Destiny 2: Más allá de la Luz
Destiny 2: Más allá de la Luz, análisis: un nuevo punto de partida
Analizamos la tercera gran expansión del gran título de Bungie, Destiny 2: Más allá de la Luz. Comienza un nuevo punto de partida en su universo.
Más allá de la Luz toma especial protagonismo alrededor del universo Destiny. Este año no estamos solo ante la gran cápsula de contenidos para los próximos 12 meses, sino que ha traído consigo cambios sensibles en el presente y futuro del juego. El enfoque ha cambiado hacia un Destiny 2 concentrado, lejos de la extensión sin límite que habíamos visto hasta el momento.
Esta tercera expansión marca un precedente en varios elementos que necesitaron haberse definido tiempo atrás, al mismo tiempo que plantea algunas decisiones cuestionables. Más que nunca se siente un contenido que llega con la promesa de coger la forma deseada a través de las temporadas. Así fue nuestra visita a Europa.
Misterios bajo la nieve
Nadie que se haya sumergido en el trasfondo de Destiny pone en duda su calidad. El Grimorio ha sido desde siempre el compendio donde ha cobrado sentido nuestras acciones en el mundo. Bajo esa capa épica que envuelven las aventuras, se esconden historias que merecen la pena descubrir. Todo ocurre por un motivo, aunque el propio juego no tenga la capacidad de narrarlo en tiempo real.
Uno de los elementos que decíamos en anteriores párrafos era la narrativa. En Más Allá de la Luz nos hemos encontrado una aventura que (por fin) apuesta por introducirnos en una historia con fuerza que descubrimos durante el transcurso de la misma. La responsabilidad de esta mejora pasa, entre otros, por La Desconocida, personaje que en castellano es interpretada por la actriz Maggie Civantos, uno de los rostros protagonistas de series de ficción como Vis a Vis o Las Chicas del Cable.
No nos toma por sorpresa. La línea ascendente en este sentido comenzó, sobre todo, con Bastión de Sombras, la anterior expansión. Sin querer entrar en detalles, el desenlace de la misma conecta con el hilo conductor de Más allá de la Luz, que se entrelaza con todos los sucesos en torno al Clan de la Kell Eramis. Debemos subrayar la calidad de la escenas de vídeo, que siguen estando a un gran nivel visual.
Hacernos con la Estasis, de la que hablaremos próximamente, nos hará toparnos con estos Caídos. Desde ese momento la aventura principal toma un carácter persecutorio. Con el descubrimiento de este poder entre las filas de Eramis, sus capitanes protegerán la jerarquía del clan con sus recién estrenadas artes. Los combates contra ellos, que ocurren como una secuencia de jefe final clásica, son de los mejores momentos a nivel jugable. El gran acierto a los mandos es haber propuesto un camino que supone un verdadero reto. Hemos muerto en reiteradas ocasiones durante estos enfrentamientos; es ahí cuando la Bungie que todos conocemos saca sus mejores cartas.
Ese brillo de los momentos de acción contrasta con las tareas que conectan las misiones. Entre misión y misión se parará nuestro avance para completar objetivos que poco (o nada) tienen que ver con los hechos que nos guían durante la aventura. Son misiones intrascendentes, casi parecen objetivos de patrulla que bloquean el ritmo natural. No nos toma por sorpresa: forma parte del progreso del juego, pero creemos que en el pasado se han encontrados mejores formas de hacernos desviar la vista del contenido útil, por así decirlo. Y no nos vamos muy lejos: Bastión de Sombras ya lo hizo en 2019. Tampoco tiene sentido que al jugar en un escuadrón la recolección permanezca individual. No hay sensación de cooperación alguna.
Europa, Estasis y cambios
Lo que sigue sorprendiéndonos es el talento del estudio a la hora de crear entornos sobrecogedores. Europa, la luna helada de Júpiter y principal escenario de la expansión, roza un nivel audiovisual brillante. El horizonte está repleto de detalles que aportan credibilidad y profundidad a la zona jugable. Las descripciones del satélite durante el periodo promocional no han caído en saco roto: realmente hay mucho más bajo la capa de nieve. Laboratorios humanos, antiguas fábricas abandonadas, estructuras digitales tejidas por los Vex… Cambia de tono constantemente.
Completar la aventura principal toma alrededor de 8 horas, dependiendo de la suerte que tengas con el equipamiento y tu habilidad. El contenido se extiende con los asaltos y la incursión, al nivel de calidad a la que nos tiene acostumbrados Bungie. El camino hasta completar Cripta de la Priedra Profunda requiere bastantes horas, pero merece la pena.
Hay luces y sombras en la llegada de la Estasis, el nuevo poder con el que contarán los guardianes a partir de esta expansión. Durante la aventura su presencia irá creciendo hasta hacernos con su poder; de hecho, las secuencias donde aparece sin control son un auténtico espectáculo visual. La pantalla se llena de efectos que simulan esta congelación directa de la Oscuridad. Este análisis ha sido realizado en base a un Titán, y en este sentido nos hemos encontrado varios recursos que potencian todavía más la capacidad destructiva del rol. La súper, Terremoto Glacial, crea ondas que congelan a los enemigos al golpear el suelo. Todas las habilidades, incluida cuerpo a cuerpo, giran alrededor de minimizar a los rivales a tu alrededor.
Mientras que en PVE se siente bien, cuando llegamos al Crisol todo cambia. Los poderes de los guardianes con Estasis están muy por encima del resto. Todas las cadenas de habilidad están demasiado sobrepotenciadas; ahora mismo es difícil encontrar una partida que recuerde al viejo PVP, y eso es uno de los temas que decíamos al inicio: a lo largo de los meses su equilibrio será vital para mantener a flote la escena competitiva.
Es indudable extraer como conclusión que Destiny 2 ofrece menos posibilidades a los guardianes que aterricen por primera vez con Más allá de la Luz. El nuevo inicio en el Cosmódromo es toda una declaración de intenciones ante la decisión de incluir el almacén de contenido. Faltan muchos de los escenarios que nos han acompañado estos años. Decimos adiós a Mercurio, Marte, Titán, Ío, La Villa y Leviatán, junto a sus eventos y aventuras relacionadas. Campañas como La Guerra Roja, La Maldición de Osiris y El Estratega forman parte de esta limpieza. Llegan otros provenientes de la primera entrega, como la Cámara de Cristal, pero aun así da la sensación de que lo que vivimos en el juego cuenta con fecha de caducidad. Y es una pena.
Conclusión
Destiny 2: Más allá de la Luz coincide con un momento relevante en el devenir de su universo. La decisión de introducir el almacén de contenido hace que los jugadores que aterricen ahora se pierdan buena parte de las aventuras que nos han acompañado antes de las expansiones. Da la sensación de que todo lo que existe en el juego tiene fecha de caducidad, y es una auténtica lástima. En cuanto a la propia aventura principal de Más allá de la Luz, Bungie refuerza la narrativa y el desafío durante 8 horas de puro Destiny, aunque los tramos que conectan las misiones requieren completar objetivos intrascendentes y que entorpecen el ritmo. La Estasis, por otro lado, es un poder desequilibrado en el Crisol. Más allá de la Luz es, en definitiva, un punto de partida para sus temporadas durante los próximos 12 meses.
Lo mejor
- Bungie sigue ofreciendo paisajes impresionantes. Europa no se escapa al impacto visual.
- Los combates contra los capitanes del clan, Destiny en estado puro.
- Incursión y asaltos iniciales de calidad.
- Fuerza narrativa.
Lo peor
- El almacén de contenido ha desechado buena parte de los contenidos iniciales de Destiny 2.
- La Estasis está desequilibrada en el Crisol.
- Se siente un punto de partida para los próximos 12 meses.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podrían haberlo llevado a cotas más altas. Cómpralo sin miedo.