgicos, existe un botón para alternar la vista entre la versión actual y la original ligeramente modificada que conserva además su banda sonora chiptune.
La paleta de colores empleada es más oscura, eso sí, y salta a la vista en cuanto alternamos entre ambas versiones. No obstante, hay detalles en el escenario por todas partes. No creo que encontréis pegas en este apartado pues es muy muy bonito de ver. Eso sí, hay que dejar claro que el videojuego tiene un filtro extraño que apaga y mucho los colores que aparecen en pantalla. Solo ocurre en el juego propiamente dicho, no siendo así en menús, modo retro o en el mapa de la pantalla de carga. Puede arruinar un poco la puesta en escena, dependiendo los gustos del jugador.
La música es una delicia y reimagina la banda sonora clásica por completo aunque sin perder un ápice de las maravillosas melodías del clásico de SEGA. El trabajo en este apartado también es muy bueno y no estaría de más incluir una opción para disfrutar de todas sus canciones por separado. No hay voces en castellano pero sí tenemos el texto localizado a nuestro idioma.
Hay diferentes formas de disfrutar el videojuego. La primera es la opción por defecto y nos invita a llevar a cabo la aventura de Alex con tan solo tres vidas pero continuaciones infinitas. Hay diversos puntos de retorno durante la partida por lo que si perdemos una vida se nos ubicará en el punto más avanzado de la pantalla. Si perdemos todas y continuamos, debemos comenzar la pantalla de nuevo. Esto era muy habitual en los 80-90 pero no a día de hoy por lo que alguno tendrá problemas con este sistema. Como hemos dicho, existe una opción para tener vidas infinitas pero al activarlo no se desbloquean ciertos logros o trofeos y se pierde con ello, también, parte del encanto del videojuego.
Después tenemos un modo clásico en el que se nos invita a terminar el título tal y como fue concebido originalmente —y sin concesiones— así como un modo Boss Rush, donde nos enfrentamos uno a uno con todos los enemigos finales del título. Para finalizar, se han añadido nuevas pantallas que no existían en el título original con el fin de alargar un poco más la aventura, aunque…
Puntos negativos que afectan más de lo deseado
Este apartado nos duele más a nosotros escribirlo que a vosotros leerlo, pero Alex Kidd no se salva en absoluto de errores o fallos en su ejecución. Por continuar un poco en la línea de lo escrito en el anterior apartado, la duración de Alex Kidd in Miracle World DX es extremadamente escasa. Hablamos de dos horas y media, tres, aproximadas de juego para completar la aventura del Príncipe de Radaxian, un poco más si queremos conseguir los objetos ocultos y mucho menos si utilizamos la opción de vidas infinitas. El modo clásico alarga bastante más esta cifra pero para ello hay que terminar primero el videojuego y después entrenar duramente para después terminarlo sin demasiadas bajas. Las nuevas fases añaden algo de duración pero, como leéis, no lo suficiente.
Continuando con la reseña de puntos negativos está el control; horroroso. No hay que confundir en absoluto el diseño de plataformas —exquisito, como el original— o nuestra pericia con cómo se han implementado los controles. El videojuego sufre una suerte de importante input lag —o retardo en la pulsación— que afecta y mucho al control de Alex en su versión mejorada. Esto no ocurre en la versión clásica, donde Alex se controla estupendamente. Y esto es grave. Puede ser retardo o bien, que al personaje le pesa el culo, pero sea lo que sea le cuesta responder a nuestras pulsaciones.
Hablamos de un remake, de una nueva forma de disfrutar de un clásico con la actual tecnología, pero si el juego está pidiendo a gritos que juegues en la versión original porque Alex en HD no es ni la mitad de ágil que su versión pixelada, tenemos un problema. Es poco disfrutable, lento y tiene problemas con el salto. A ello hay que añadir que en ocasiones hemos pulsado el botón de dirección —contraria a la que mira Alex— y el personaje no respondía de ninguna manera, lo que en multitud de veces nos ha dejado vendido y apareciendo la pantalla de Game Over.
No nos escondemos al decir que más de la mitad de nuestra aventura ha sido completada en el modo clásico, donde los controles de Alex son precisos y confiables —además de que los colores resaltan mucho más sin tener ese filtro que los empaña—. Un montón de secciones hemos tenido que solucionarlas a base de cambiar, instantáneamente eso sí, entre la versión moderna y la clásica porque el héroe se maneja bastante mal en el aire.
Hay otra característica realmente problemática que se suma a lo anterior, y es la hitbox —o área de colisión por así decirlo— de Alex. Parece que el remake coincide con su homónima de Master System II, que ya en su día no era perfecta. Esto quiere decir que a veces morirás sin que te toquen los enemigos, no llegues a ciertas plataformas o similares. Y es muy desesperante.
Aunque en la versión que hemos analizado, Xbox One, no hemos encontrado errores en su rendimiento, parece ser que la versión para Xbox Series X|S sí cuenta con problemas en la sincronización de imagen y fotogramas por segundo, esto último con más agresividad en la versión dedicada a Nintendo Switch.
Por último, y esto es más algo que personalmente suelo pedir a este tipo de reimaginaciones, faltan extras que acompañen al título. Una sección de música para escuchar los temas por separado, una galería de arte del proceso, un mini documental, imágenes del original o curiosidades de desarrollo. Son bonificaciones que no están incluidas en el título pero que sí está compartiendo el equipo de desarrollo en sus redes sociales personales. La apasionante vuelta de un título como Alex Kidd in Miracle World se merecía un poco más de cariño en este sentido.
Conclusión
Alex Kidd in Miracle World revive en consolas y ordenadores actuales con su versión DX. Una versión muy cuidada en lo estético y sonoro pero con graves fallos en su control y contenido. Un sueño hecho realidad para todos aquellos que vivimos la gloriosa época de la primera mascota de SEGA y que merece ser jugado. No obstante necesita actualizarse para arreglar errores muy necesarios si se quiere disfrutar en total plenitud.
Lo mejor
- Los gráficos renovados son preciosos.
- La música es una delicia.
- Las cuatro nuevas fases.
Lo peor
- El control es nefasto. Input lag, comandos que no funcionan, personaje lento...
- El juego pide pasar a la versión clásica para poder sortear plataformas.
- La aventura principal dura dos horas aproximadamente.
- Falta contenido con el que amortizar el dinero.
Correcto
No es lo último ni lo más original, tampoco cuenta con la mejor ejecución, pero puede divertir si te gusta el género. Bien, pero mejorable. Cómpralo si te gusta el género y te gusta tenerlos todos.