VIVO Ifea, un móvil con cámara Selfie de quita y pon
La marca china se atreve con el concepto de smartphone modular y mete un módulo de cámara extraíble.
Hace 20 años no existían y los móviles sólo servían para una cosa: Llamar. Luego pasaron a ser un elemento extra, un añadido curioso aunque secundario por su resolución ínfima e incomparable con una cámara de fotos digital. Hoy día, las cámaras de móviles son para algunos el elemento esencial por el que decidirse por uno u otro modelo de smartphone.
Y uno de los elementos que más rápidamente están avanzando, puesto que en 3-4 años hemos pasado de las cámaras de una sola lente a terminales que montan 4, 5 y 6 cámaras ya.
Poder cambiar la cámara del móvil
Los móviles flexibles que llegaron al mercado el año pasado son el primer paso en la siguiente gran evolución de los smartphones. Pero antes hubo otra tecnología que prometía mucho y se quedó en nada, quizás por haber estado demasiado adelantada a su época: los smartphones modulares. El problema para con los teléfonos actuales es que su diseño es cerrado y no admite cambios, algo que marcas como LG intentaron cambiar con terminales como el pionero pero fallido LG G5.
Sin duda, la idea de un móvil modular, o sea, con piezas intercambiables como un PC, es atractiva. Pero en 2016 vimos que el G5 no vendió nada bien, e incluso Google paralizó su Project Ara, un ambicioso proyecto en base a un smartphone modular con componentes intercambiables como si fueran piezas de LEGO.
VIVO Ifea
De las marcas de smartphones que más buscan innovar siempre en este sector, la china VIVO siempre ha querido ir a la vanguardia, y fue de las primeras en montar lectores de huella bajo la pantalla o cámaras ‘Pop up’ deslizantes. De hecho, el mes pasado nos sorprendió con una tecnología que permite a un móvil cambiar de color su carcasa gracias a un material inteligente. Y hoy vuelve al terreno de la telefonía modular para buscar otro posible avance: una cámara extraíble.
El diseño desarrollado por Vivo se basa en una cámara frontal retráctil, que queda oculta en la parte superior del móvil, y que cuando el usuario quiere utilizarla aparece gracias a un motor. Su mayor novedad en este apartado es que, al contrario que otros diseños, el módulo de la cámara puede desmontarse. Por tanto, la cámara frontal se aloja en un módulo desmontable que se conecta mediante un sistema magnético al smartphone. Esto permite que pueda usarse de forma independiente e incluso controlarse mediante comandos de voz.
Se trata, por el momento, de un diseño conceptual que ha sido reconocido por el RedDot Award 2020, pero que puede que veamos en alguno de los nuevos terminales de la marca o bien para finales de este año, o bien ya para 2021. ¿Tendrá más éxito que el resto de elementos modulares que hemos visto en los últimos años?