Los mejores cómics recientes de Marvel y DC

Siempre es buen momento para disfrutar con un cómic. Para abrir sus páginas, reconocer ese olor tan característico y dejar que nos sumerja en mundos de fantasía, mientras sus historias e imágenes hacen volar nuestra imaginación. Tanto si el inminente nuevo videojuego de Los Vengadores o el triste retraso del estreno en cines de las nuevas películas de superhéroes han hecho florecer en vosotros ansias por degustar un buen cómic, como si simplemente os apetece amenizar algunas de las soleadas tardes estivales en las que contamos con tiempo de ocio con una buena lectura, aquí os presentamos varias opciones que consideramos más que interesantes. Nos hemos centrado en las dos grandes editoriales americanas de cómic, Marvel y DC, y hacemos un repaso a algunos de los títulos más destacados de ambas publicados en nuestro país en los últimos tiempos, desde finales de 2018 hasta la actualidad. Vamos a recomendaros tanto series mensuales, como nuevos tomos y tomos recopilatorios de etapas anteriores lanzadas en este tiempo en España, de la mano de Panini Cómics para Marvel y ECC Ediciones en el caso de DC. Sin más dilación, os dejamos con algunas de los mejores cómics que han aparecido en nuestro territorio últimamente, y que os garantizamos que os harán disfrutar de memorables aventuras.

Estela Plateada de Dan Slott y Michael y Laura Allred

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Comenzamos con uno de los cómics más especiales de los últimos años, una irrepetible y conmovedora epopeya espacial que se sitúa sin duda entre lo mejor que ha publicado Marvel en su ya dilatada historia, y una de esas publicaciones que hacen que el apelativo de “La casa de las ideas” que recibe la editorial esté más que merecido. Entre 2014 y 2017, el equipo creativo formado por Dan Slott a los guiones, que venía de hacer un trabajo fantástico con nuestro trepamuros favorito, entre otros grandes trabajos para Marvel (como esa Hulka a lo Ally Mcbeal), y el matrimonio Allred en el apartado visual, nos ofrecían una memorable etapa del Surfista Plateado, quien había debutado en 1966 en el número 48 de Los 4 Fantásticos. A lo largo de los 14 números del volumen 7 y otros 14 del volumen 8 de la colección regular del personaje, vivimos una increíble reinterpretación del mismo que a la vez sabía ser tremendamente respetuosa con la historia y el legado de un personaje de tanto peso dentro de la editorial.

Inspirándose en las series británicas de ciencia ficción de las que el señor Slott era seguidor acérrimo, más en concreto en un Doctor Who de cuya influencia es deudora inequívoca esta gran obra, esta etapa da un vuelco a la vida del Surfista introduciendo una compañera de aventuras de modo similar a lo que acontece en las aventuras del Doctor, de nombre Dawn Greenwood, con la salvedad de que este soberbio personaje le disputa el protagonismo al mismísimo Estela, llevando tanto o más el peso de la aventura que el bueno de Norrin Radd. Dawn es una de las mejores adiciones al universo Marvel que hemos visto en los últimos años: valiente, decidida, ingenua, cabezota y con un corazón tan enorme como ese universo que va descubrir en compañía de su plateado amigo. La relación que se irá forjando entre ellos es uno de los puntos más destacados de la serie, y su evolución nos atrapará y nos dejará momentos memorables, con un Surfista en su vena más exploradora del universo que nunca, pero a la vez enormemente atormentado por los errores que cometió como heraldo de Galactus, y veremos como la influencia de la señorita Greenwood juega un papel vital en la redención y aceptación de su pasado de nuestro surfista favorito. Todo ello mientras ambos recorren hasta el más recóndito rincón del universo, en una sucesión de sorpresas y aventuras que nos mantendrá pegados a las páginas de esta joya del cómic.

Y si los guiones y la interpretación del personaje que hace el señor Slott son un rotundo éxito, el apartado visual no se queda en absoluto atrás. Si hay un dibujante único, original y que sabe darle una nueva dimensión a la narrativa con su trabajo, ese es Michael Allred. Y si hay alguien que con su trabajo a los colores pueda poner la contrapartida adecuada, resaltando la obra de este y dándole una verdadera nueva dimensión a su trabajo, esa es su esposa Laura Allred. El trabajo que ambos realizan en esta saga es arte con mayúsculas, en una soberbia explosión pop art digna de una exposición de Warhol. Cada viñeta es digna de enmarcar, en un increíble sucesión a cada cual más sorprendente e imaginativa, y que efectivamente nos ofrece un universo de descubrimientos maravilloso. Es increíble el impacto y todo lo que aporta el apartado visual al guion, y la sorprendente variedad de recursos empleado por los Allred, como esa cinta de Moebius que nos hace leer el cómic en bucle, y que le valió el prestigioso premio Eisner a mejor historia unitaria a ese número de la colección en 2016. No es habitual que un equipo creativo se mantenga invariable durante tantos números, y el trabajo de los 3 es colosal, con un cariño, respeto y amor por sus personajes como pocas veces se ha visto.

Hacemos esta recomendación porque Panini Cómics ha editado recientemente un tomo Omnibus que recopila la etapa completa, 696 páginas con tapas duras, papel de alta calidad y tamaño superior a la grapa tradicional, en una edición de auténtico lujo que como remate incluye un precioso póster de generoso tamaño. Hay cómics que son especiales, y que cuando uno los lee rápidamente se percata que está ante algo que se recordará en el tiempo como algo verdaderamente grande, y esta maravillosa e irrepetible etapa de Estela Plateada sin duda alcanza dicho estatus. Estamos ante un cómic que no necesita tener ningún bagaje anterior para ser plenamente disfrutado, es más, hacerlo de esta forma le da un toque especial al ir cogiendo la trama y sus implicaciones a la par que la señorita Greenwood descubre las maravillas del universo, una simple terráquea que desconoce por completo al Surfista Plateado y toda la historia cósmica de la editorial. También disfrutaremos de apariciones estelares de otros héroes y villanos de la casa, para añadir emoción a la aventura. Si os apetece leer un cómic de superhéroes diferente, conmovedor, sorprendente a cada viñeta, artísticamente superlativo, y con uno de los finales más emotivos que recordamos y que os garantizamos que os va a sacar más de una lagrimilla, no busquéis más. Y por supuesto, os garantizamos que la intrépida Dawn Greenwood os va a robar el corazón de forma inevitable. 80 años lleva ya Marvel haciéndonos soñar con sus historias, y para nosotros este cómic es de lo mejor que ha salido de sus oficinas en todo este tiempo.

DCsos

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Continuamos fuerte, nada más y nada menos que con los héroes de DC devorándose, literalmente, unos a otros. Tras lo que aparenta ser una nueva derrota del todopoderoso tirano Darkseid a manos de La Liga de la Justicia, este huye a su planeta tras secuestrar al héroe Cyborg. Empleando la caja madre de este, libera la ecuación de la Antivida, pero sus ansias de destrucción se le van de las manos y crea un virus tecnoorgánico que infecta a todo el que se le pone por delante, convirtiéndolos en mortales seres cuyo único fin es propagar la ecuación y la muerte en vida a su paso. La destrucción y desolación que esto provoca es absoluta, y ni siquiera los héroes más poderosos del universo DC están a salvo del peligro. Es más, es posible que acaben convertidos en las mayores amenazas a las que el universo haya hecho frente nunca en caso de caer víctimas de la infección. Y dado que estamos en uno de los 52 universos alternativos de DC y no en el principal, las bajas aquí serán múltiples, dolorosas y no entienden de estatus ni posición a la hora de llevarse por delante a quién sea. Preparaos, porque las bajas en el bando de los héroes serán indiscriminadas.

El guionista Tom Taylor ya había dado muestras de su enorme talento para tejer universos paralelos en DC con esa maravilla que fue la adaptación al cómic del videojuego Injustice: Gods Among Us, otro cómic imprescindible que también os recomendamos sin duda. El señor Taylor posee además un amplio bagaje en cómics de las sagas Star Wars, Xmen, Lobezno o el Escuadrón Suicida, por lo que no sorprende la excelente labor realizada con este apocalipsis DCíta. Lejos de ser una mera imitación de aquel Marvel Zombies que el mismísimo Robert Kirkman lanzara unos años atrás para la competencia, esta brutal saga sabe tener identidad propia. Comenzando por unos infectados que no son zombies propiamente dichos, sino meros portadores de la ecuación en su afán por erradicar la vida del universo. El ritmo también es algo más pausado de lo habitual, pero veremos como la devastación llega, literalmente, a cada rincón de este mundo de DC que ya nunca volverá a ser el mismo.

El estilo sucio y detallado del dibujante Trevor Hairsine encaja como anillo al dedo en este drama de proporciones catastróficas, y nos deja una sucesión de viñetas impactantes de las que quitan la respiración. Haciendo un uso comedido de la hemoglobina y la casquería, el señor Hairsine nos presenta varias ilustraciones brutales e increíbles, que nos presentan a algunos de los seres más poderosos de DC en estados en los que nunca pensamos que los veríamos. Todo ello para ofrecer una saga que se devora con las misma avidez que emplean los infectados con sus víctimas y que atrapa tanto que seguro os leéis de una sentada.

Para la edición española, la editorial ecc que se encarga del material de DC en España ha publicado 6 números en grapas, 3 de 24 páginas, 1 de 32, otra de 48 y una de 72, lanzadas entre finales de 2019 y principios de 2020, por lo que tenéis la obra completa ya disponible para haceros con ella. La serie ha funcionado tan bien que en USA el señor Taylor ya está publicando las secuelas, que veremos pronto también por aquí. Entretenimiento directo, visceral y sin concesiones es lo que nos ofrece esta serie que nos ha encantado y nos ha dejado sin aliento a lo largo de sus páginas, y que os garantizamos que no os va a dejar indiferentes. Para nosotros, este DCsos (tan hábilmente traducido del original DCeased) es una de las propuestas más interesantes de los últimos meses dentro de la casa de Superman y Batman entre otros grandes personajes. Otra cosa es que dichos personajes no salgan nada, pero nada bien parados de esta truculenta obra.

Dinastía de X/ Potencias de X

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Los que otrora fueran una de las puntas de lanza de Marvel y uno de sus indiscutibles buques insignia, llevaban ya una dolorosamente larga temporada sin rumbo y con un estado de salud más que preocupante. La calidad de las obras de los mutantes y la popularidad que estos gozaban estaban en uno de sus momentos más bajos, quizá el que más. Hacía falta un golpe de timón e insuflar nuevos bríos en una franquicia que lo fue todo para la editorial. Y quien mejor que un Jonathan Hickman que ya nos había dejado entre otras cosas una etapa fenomenal de Los Vengadores coronada con esa tremenda saga Infinito que tanto influenció a Infinity War y Endgame en los cines, y que tan bien llevó las riendas del mega evento Secret War de 2017 para poner patas arriba literalmente el universo Marvel con un crossover de dimensiones nunca vistas antes. Con total carta blanca por parte de los mandamases para explayarse a gusto, el señor Hickman le ha dado la vuelta al universo mutante como nunca habíamos visto antes en saga alguna, tomando decisiones increíbles y modificando el status quo de los mutis de forma impensable. Y si bien dicha labor ha sido demasiado radical para los seguidores más clásicos de la familia mutante, estas dos obras les han devuelto todo su esplendor y los han situado como una de las sagas más interesantes de Marvel en la actualidad, surgiendo de este evento a la limón en dos cabeceras multitud de colecciones mutantes que están funcionando de maravilla.

Dinastía de X y Potencias de X son dos cabeceras complementarias que conforman el mayor y más importante evento mutante en años, y que deben ser leídas de forma conjunta y alternada como se indica en los propios cómics, constando de 6 números cada una de ellas. La premisa no podría ser más rompedora. Liderados por un Charles Xavier como no habíamos visto antes nunca, decidido a salvaguardar a la raza mutante a toda costa, estos han decidido fundar la nación mutante independiente de Krakoa, en la isla viviente así llamada. Un lugar donde todos los mutantes son bienvenidos, y cuando decimos todos, todos son. En pos de salvaguardar la especie frente a la amenaza del Homo Sapiens, los que eran enemigos irreconciliables dentro de la raza del Homo Superior han formado una alianza que nunca se nos ocurrió soñar con ver posible. Así, nos os sorprendáis al ver sentados en el mismo consejo que dirige los designios de la nación mutante al propio Charles Xavier, algunos de sus pupilos de la Patrulla X, y viejos e irredentos rivales como Magneto, Mister Siniestro, miembros del Club Fuego Infernal o el mismísimo Apocalipsis entre otros. Lejos quedan dolorosos fracasos como la nación mutante de Genosha, y en esta ocasión la cosa va muy en serio. Las increíbles revelaciones de un importante personaje de la saga que aquí desvela poderes que se le desconocían, hacen que Xabier no dude en llevar hasta las últimas consecuencias su sueño, en una colosal obra de ciencia ficción que transcurre en el pasado, el presente y varios futuros para ofrecernos uno de los mejores cómics del momento.

Para el apartado visual, contamos con dos dibujantes, uno para cada una de las cabeceras que forman este espectacular renacer mutante. Para Dinastía de X tenemos a nuestro paisano Pepe Larraz, quien hace una labor descomunal ofreciéndonos su mejor trabajo. Ya llevaba tiempo despuntando en La casa de las Ideas el señor Larraz, pero con este trabajo se sitúa definitivamente como uno de los dibujantes más pujantes de la Marvel actual. Su trabajo es escandaloso y muy personal, quedando en la retina para siempre esa reinvención tan suya del profesor Xabier. Y por el camino, nos deja varias de las secuencias más espectaculares y dramáticas que hemos visto en cómic alguno de la Patrulla X, con imágenes contundentes en escenas que se os van a grabar a fuego. Para Potencias de X tenemos al brasileño R.B. Silva, otro dibujante que ya llevaba una temporada dejando grandes trabajos en Marvel, y que al igual que nuestro compatriota nos deja aquí su mejor trabajo. Hay que destacar su enorme visión y talento para representar varios futuros desoladores de forma magistral y con mucho empaque. Ambos dibujantes hacen un trabajo mayúsculo al conocer y respetar el enorme legado de la franquicia, pero a la vez saben darle su toque personal y acompañan de forma fantástica al bueno de Hickman en esta colosal reinvención mutante.

Estamos sin duda ante uno de los mejores cómics de la actualidad, tanto por su enorme calidad a todos los niveles, como por su mayúscula importancia para entender el presente y el futuro de la editorial y el enorme peso que van a tener los mutantes en ella fruto del nuevo statu quo aquí adquirido. Desde luego, la revitalización ha sido un mayúsculo éxito, y si antes de esta obra teníamos a los mutantes medio moribundos, de aquí han salido multitud de nuevas cabeceras en lo que se ha dado en llamar Amanecer de X. El propio Hickman se encarga de las series mensuales en grapa de Patrulla X y Los Nuevos Mutantes, saliendo este mes de agosto el número 5 de ambas y siendo las dos más que recomendables. También destacan las colecciones X Force, más en plan operaciones encubiertas que nunca, y cuyo primer número nos deja un cliffhanger demoledor, o esa Merodeadores con Kitty Pride, Emma Frost y Tormenta en plan bucaneros que tanto está gustando. Excalibur o Ángeles Caídos son otras colecciones mutantes que han surgido de esta obra. Por no hablar de la esperadísima vuelta a colección mensual de nuestro mutante con garras de adamantium favorito, cuyo primer número de esta nueva etapa edita Panini Cómics este mismo mes de agosto en España. Sin duda estamos ante uno de los mejores momentos en la historia para engancharse a leer a los mutantes de Marvel, y desde luego estos majestuosos Dinastía/Potencias de X son un fantástico nuevo punto de partida y uno de los cómics que más nos ha hecho disfrutar y más nos ha enganchado en mucho tiempo.

El Reloj Del Juicio Final

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Vamos ahora con uno de los cómics más controvertidos de nuestro tiempo, y uno de los que más ríos de tinta ha generado desde el momento en que se anunció. En 1986, el escritor Alan Moore y el artista Dave Gibbons redefinieron por completo el concepto de cómic de superhéroes, en una serie limitada de 12 números que se convirtió automáticamente en un clásico rotundo que marcaría de forma ineludible los derroteros del sector y sería una influencia capital en el mismo. Hay pocas obras de tanto peso en una forma de arte como lo fue Watchmen para el mundo del cómic. De ahí que cuando se anunció que en esta serie se traerían de vuelta a los personajes de tan magna obra, no fueron pocas las suspicacias levantadas ante ello. El Reloj del Juicio Final es una de esas obras cuyo grado de aceptación depende mucho del prisma con el que nos acerquemos a ella. Porque efectivamente, si como muchos han hecho lo vemos como una continuación de Watchmen, es muy probable que salgamos decepcionados de aquí. Es prácticamente imposible crear una secuela digna de aquel, y más difícil aún conseguir el impacto que tuvo esa obra. Sin embargo, si nos acercamos a este Reloj del Juicio final como un sentido y trabajado homenaje a Watchmen, como una obra de super héroes que se inspira en las vibraciones de aquel, y como una oportunidad de integrar a los personajes del clásico de Moore en la continuidad del universo DC de forma oficial, y ya de paso atar varios desajustes en dicha continuidad un tanto desmadejada, saldremos de aquí más que satisfechos y con la sensación de haber disfrutado de un grandísimo cómic.

La enorme responsabilidad de afrontar un proyecto de esta magnitud e importancia no es algo que dejar a la ligera sobre los hombros de cualquiera. A ese respecto no hay quejas cuando al guión tenemos al mismísimo Geoff Johns, uno de los grandes arquitectos de la DC moderna, para la que escribió grandísimas obras, entre ellas la soberbia etapa Renacimiento de Green Lantern, que la editorial ECC está recopilando recientemente en tomo y que también os recomendamos encarecidamente. El británico Gary Frank nos deja una fantástica labor a los lápices, con un tono que sabe recoger las mejores vibraciones del clásico de 1986. Al igual que ocurría en aquel, esta serie está compuesta por 12 números, en una publicación que quizá se extendió demasiado en el tiempo y se vio afectada por ciertos vaivenes de la editorial y por la dificultad de cuadrarla con otros eventos de la casa, lo que tampoco ayudó a que tuviera el impacto esperado. Como previas, es recomendable leer DC: Renacimiento y Batman/Flash: La Chapa, donde ya se comenzaban a vislumbrar por donde iban a ir los tiros.

El Reloj del Juicio Final transcurre en su mayor parte en el Universo DC actual. Si se nos permite la expresión, es un Universo DC “Watchmenizado”, con la opinión pública mostrando su descontento e incluso rechazo por los superhéroes, en un clima de desastre inminente similar al que disfrutamos en la obra del señor Moore. El mundo de Watchmen apenas se vislumbra al comienzo de la obra y en algún Flashback. Los que sí tienen un peso protagonista en el título son personajes de Watchmen como Ozymandias, el nuevo Rorschach, la pareja de villanos Mimo y Marioneta o un desaparecido Doctor Manhattan, junto con alguna sorpresa. Sin embargo, el verdadero protagonista es el Hombre de Acero, y su papel como personaje vertebrador de todo el multiverso DC, con la particularidad de que aquí se nos presenta una sorprendente fuerza que ha ido tejiendo los designios de su existencia desde las sombras, y como ello ha impactado en los muchos Universos de la editorial. Todo ello en un cómic de super héroes oscuro, profundo y muy maduro, lleno de conspiraciones, tramas ocultas y con una narrativa muy densa y propicia a múltiples lecturas. Además de los personajes de Watchmen y Superman, muchos de los grandes personajes de DC hacen su aparición en este cómic. Y como ya se ha comentado, aquí se arreglan varios galimatías de la compleja continuidad del Universo DC, de una forma más que sorprendente y que nunca vimos venir.

Efectivamente, no te acerques a este cómic esperando un Watchmen 2, porque vas a salir muy decepcionado. La excelente serie televisiva lanzada por HBO tampoco le hizo ningún favor a esta obra, ya que las comparaciones entre ambas son odiosas, y el enfoque de las dos no es ni mucho menos el mismo. Lo que es innegable es que estamos ante uno de los mejores cómics de superhéroes que hemos leído en años, y que como homenaje a Watchmen sí funciona, demostrando un respecto y cariño por ese incunable mayúsculo, tanto a nivel de guión como con un trabajo visual excelso. Dejando a un lado polémicas y decepciones, a nosotros nos ha encantado y nos ha parecido una lectura fantástica que no podemos más que recomendar a quien busque un gran cómic de super héroes maduro y oscuro. Y es que a pesar de alguna que otra crítica, la cosa no ha salido tan mal cuando se acaba de anunciar una nueva serie de 12 números de Rorschach a cargo de un Tom King de quien hablaremos un poco más adelante.

Veneno de Donny Cates

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El señor Donny Cates se ha convertido en uno de los principales primeros espadas de la Marvel actual, convirtiendo en oro todo lo que toca y dejándonos varias de las obras más destacadas de la editorial en la actualidad. Tras fantásticas etapas tanto con el titán loco Thanos como con el hechicero supremo Doctor Extraño, ha sido con nuestro simbionte favorito con quien ha dado definitivamente con la tecla para ofrecernos una de las series mensuales más atractivas e interesantes que publica la casa de Stan Lee ahora mismo. Y además lo ha hecho dándole la vuelta completamente a todo, tanto al origen del simbionte como a la vida personal de un Eddie Brock que vuelve a ser portador del traje alienígena tras “prestárselo” a otros anfitriones. El enorme éxito y popularidad de los que está gozando esta serie actualmente viene principalmente por la enorme habilidad del señor Cates para poner literalmente patas arriba el universo simbionte, dejándonos un constante goteo de revelaciones que echan por tierra todo lo que sabíamos de nuestro antihéroe favorito hasta ahora. Si al buen hacer del guionista añadimos un dibujante en estado de gracia como es Ryan Stegman, convenientemente substituido en un par de ocasiones por un gran conocedor del personaje como es Iban Coello, tenemos un auténtico caballo ganador. A la hora de recomendar una serie mensual de Marvel para leer en la actualidad, este Veneno de Donny Cates es uno de los principales candidatos, siendo una de las grapas que más está conquistando a los lectores. La serie está actualmente por el número 20, siendo fáciles de conseguir en vuestras librerías locales ya que se encuentra en stock toda la saga.

¿Y cómo ha puesto patas arriba el universo Veneno el señor Cates? Pues principalmente presentándonos a Knull, un dios cósmico de la oscuridad creador de los simbiontes, lo que reescribe por completo el origen de estos y nos presenta un nuevo antagonista que por lo que parece tiene muchísimo que decir y va a tener mucho peso no solo en esta colección, si no a nivel global en la editorial como deja caer esa visión del Rey negro que comparten Galactus y Franklin Richards en un cómic del que hablaremos más adelante. Knull es un malo malísimo que nos encanta, y que amenza con llevarse por delante a quién se tercie en su afán por erradicar la luz y la ida del universo. Añadimos a la mezcla monstruos mitológicos, experimentos del gobierno americano con simbiontes para mandar soldados letales a la Guerra de Vietnam, irrupciones de personajes del Universo Ultimate o un Eddie Brock más humano y vulnerable que nunca con sorpresas que le darán un vuelco a su vida y a su manera de afrontar su lucha, y tenemos una de las series mensuales estrella de Marvel sin la menor discusión posible. Es fantástica la habilidad de Donny para a la vez tejer complejas tramas cósmicas de gran alcance, y a la vez saber saber presentar personajes profundos y complejos. Aquí nos conquista con las cosmología creada en torno a Knull, pero a la vez nos presenta a un Eddie Brock como no habíamos visto nunca y que nos encanta, haciendo frente a amenazas cósmicas y ancestrales y a la vez a sorprendentes y mucho más mundanos problemas.

Ni siquiera el cruce en 3 números con el evento “La Guerra de Los Reinos”, en los que el equipo titular se tomó un descanso, ha hecho mella en la serie, cosa que tampoco ocurre con el cruce con el evento que os mostraremos a continuación nacido de estas mismas páginas. Todavía sin terminar, en la actualidad estamos inmersos en un atractivo arco denominado Venom Island, heredero de aquel clásico Spider Island, donde el señor Stegman ha dejado paso a otro gran dibujante con enorme bagaje con el personaje, un Mark Bagley que tantos y tan grandes trabajos nos ha dejado en el pasado. Se nota cuando un escritor está en estado de gracia, y el señor Cates es ahora mismo una de las principales bazas de la editorial. Aunque ha sido tristemente corta y no ha mantenido el enorme empuje inicial con el que arrancó, también os recomendamos leer la etapa de Cates en los 12 números de Guardianes de la Galaxia que escribió hasta hace unos meses. En general toda la obra del tejano para Marvel es más que recomendable, como esa locura llamada “El bebé Thanos debe morir”, donde un enajenado Punisher convertido en motorista fantasma cósmico en la etapa de Cates en Thanos viaja en el tiempo para matar al titán antes de que se convierta en la amenaza definitiva que llegó a a ser. También están por todo lo alto las expectativas por ver lo que nos ofrece a los mandos de la nueva saga de Thor tras la gran etapa de Jason Aaron con el dios nórdico, cuyo primer número tenéis calentito este mismo mes. Y por supuesto este Veneno que posiblemente sea la mejor encarnación del simbionte y el irascible Eddie Brock que hayamos podido disfrutar en página de cómic alguna.

Matanza Absoluta

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Como colofón y punto y seguido a la excelente etapa de Veneno anteriormente mencionada, tenemos este evento que francamente nos ha encantado. Además, en contra de lo que ha ocurrido en otras ocasiones con otros eventos de Marvel, en este caso tenemos algo muy contenido y centrado en los números que componen el mismo en sí. Cierto es que ha tenido cruces o “tie ins” con series como Los Vengadores, Inmortal Hulk o Capitana Marvel entre otros, pero no son necesarios para disfrutar del evento y sirven más como complemento. La edición USA contó con 5 números en grapa, recopilados en la edición española por la gente de Panini en 3 únicas grapas. Y si bien es muy recomendable leer los 14 primeros números del Veneno de Cates, y los 3 siguientes que se cruzan con Matanza Absoluta, también es una lectura que podremos disfrutar independientes de aquellos, aunque nos perderemos bastantes cosillas. Y pese a que el título evoca a aquel Matanza Máxima que ejemplifica casi todo lo que se hizo mal en los 90 en el mundo del cómic (aunque le tengamos cierto cariño y nos dejó un competente brawler para las 16 bits), el señor Cates tiene las cosas muy claras, y pese a que le rinde cierto pequeño tributo eventual con alguna cosa más que el título, nos deja un tebeo que es una auténtica gozada de leer. Contando además con el plus de mantener a su dibujante de Veneno, un Ryan Stegman que si en aquella colección hace un trabajo espectacular, aquí está totalmente desatado en una sucesión de viñetas espectaculares que por momentos cortan la respiración.

¿Y de qué va esta nueva locura del señor Cates, os estaréis preguntando? Un culto de adoradores del dios Knull ha rescatado el cuerpo sin vida de Cletus Kasady, fallecido en un enfrentamiento previo contra varios de los héroes de Marvel, y lo han traído de vuelta de entre los muertos. Un Matanza más poderoso y desquiciado que nunca pretende despertar al dios negro y traerlo a la tierra. Para ello necesita una parte de todo aquel ser humano al que se haya unido un simbionte en algún momento, contenido en lo que se denominan códices presentes en la columna vertebral de los antiguos portadores del ente alienígena. Teniendo en cuenta que más de media plantilla de héroes Marvel ha estado unida en algún momento con un simbionte (ver el cómic “Venenizados”, por poner un ejemplo reciente), ya tenemos servido un brutal choque de titanes entre un Matanza hiper vitaminado cuyos poderes aumentan con cada códice que recolecta (arrancando, literalmente, médulas espinales, de formas muy gráficas en alguna ocasión) y varios de los grandes personajes de Marvel, liderados por un Veneno al que no le queda más remedio que asociarse con el mismísimo Peter Parker para salir airoso de una situación que amenaza con ser catastrófica.

Matanza absoluta es un visceral cóctel de acción de lo más brutal, con unos héroes llevados al límite por un Matanza pasadísimo de vueltas como no lo habíamos visto nunca antes. Conservando ese toque que Donny Cates sabe imprimir a sus obras, ese algo más y esa profundidad y conocimiento de los personajes, estamos ante una de sus obras más directas, un tour de force que te deja sin aliento, lleno de tensión y momentos al límite. Cierto es que nos deja con un final demasiado abierto, pero como ya os hemos comentado el dios negro Knull va a ser una pieza de fundamental importancia en el futuro de la editorial, por lo que pronto sabremos como continua esta locura. Estamos ante un cómic divertidísimo que se lee del tirón y se disfruta mucho. Y nuevamente, afirmamos que nos encanta este Veneno de Cates y no podría alegrarnos más como está retratando a un Eddie Brock al que cada día queremos más. Y si los 3 números del evento os dejan con ganas de más, además de los “tie ins” tenéis los 2 números del especial “Matanza Absoluta Vs. Masacre”, más locura aún si cabe, con un mercenario bocazas que es el único personaje Marvel que se ha unido nada más y nada menos que con 5 simbiontes diferentes, lo que lo convierte en objetivo prioritario para Cletus Kasady en su afán por recolectar códices para despertar al dios Knull. Dos grapas de auténtica locura a la altura de lo que nos tienes acostumbrados el bueno de Masacre, y que además nos permite visitar uno de esos lugares del universo Marvel que tanto nos gusta, la institución mental para criminales dementes Ravencroft. Divertidísimo y más que recomendable evento.

El Green Lantern de Grant Morrison

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Entre todas las series mensuales que publica actualmente DC, hay una en particular que nos tiene enganchadísimos y nos parece de lo mejor de la editorial ahora mismo. No es de extrañar si tenemos en cuenta que a los guiones de la misma está nada más y nada menos que todo un Grant Morrison. Y sin ser ni de lejos la mejor obra del escocés, que en el pasado nos dejó trabajos como esas enormes etapas de Animal Man o La Patrulla Condenada, o dos clásicos como “Asilo Arkham” o “All Star Superman” sí que estamos ante un fantástico cómic que sabe tener muchísima personalidad y un rumbo propio muy particular. Porque el señor Morrison no es un escritor cualquiera, y lejos de dar continuidad a la etapa anterior del personaje, le ha dado un enfoque totalmente nuevo que la verdad nos ha encantado. El protagonista de la serie es un Hal Jordan que como bien afirma una contundente frase en la portada del primer número de esta saga, ha venido para impartir justicia en las estrellas. Y este es uno de los principales cambios y señas de identidad de esta etapa, con un Hal Jordan convertido en poli intergaláctico que no dudará en emplear métodos expeditivos para erradicar el crimen hasta en el confín más remoto del cosmos. Y la verdad es que esta reinterpretación nos ha encantado y nos tiene mes a mes ávidos por ver con qué nuevas locuras nos sorprende el guionista escocés. Estamos además ante una de esas colecciones que suponen un excelente punto de entrada para el lector neófito, ya que disfrutaremos totalmente de la serie aunque desconozcamos por completo al personaje o no hayamos leído nada de él con anterioridad.

El señor Morrison no utiliza una estructura de arcos propiamente dicha en esta obra, con varios episodios autoconclusivos con una trama común, y nos deja una narrativa retorcida que siempre nos mantiene a la expectativa de qué será lo siguiente con lo que nos va a descolocar el escocés. Porque sin llegar a los niveles de transgresión que nos ofreció en el pasado, nos deja benditas locuras, literalmente, por ejemplo con el mismísimo Dios comprando la Tierra en una puja clandestina alienígena. ¿Queréis más? Pues tenéis vampiras alienígenas sedientas de sangre, letales némesis de antimateria, conspiraciones cósmicas y un sinfín de sorpresas. Todo ello engalanado con la soberbia labor del británico Liam Sharp, con unos dibujos psicodélicos y sobrecargados hasta el extremo, dejándonos infinidad de detalles en cada viñeta. El tono orgánico del dibujante supone un cierto contraste con lo visto anteriormente en otros cómics del portador del anillo, pero lo que aquí se muestra en cada página resulta maravilloso, y apoyado en la también fantástica labor de de Steve Oliff dándole color a los trazos del dibujante, rematando un apartado visual que nos encanta y nos parece otra de las poderosas razones por las que recomendamos esta obra.

Esta fenomenal etapa se encuentra actualmente en el número 15 de la colección, por lo que todavía es buen momento para subirse a ella desde un comienzo, estando todos los números en stock sin problema. Como ya se ha comentado, es una serie ideal para nuevos lectores, y tanto a nosotros como al público en general nos está encantando y nos parece una de las mejores y sobre todo más sorprendentes series mensuales de DC en la actualidad. Es un auténtico placer surcar los confines del cosmos en compañía de un Hal Jordan a quien Grant Morrison ha convertido en un rudo poli intergaláctico. Y si os apetece leer más Green Lantern, os recomendamos muy mucho los tomos recopilatorios de la etapa Renacimiento de Geoff Johns que lleva unos meses publicando ECC, auténtico cómic de superhéroes en la mejor tradición del mismo que nos parecen joyas auténticas. Tenéis 3 volúmenes en tapa dura por el momento, Green Lantern Vol. 1: Renacimiento, Vol 2: Sin miedo y Vol 3: La Venganza de los Green Lanterns. Imprescindibles.

Salvajes Vengadores

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Nos vais a permitir una pequeña licencia. Porque este no es un cómic que será recordado como especial con los años. Ni siquiera es un grandísimo cómic. Pero de vez en cuando viene bien uno de esos placeres culpables que nos entretienen sin ofrecernos algo profundo y complejo pero nos hacen disfrutar sin complicaciones. Y este brutal cómic lo consigue sin duda. No dejemos que el título del mismo nos engañe, ya que ni estamos ante una nueva formación de Los Vengadores, ni cuenta siquiera la serie con un equipo definido y más o menos habitual. Estos Salvajes Vengadores vienen a ser una suerte de “Conan Team Up”, con nuestro Cimmerio favorito rodeándose de varios de los personajes más duros y expeditivos de la editorial para buscar una excusa para ofrecernos una generosa dosis de acción y violencia. Ya vimos en el pasado al bárbaro en otros cómics con personajes de Marvel, pero eran “What if´s” fuera de continuidad. Aquí tenemos a Conan oficialmente como miembro de pleno derecho de la realidad 616 de Marvel. El cimmerio llegó a este universo en la aventura de Los Vengadores “Sin Camino de Vuelta” publicada el año pasado, en 6 grapas que también os recomendamos mucho en una fantástica epopeya que recupera el mejor sabor clásico de las aventuras de los héroes más poderosos de la Tierra.

La cosa empieza más que fuerte, en un mítico entorno del Universo Marvel tan hostil e inhóspito como es La Tierra Salvaje, con los señores Conan y Lobezno clavándose objetos punzantes mutuamente de forma insistente sin siquiera tener muy claro como han llegado a tan airado intercambio de pareceres. Pronto veremos que un viejo enemigo de Conan también ha llegado a esta realidad, y pretende realizar un ritual impío con la sangre de personajes destacados para invocar a un infame dios destructor. A la refriega se unirán personajes que no destacan precisamente por su diplomacia o tendencia a solucionar los problemas con buenas palabras, como Veneno, Elektra, el profesor Vudú o el Castigador. Con semejante elenco del lado de Conan (más o menos…), queda patente que no vamos a leer un cómic pausado para antes de dormir. Salvajes Vengadores es una ración mensual de acción a raudales, hemoglobina e imágenes impactantes con una generosa ración de violencia. Ni su guión ganará ningún premio ni la trama formará parte de la historia de la editorial, pero su propuesta funciona y nos deja varios momentos de esos que te dejan con una sonrisa en la cara mientras lees ante semejante despliegue.

A los mandos de la obra tenemos al guión a un veterano de la casa, Gerry Duggan, que entre otros proyectos escribió una gran y extensa etapa de Deadpool/Masacre. Más recientemente lo hemos visto en Los Guardianes de La Galaxia pre Cates, y en el último gran evento cósmico de Marvel, esas Guerras del Infinito que tan fuerte comenzaron y se acabaron desinflando un tanto. Precisamente, en ese evento Duggan coincidiría con el que ha sido el dibujante de los 5 primeros números de la serie, el brasileño Mike Deodato, otro viejo conocido de Marvel con varios trabajos de envergadura a sus espaldas. Su estilo sucio y oscuro casa muy bien con el enfoque de la serie, y es una lástima que abandonara la misma tan pronto. La serie va actualmente por el número 10, y los últimos números han subido el listón dejándonos con ganas de más. Cierto es que esta serie nunca ganará un premio Eisner ni por asomo, e incluso es cierto que con semejante plantel se le podría haber exigido algo más como claman ciertas críticas. Pero cierto es también que de vez en cuando está bien poner el piloto automático y dejarse llevar. Y si los encargados de ello con unos Conan, Lobezno o el Castigador con muchas ganas de marcha entre otros, bienvenida sea la dicha.

Los Picapiedra

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No, ni nos hemos confundido ni nos hemos vuelto locos. Puede que sorprenda ver a esta famosísima familia prehistórica en un texto recomendando cómics de DC y Marvel, ya que por todos es conocido que Los Picapiedra es propiedad de Hanna-Barbera. El caso es que en 2016 DC firmó un acuerdo con el estudio de animación para sacar cómics de varios de sus personajes, como Los Autos Locos, Los Supersónicos o Pierre Nodoyuna y Patán (que protagonizaron una serie a lo Top Gun). Lo que en un principio parecía un movimiento cuanto menos arriesgado, se saldó con un puñado de buenas obras de calidad más que sorprendente. Y de entre todas ellas, destaca en especial esta fabulosa sátira social protagonizada por la familia prehistórica más popular que hemos conocido. Dejando atrás el aire infantil de la serie de dibujos animados, conservando muchas de las señas de identidad de la misma, y buscando un enfoque maduro impregnado de una ácida crítica de varios de los pilares de la sociedad, estamos ante uno de los grandes cómics de los últimos años. Un cómic que es una delicia y que además se lee perfectamente sin ningún bagaje anterior, lo que lo hace ideal como recomendación para aquel que le apetezca disfrutar de un estupendo cómic incluso si no ha leído ninguno previamente o desconoce por completo a estos personajes.

Si bien ya había hecho un gran trabajo en el reboot del cómic Prez que guionizó en 2015 también para DC, la excelente labor de reinterpretación y nueva dimensión que le dió el escritor Mark Russell a Los Picapiedra sorprendió a propios y extraños. Conservando como ya se ha comentado muchas de las señas de identidad de la serie, convirtiendo a Pedro Picapiedra en un personaje mucho más profundo y complejo, el señor Russell ofrece una obra madura llena de mordaz y ácida crítica que toca temas como la religión, las necesidades del ser humano, el matrimonio o la realización personal entre muchas otras para ofrecernos una obra deliciosa. Todo ello lleno de un humor muy cínico y afilado, y de frases inteligentes que nos hacen pensar. El dibujante Steve Pugh nos deja un gran trabajo a los lápices, dándole a la obra un toque más realista y estilizado que el de los dibujos, totalmente acorde al tono maduro de la serie. Destaca además de por su impecable acabado general, por lo imaginativo de los ingenios prehistóricos, especialmente todos los que tienen que ver con animales. Y pese a las adaptaciones a este nuevo acabado visual, sabe realizar un trabajo donde todos los personajes y lugares son perfectamente reconocibles con respecto a la serie de dibujos original.

La serie se compone de 12 números autoconclusivos, enmarcados todos ellos dentro de un hilo general común. La lectura de esta obra supone un auténtico placer, es una de esas obras que devoras mientras sientes que estás sumergido en uno de esos universos que recordarás cuando remates la lectura. Como todo el material de DC publicado en España en los últimos años, esta indispensable colección ha sido editada en nuestro país por ECC, en un tomo en tapa dura de 320 páginas que incluye los 12 números lanzados en su momento en USA. Pese a no conseguir finalmente ningún galardón, Los Picapiedra consiguió tres nominaciones en los Premos Eisner de 2018, en las categorías de mejor serie limitada, mejor serie de humor y mejor guionista, lo que nos da una idea de la calidad que atesora esta obra. Ideal si os apetece una lectura ligera pero con mensaje y muchísimo humor con unos personajes que os van a atrapar. Y por supuesto, una de las mejores opciones para aquel que no sea lector de cómics, porque va a disfrutar plenamente de la obra sin necesidad de ningún conocimiento o lectura previa, lo que también lo convierte en un regalo ideal ya que acertaréis seguro. Creednos, estamos ante uno de los mejores cómics de los últimos años, una obra especial de verdad.

Spiderman: Toda Una Vida

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No está nuestro trepamuros favorito atravesando su mejor etapa ahora mismo, la verdad. Pese a que mes a mes seguimos teniendo en nuestras librerías de cómics favoritas nuestra ración mensual de Spiderman con varias colecciones que gozan de cierta salud, tanto la serie principal como las demás no nos están dejando una ración de cómics a la altura del glorioso pasado de nuestro amistoso vecino, en una etapa que no pasará precisamente a los anales de lo más granado del personaje. Afortunadamente, los 6 números que componen esta soberbia obra nos han traído de vuelta al mejor Spiderman, y para nosotros estamos ante un nuevo clásico moderno del trepamuros que esta vez sí será recordado y alabado con el tiempo como una de sus grandes obras. Lanzado en 6 números en USA entre marzo y agosto de 2019, Spiderman: Toda una Vida parte de una premisa más que original. Y es que aquí se nos presenta un Spiderman que envejece a medida que transcurre la obra, de modo que el primer número transcurre en los años 60, y los 5 siguientes en las décadas de los 70, 80, 90, 2000 y 2010, y vemos el efecto del paso de los años tanto en Peter Parker como en todos los demás personajes del Universo Marvel que aquí aparecen. Todo ello para mostrarnos los casi 60 años de aventuras de Spiderman, de forma que en este cómic se nos presentarán varios de los momentos más míticos de las andanzas del héroe, desde una perspectiva algo diferente eso sí ya que estamos ante una suerte de What if.

Enmarcado dentro de la celebración del 80 aniversario de la editorial Marvel, es la obra que más nos ha gustado de entre todas las lanzadas para tan especial ocasión, junto con otra que comentaremos unos párrafos más adelante. Para estar a la altura del reto de publicar un cómic como este, Marvel eligió con mucho cuidado un equipo creativo con una dilatada experiencia con el personaje. Para el guión tenemos a Chip Zdarsky (pseudónimo del escritor y dibujante de cómics canadiense Steve Murray), quién ya se había encargado de guionizar la excelente etapa de “Peter Parker: El espectacular Spiderman” editada entre 2017 y 2018. Para los dibujos, tenemos al ilustre Mark Bagley, todo un veterano con infinidad de trabajos en Marvel, quien dibujó a Spiderman tanto en los 90 como en la reinvención del personaje en el Universo Ultimate creada por el guionista Brian Michael Bendis, y que también se pasó una buena temporada dibujando a Veneno como ya hemos comentado. Con esta pareja a los mandos, no sorprende el enorme cariño y respeto que desprende toda la obra por un personaje como Peter Parker y su alter ego Spiderman, lo que nos deja una obra que destila aire clásico tanto en los guiones como en el apartado visual, pese al enorme vuelco que da a la perspectiva de la larga trayectoria del trepamuros. Zdarsky hace una labor fantástica narrando una historia preciosa, épica y emotiva a partes iguales, llena de grandes momentos y con un ritmo estupendo que hace que devoremos páginas sin apenas percatarnos. El señor Bagley no se queda atrás, y nos deja una encarnación del trepamuros que nos da la sensación de estar viendo al Spiderman clásico de toda la vida, y nos deja varias viñetas realmente espectaculares.

La buena gente de Panini Cómics ha recopilado en nuestro país las 6 grapas que componen la obra en un precioso tomo de tapa dura de 200 páginas, en una fantástica edición que hace justicia a esta obra imprescindible. Spiderman: Toda una vida es una soberbia carta de amor al personaje que celebra como se merece tanto los 80 años de la editorial como los casi 60 que ya tiene a sus espaldas nuestro amistoso vecino Spiderman. Aquellos lectores más acérrimos del personaje se emocionaran al verlo envejecer y vivir varios de los momentos más icónicos de su trayectoria desde una perspectiva diferente, ya que no olvidemos que estamos ante una realidad alternativa fuera de continuidad oficial. El lector neófito de cómics, tanto en general como si incluso no ha leído absolutamente nada de Spiderman en su vida, disfrutará aquí de una magnífica historia de superhéroes a cargo de un personaje irrepetible, en un cómic emotivo que atrapa aunque no tengamos mucho bagaje con el personaje. Es difícil estar a la altura del legado de un personaje como Spiderman, y ofrecer nuevas obras que consigan al menos no palidecer ante la enorme cantidad de maravillas publicadas sobre él. Afortunadamente, por fin tenemos un nuevo cómic de Spiderman que no solo logra lo comentado, si no que se sitúa como una nueva obra imprescindible y un nuevo clásico de las aventuras del trepamuros, que no podemos más que recomendaros si os apetece leer uno de los mejores cómics de la actualidad.

Thunderbolts: Heroes Return

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¡Ay, los alocados 90! Esos años fueron una etapa cuanto menos compleja para el mundo del cómic en general, y un tanto oscura, por utilizar un eufemismo, para la buena gente de Marvel. Entre el pinchazo de la burbuja del mercado especulativo del cómic en los USA, y varios vaivenes editoriales que no vamos a comentar aquí, pintaban bastos en la casa de Stan Lee, llegando a coquetear con la desaparición. Pero lo que es peor, la calidad de sus publicaciones pegó un bajón tremendamente doloroso, dejando varias obras que casi resultaban extrañas para el lector tradicional, con unos guiones ridículos, unos héroes de lo más edgy difíciles de digerir, y una desastrosa tendencia a retratar unos personajes hipermusculados e hipersexualizados en las posturas más forzadas posibles. Aquel discurrir de acontecimientos estaba espantando a los lectores, y la cosa iba cuesta abajo sin frenos de forma más que alarmante.

Hacía falta un cambio de rumbo radical, y los primeros pasos se darían con el evento Onslaught que afectaría de forma crucial a todo el universo Marvel. Onslaught era un villano surgido de las mentes de Charles Xabier y Magneto, cuando el primero apagó la mente del segundo por sus crímenes. De ahí surgió un ente telepático de poder casi ilimitado, que puso en jaque a los personajes de Marvel como no había acontecido antes. Para derrotarlo, la práctica totalidad de los héroes no mutantes de Marvel se sacrificaron, pereciendo con la criatura mientras los X Men lo remataban. La catástrofe resultó a posteriori no ser tal, ya que el niño Franklin Richards creó un universo de bolsillo que los salvaguardó hasta su vuelta.

El siguiente paso del renacimiento de Marvel vendría con la etapa Heroes Reborn, donde se narraba un nuevo comienzo para varios de los héroes Marvel dentro del citado universo de bolsillo, y que supuso la vuelta a casa de varios de los dibujantes pródigos que se habían fugado años antes para fundar la editorial Image. Jim Lee y Rob Liefeld entre otros nos ofrecerían una nueva etapa de Los 4 Fantásticos, Los Vengadores, Iron Man y El Capitán América, bajo la línea Heroes Reborn. El éxito tampoco fue el esperado, y la situación no mejoró mucho. Había una palabra clave en el éxito de la editorial largo tiempo olvidada en sus oficinas, y que sería vital en el siguiente paso y posterior revitalización de la editorial: Clasicismo. Era necesaria una vuelta radical a los orígenes, a lo que había hecho verdaderamente grandes a los cómics de la casa. Ello vendría con la etapa Heroes Return, que traería de vuelta al universo “oficial” 616 a los héroes desaparecidos. Pero antes de que los héroes volvieran, el peculiar grupo protagonista de este cómic jugaría un papel crucial, y nos devolvería a la mejor etapa de cómics Marvel con una propuesta irresistible.

La premisa es clara: “El mundo necesita héroes”. Los Vengadores, los 4 Fantásticos y varios héroes más han perecido en la batalla con Onslaught. Los mutantes han recibido las culpas del desastre (por una vez, y sin que sirva de precedente, con algo de razón, aunque de manera indirecta…) y la sociedad los ve como una amenaza más. Es hora de que alguien de un paso adelante y ejerza justicia. “Justicia como el rayo”, pensaron en la casa de las ideas. Y de la mano de un clásico, Kurt Busiek, guionista con una trayectoria impresionante a sus espaldas en el mundo del cómic, recibimos esta maravillosa serie de Thunderbolts que supuso un consolador rayo de luz y esperanza para los lectores de cómics a finales de los 90. El señor Busiek entendió mejor que nadie qué rumbo había que tomar para enderezar una Marvel a la deriva, y optó por ese clasicismo y vuelta a las raíces que pedíamos unas líneas más atrás. Thunderbolts nos narra la aparición en un mundo devastado de un nuevo grupo de superhéroes, justo en el momento en que más se los necesita. La serie retomaba el tono que tuvieron por ejemplo Los Vengadores en su mejor época, y nos dejaba aventuras y acción clásica, buenos personajes y ese toque especial de las obras en estado de gracia. Y, por supuesto, esa tremenda revelación al final del primer número de la colección, donde se desvelan las más que sorprendentes identidades de los miembros del equipo, y que dejó a los lectores en estado de shock. No vamos decir más para no destripar la cosa a quien desconozca la historia, pero este hecho supuso un enorme soplo de aire fresco y posibilitó un desarrollo de trama y personajes que tomó carices nunca vistos en el cómic de superhéroes. Para rematar, nuevamente nos encontramos con Mark Bagley volviendo a hacer un trabajo sobresaliente a los lápices. Estos Thunderbolts son de lo mejor que nos obsequió el mundo del cómic en aquel entonces, y supuso una gran influencia para muchas obras que vendrían después. Y es un cómic estupendo que trazó varias de las pautas maestras que seguiría la editorial a continuación.

Panini Cómics editó a finales del año pasado la primera etapa de esta soberbia colección, en un fantástico tomo en tapa dura de 416 páginas que incluye los 12 primeros números de la serie y 3 especiales relacionados con la misma. Este tomo supone una lectura más que recomendada, y os garantizamos que os hará disfrutar mientras estéis con él. Panini está reeditando varias cosas de aquella etapa, tanto de Heroes Reborn como Heroes Return, y dentro de esta última colección aprovechamos para recomendaros el tomo de Ka-Zar, un personaje algo desconocido pero que nos dejó una etapa estupenda que podéis disfrutar en un tomo recopilatorio también en tapa dura. Y si tras leer este tomo os quedan más ganas de Thunderbolts, os recomendamos otra joya dentro del catálogo Marvel, la oscura, decadente y brutal etapa del guionista Warren Ellis a cargo del grupo, recopilada en España en el tomo Thunderbolts: La Ascensión de Norman Osborn.

Mr. Milagro de Tom King

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El genial e irrepetible Jack Kirby nos dejó una de sus grandes obras a mediados de los 70, justo después de fugarse de Marvel directo a la competencia. Sería en DC donde crearía uno de sus proyectos más ambiciosos y de mayor envergadura, en una serie de historias agrupadas bajo lo que se denominó “El Cuarto Mundo”. Precisamente, en 2017 se cumplían los 100 años del nacimiento del genial artista, y desde DC se decidió lanzar un puñado de series homenaje al señor Kirby, tristemente fallecido en 1994. Y este Mr. Milagro que nos ocupa, cayó en manos de uno de los guionistas de cómics más afamados del momento, un Tom King que consigue atraer los focos sobre todo lo que publica con solo poner su firma en ello. El estado de forma del señor King es admirable, y con esta nueva obra consiguió algo que otros grandes escritores habían hecho en el pasado para ofrecernos algunos de los mejores cómics de la historia. Al igual que hiciera Grant Morrison con Animal Man, o Alan Moore con La Cosa del Pantano, Tom King coge un personaje creado por otro, el cual no es que gozara de la mayor de las popularidades ni sea el personaje más conocido del mundo al igual que aquellos, y crea una obra mayúscula que inmediatamente pasa a ser considerado uno de los mejores cómics de su tiempo. Y es que si los citados clásicos son obras mayúsculas (especialmente esa Cosa del Pantano de Moore, tantas veces mencionado como el mejor cómic de la historia), este Mr. Milagro ha sido aclamado por activa y pasiva como una de las mejores y más rompedoras obras de los últimos años, tanto por la crítica como por el público.

En su momento Kirby nos narró la batalla entre dos mundos de dioses, Nueva Génesis gobernada por HighFather y Apokolips, regida bajo el yugo del vil tirano y destructor Darkseid. Ante la crudeza de la guerra y la imposibilidad de terminarla, los dos gobernantes firman una amnistía, y para garantizarla se intercambian a sus hijos, de forma que Orión, hijo de Darkseid, se criaría en Nueva Génesis, y Scott Free, hijo de Highfather, se criaría en la terrible y brutal Apokolips. Este último, ante el terrible dolor y trauma de su vida en un entorno tan hostil, intenta escapar de allí una vez tras otra, hasta que finalmente lo consigue. Una vez en la tierra, conoce a un afamado escapista, y tras el fallecimiento de este, adopta su identidad y sigue con sus funciones, siendo a partir de entonces conocido como Mr. Milagro. Este sería, de forma muy resumida, el origen del personaje. En años posteriores haría varias apariciones y formaría parte de algún que otro grupo. Y finalmente, entre 2017 y 2018, el señor King rescataría al personaje para dejarnos esta auténtica obra maestra. Un obra que comienza de forma cruda y sorprendente, nada más y nada menos que con su protagonista intentando suicidarse, fruto de la depresión y el desánimo al creer que está infectado por la ecuación de la anti-vida, la cual parece que el malvado Darkseid posee al fin. El intrépido escapista Mr Milagro deberá realizar el truco supremo y burlar a la mismísima muerte para liderar la batalla contra Apokolips una vez más, en un marco terrible como nunca antes había visto y donde la esperanza apenas tiene un finísimo resquicio de cabida.

Con estos mimbres, Tom King crea una auténtica oda al cómic de superhéroes, pero a su vez hace un enorme ejercicio de vanguardia, ofreciendo un título maduro, profundo y enormemente complejo, de esos dados a múltiples lecturas para captar todos los matices que presenta. Todo ello sin estridencias, sin empleo de violencia innecesaria y haciendo gala de múltiples y variadas bondades. Porque este genial cómic presenta una soberbia dicotomía: Sí, estamos ante un cómic de superhéroes, ante una cruenta batalla entre los mismísimos dioses. Pero también se nos presentan unos personajes muy humanos, con sus problemas cotidianos, algo en lo que el señor King es un auténtico maestro. Este dominio ya lo demostró en el pasado con esa obra maestra que lanzó para la competencia, su mayúscula etapa con La Visión. Aquí están en juego el destino de mundos enteros, pero también se nos presentan los problemas de la familia, la paternidad o la realización personal. Y todo ello de formas realmente sorprendentes, como esa discusión sobre reformar su piso que mantienen Scott y su pareja Big Barda mientras realizan una arriegada incursión en una fortaleza hostil. Cada viñeta de esa parte nos presenta un nuevo y letal peligro, y a la vez un nuevo argumento en el intercambio de pareceres que ambos mantienen sobre tan terrenal dilema, con una narrativa inusual en el género que resulta sumamente impactante.

No menos magistral resulta el trabajo de Mitch Gerads a los lápices. Se nota que él y King tienen una química especial, que se compenetran de maravilla y que forman uno de los mejores equipos creativos en el mundo del cómic de la actualidad. Recogiendo la configuración de página en 9 viñetas heredada del mencionado Watchmen de Gibbons, Gerads emplea trazos sucios y minimalistas pero a su vez llenos de dinamismo y matices. Labor fenomenal que completa el mismo artista realizando todo el trabajo de coloreado. La industria supo reconocer el trabajo de ambos con este soberbio comic con los Premios Eisner a mejor guión y mejor dibujante. Los 12 números fueron publicados en grapa en España, pero si no los tenéis os recomendamos este tomo integral en tapas duras, que además de los citados números, incluye una nueva portada exclusiva, una introducción a cargo de los creadores de la obra, y el guión original completo de King para el primer número. Sin duda, uno de los mejores cómics de nuestro tiempo.

Historia del Universo Marvel

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80 años de historia dan para mucho. Y condensarla, organizarla y presentarla en un cómic es una tarea titánica si hablamos de una editorial con el bagaje de Marvel. La buena gente de la casa de las ideas ya había realizado algún intento similar a este en el pasado, pero de cara a la celebración del citado aniversario de los 80 años de la casa, han decidido poner toda la carne en el asador y nos han regalado una obra soberbia. Las 6 grapas que componen Historia del Universo Marvel son un magistral compendio de lo acontecido en todo este tiempo en las páginas de sus cómics, en un espectacular ejercicio de síntesis que recorre los momentos cruciales de 80 años de historia en viñetas. El éxito de esta colección es mayúsculo, ya que pese a la enorme cantidad de información que nos presenta, estamos en todo momento ante una lectura tremendamente amena, y que además es disfrutable tanto si somos expertos Marvelitas como si nos acercamos a conocer su historia por primera vez. A lo largo de las increíbles páginas de este cómic recorreremos infinidad de momentos claves en la historia de Marvel, los cuales se nos presentan de forma muy concisa y perfectamente hilada para que en ningún momento nos sintamos perdidos ni abrumados con los datos. Para crear esta tremenda enciclopedia y hacerla todo lo atractiva que se merece ser, la editorial confió en un ilustre como Mark Waid, con una trayectoria colosal tanto en Marvel como en DC (dentro de su inabarcable obra nos vais a permitir destacar un cómic de la competencia por el que sentimos especial debilidad, Kingdom Come). El señor Waid hace aquí gala de un infinito conocimiento de la historia de la editorial para dejarnos un soberbio y mayúsculo repaso a su historia.

Para una obra como esta se necesita de un narrador especial a la altura del envite. Y aquí tenemos nada más y nada menos que al mismísimo devorador de mundos, Galactus. En los últimos instantes de existencia del universo, solo quedan dos seres con vida: el mencionado Galactus y Franklin Richards, hijo de Reed y Sue de Los 4 Fantásticos. Antes de que la entropía haga su inevitable trabajo y lo consuma todo, Franklin le pide a Galactus que le narre la historia del universo. Así, la poderosa entidad cósmica comienza una narración desde el momento en que un explorador galáctico de nombre Galan de Taa abandonaba el anterior universo justo cuando colapsaba y aterrizaba en el actual, que iniciaba su existencia. Tras repasar infinidad de acontecimientos, nos deja un pequeño adelanto de lo que está por venir, como el inminente evento Imperio o la llegada del “Dios Negro”, antes de que tanto él como Franklin sean devorados por la entropía. Y si la labor de recopilación y presentación de información a cargo de Waid es magistral, no podemos catalogar por menos que colosal la labor a los lápices de nuestro compatriota Javier Rodríguez. El asturiano hace una labor de síntesis a los dibujos increíble, llegando a plasmar eventos enteros con una sola viñeta de manera certera y espectacular. Nos deja composiciones de página increíbles que presentan multitud de hechos de forma cohesionada y eficaz, va hilando viñetas de acontecimientos diferentes con una imaginación y habilidad supremas, y eleva el arte de las páginas dobles o “splash pages” como les gusta decir a los anglosajones a un nuevo e increíble nivel.

Para rematar una obra magnífica, nos encontramos con una dualidad que nos han encantado. Casa número tiene dos partes diferenciadas. Por una lado comienza como un cómic convencional, donde se nos muestran los hechos en viñetas con la narración de Galactus. Al remate de esta parte, se nos explican los acontecimientos narrados en el cómic con texto, de forma algo más extensa, y con referencias y extractos de los cómics originales donde se publicó cada uno de ellos. Ambas partes forman un compendio indispensable de la historia de una de las editoriales más importantes del cómic. Una lectura maravillosa, amena e ideal para todos los públicos, y con un trabajo artístico impresionante. Hay tanta y tanta información en estas páginas, se repasan tantos momentos clave en la cronología marvelita, que resulta una obra imprescindible en toda buena colección de comics. Tanto para conocer la historia de Marvel, como para revivirla o simplemente dejarnos asombrar por la cantidad de historias increíbles que el siempre recordado Stan Lee y compañía nos han contado a lo largo de tantos años, Historia del Universo Marvel es de lo mejor que podéis leer actualmente en el mundo del cómic.

Estela Plateada: Negro

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Rematamos como comenzamos, en compañía del Surfista Plateado. Y volvemos, de nuevo, a sacar a la palestra una obra del chico de oro de la Marvel actual, Donny Cates. Como ya comentamos, el Surfista apareció por primera vez en 1966 en las páginas de Los 4 Fantásticos, siendo una creación del tristemente fallecido Jack Kirby. Sería en 1968 cuando el personaje conseguiría su primera serie regular, guionizada por el mismísimo Stan Lee. Precisamente, el Surfista Plateado era uno de los personajes favoritos de Stan The Man, de ahí que cuando este falleció en 2018 mientras Cates escribía esta miniserie, este triste acontecimiento hizo que el guionista desechara todo su trabajo hasta ese momento para rehacerlo y ofrecer una obra que honrara la memoria del genio como se merece. Fruto de ello tenemos este espectacular Estela Plateada: Negro, un cómic magnífico donde el señor Cates se vuelve a lucir, y donde para nuestro goce el dibujante se atreve a disputarle el protagonismo al niño bonito de Marvel. Y es que el dibujante Tradd Moore nos ofrece un despliegue visual increíble, con uno de los trabajos más personales y espectaculares que hemos podido disfrutar en cómic alguno. Todo ello para ofrecernos uno de los mejores cómics de los últimos meses.

Al señor Cates le gusta conectar sus trabajos. Este Estela Plateada: Negro, viene de los hechos narrados en el espectacular primer número de la serie mensual de Los Guardianes de la Galaxia guionizada por el propio Cates (serie que también os recomendamos muy mucho, pese a no mantener el increíble ritmo y espectacularidad de los primeros números con el paso del tiempo). Tras una emboscada, Estela plateada está perdido en un agujero negro que lo ha transportado en el espacio y en el tiempo. En un remoto rincón del cosmos, se topará con el mismísimo dios oscuro Knull, que Donny nos presentara en su serie de Veneno, con lo que esta miniserie entronca como se ha comentado con las dos series mensuales del afamado guionista. A raíz del encuentro con Knull, el Surfista Plateado comienza una aventura a lo largo y ancho del cosmos, donde se topará con personajes vitales de su historia, y donde sufrirá cambios trascendentales que, como hemos visto este mismo mes en las páginas de la serie de Los Vengadores, van a tener consecuencias más allá de esta miniserie. Los 5 números de la serie dan para mucho, y veremos como en sus páginas se suceden sorpresas tras sorpresas con una buena ración de importantes revelaciones. Cates hace un enorme ejercicio de conocimiento de la historia del personaje para llevarlo a un nuevo nivel y darle un giro a sus existencia.

Pero si la historia es magnífica, por una vez, y sin que sirva de precedente, el dibujante se atreve a robarle el protagonismo al señor Cates. El trabajo a los lápices de Tradd Moore es una deliciosa oda a la psicodelia elevada a la enésima potencia. El arte de Estela Plateada: Negro, es una suerte de abstracto viaje de ácido donde las formas y los colores juegan de manera psicotrópica para llenar cada página de un espectáculo visual tras otro, que evoca las imágenes del film Yellow Submarine de Los Beatles entre muchas obras similares. Todo este despliegue quedaría vacío sin el trabajo a los colores de Dave Stewart, otro genio en lo suyo, que nos deja una obra llena de tonos vibrantes, impactantes y desconcertantes que se funden con los dibujos para ofrecernos uno de los apartados visuales más únicos y atractivos que hemos visto en cómic alguno. En definitiva, una obra maravillosa tanto al guión como artísticamente, que además marca el futuro del personaje y lo hace evolucionar para ofrecerle una nueva perspectiva. Uno de los grandes cómics de superhéroes del momento, a cargo de un equipo creativo en verdadero estado de gracia.

Más cosas: DC.

En ocasiones es complicado subirse a la colección de nuestros héroes favoritos, ya que por las numeraciones elevadas de sus series mensuales no sabemos muy bien a qué atenernos. Para remediar esto, ECC está recopilando etapas recientes de varios de los personajes de DC. Así pues, si os apetece poneros al día con Batman, tenemos los tomos recopilatorios Batman Saga, agrupados por autores. Y aquí os recomendamos la etapa de Tom King, que justo remata su periplo en grapa mensual este mes. Se acaba de publicar el séptimo tomo de esta recopilación, y si queréis leer una estupenda etapa moderna del hombre murciélago, estos tomos son de las mejores opciones. “Yo Soy Gotham”, “La noche de los hombres monstruo”, “Yo soy suicida” y “Yo soy Bane” son los títulos de los 4 primeros tomos de Batman Saga de Tom King, con precios que alternan entre 19,50 y 22,50 euros. Y precisamente, dado que esta etapa justo acaba de rematar, el número 46 de la serie mensual publicada en España en grapa que sale el próximo 16 de septiembre supone un nuevo inicio con nuevo guionista, James Tynion IV, lo que es una perfecta ocasión para subirse a la serie. Siguiendo con otro de los grandes personajes de DC, tenemos la serie mensual de Superman, con el bombazo que supuso pasar a contar con los guiones de Brian Michael Bendis después de que este fuera el principal arquitecto de Marvel en los últimos años. Y pese a ser una serie de buena calidad, no ha terminado de explotar como se esperaba al contar con el señor Bendis, y la verdad es que esperábamos algo más. Pese a ello, es una etapa interesante que actualmente va por el número 19 y están todos los números en stock, por lo que estáis a tiempo de engancharos a ella.

Para los más sibaritas, ECC está recopilando varios de los mayores eventos de DC dentro de la línea de lujo XP. Dichas colecciones, a mayores de incluír los números donde transcurren los eventos en sí, incluyen todo cómic relacionado con dicho evento, en una forma muy atractiva y novedosa de ofrecernos algunos de los grandes eventos de DC, con acabados especiales de auténtico lujo. El primero de la línea XP fue Flashpoint, recopilado en 4 tomos, con portada, lomo y contraportada con efecto lenticular realmente chulo, y donde se incluyen todas las series derivadas de tan importante evento. El siguiente fue “La Noche más oscura”, contando con cubiertas que brillan en la oscuridad en esta ocasión, y viendo recopilada la saga y todos sus complementos en 5 lujosísimos tomos. La última incorporación a esta línea ha sido “Crisis en Tierras Infinitas” con cubiertas con un precioso efecto tridimensional. A pesar del importante desembolso que suponen hacerse con cada evento, el hecho de incluír absolutamente todo recopilado de forma nunca antes vista, y los acabados de lujo de cada tomo hacen de ellos una codiciada pieza de colección que dará brillo a toda buena colección comiquera.

Más cosas: Marvel.

Nos hemos dejado atrás a propósito entre las recomendaciones de Marvel la que quizá sea la mejor serie mensual que publican actualmente (con permiso del Veneno de Cates). El guionista Al Ewing nos está ofreciendo con Inmortal Hulk una enorme etapa del gigante esmeralda, que sin duda quedará para la posteridad como una de las mejores (¿la mejor?) encarnación del irascible personaje. Tras los acontecimientos de la segunda guerra civil superheroica, la vida de Bruce Banner ha pegado un vuelvo tremendo. El granacierto de la serie es un decidido viraje hacia el género del terror, dándole un tono muy oscuro y siniestro, y retratando una versión de Hulk con muchos matices que nunca se le habían visto. ¿Y porqué nos hemos dejado en el tintero una de las mejores publicaciones mensuales de Marvel en mucho tiempo? Pues porque desgraciadamente los primeros números de esta etapa están agotadísimos, y es prácticamente imposible encontrar stock. La serie va actualmente por el número 20, pero ante la imposibilidad de adquirir los primeros números, si no lo hemos hecho ya habrá que esperar a la pertinente recopilación en tomo, y dados los antecedentes, dudamos muy mucho que la buena gente de Panini cómics lo vaya a hacer a corto plazo. Otra serie de Marvel que está destacando en la actualidad, es el Daredevil que Chip Zdarsky y Marco Checchetto están publicando en una fantástica serie mensual que ha recibido incluso nominaciones a los Premios Eisner. No la hemos incluído por no haberla degustado en profundidad, pero dado lo mucho y bueno que estamos oyendo hablar sobre ella no hemos podido evitar mencionarla.