Untitled Goose Game, análisis: el ganso más famoso del videojuego

El pasado 20 de septiembre un ganso muy travieso conquisto a los jugadores alrededor del mundo cuando invadió muchos PC y consolas Nintendo Switch. Desde entonces, cientos de fan-arts han aparecido en las redes y han demostrado el carácter viral que posee Untitled Goose Game, el título del estudio independiente australiano House House. Mediante unas sencillas mecánicas, una serie de listas de tareas y unos insistentes graznidos, el juego de puzles con un estilo y enfoque especiales que nos ocupa, ha logrado situarse entre los más vendidos. Pasemos a analizar cada uno de sus apartados para conocer más de esta propuesta.

Desde una pequeña idea hasta el éxito

Michael McMaster, Stuart Gillespie-Cook, Jacob Strasser y Nico Disseldorp son los cuatro creadores principales de Untitled Goose Game. Cuatro desarrolladores australianos que solían bromear e imaginarse a un ganso haciendo de las suyas en un pequeño pueblo al molestar a los residentes mediante diversas artimañas. Esas ideas se acabaron transformando en el juego que tenemos entre manos hoy en día, el cual ha llegado a PC y Nintendo Switch tras haber sufrido un retraso, ya que en un inicio su lanzamiento estaba planeado para principios de 2019.

El primer anuncio que tuvimos acerca del juego fue en el Nintendo Direct de agosto de 2018. Gracias a un sencillo tráiler, pudimos empezar a captar la esencia que se esconde detrás del título y supimos que sería un éxito. Así ha sido, puesto que Untitled Goose Game ha logrado situarse en el TOP de ventas de diversos países del mundo a lo largo de los días posteriores a su lanzamiento.

Una sencilla pero eficaz propuesta jugable

Aquello que hace bueno a Untitled Goose Game es su sencillez y la forma efectiva en la que se ha llevado a cabo. Los jugadores encarnamos a un ganso, un ave conocida por ser capaz de molestar a los humanos gracias a sus estridentes graznidos y un habilidoso pico con el que recoger objetos y desplazarlos allá a dónde desee. Podemos hacer esto y poco más: abrir y batir las alas (aunque esto no tiene ninguna función jugable), agacharnos para hacer poco ruido al movernos y entrar en modo sigilo y correr (sin cansarnos en ningún momento, ya que el ganso no tiene barra de stamina).

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Al aprender esta serie de comandos, que acaban siendo muy intuitivos y no tardaremos en aprender, ya podremos empezar a jugar. Lo primero que debemos hacer es avanzar por unos verdes campos conectados a un pequeño lago y, tras cruzarlo, nos encontraremos con el poblado en el que podremos hacer de las nuestras. Al llegar ahí, nos aparecerá una lista de tareas por realizar, que incluyen misiones como: “entrar en el jardín”, “mojar al jardinero”, “hacer que el jardinero se ponga un sombrero para el sol” y “reunir diversos elementos para un picnic”, entre otras.

Como podéis ver, no todas las tareas quedarán del todo claras desde el principio, sino que tendremos que explorar la zona en la que nos encontremos con tal de averiguar cómo resolver los pequeños puzles que se nos plantean. No resulta demasiado complejo una vez que nos hacemos con las mecánicas del juego, ya que veremos cómo hay diversas formas de realizar algunas acciones. Por ejemplo, para cumplir la tarea de “mojar al jardinero” podemos robarle un objeto y hacer que nos siga hasta el lago (entrará y se mojará las botas) o bien engañarlo para situarlo cerca del aspersor y activarlo desde fuera del jardín.

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Cuando hayamos cumplido una serie de tareas de la lista (no es necesario hacerlas todas, aunque os recomendamos que sí las hagáis) aparecerá una nuevaal final de la misma, marcada con un asterisco. Ésta misión será la que nos de acceso a la siguiente área del juego y una vez la consigamos cumplir, podremos avanzar hacia un nuevo lugar, con nuevas tareas por realizar. Por supuesto, la complejidad de los retos propuestos se verá incrementada a medida que avancemos a la siguiente zona, pero nunca habrá una misión que sea imposible de cumplir. Tan solo debemos ser perseverantes, explorar bien cada rincón de las zonas para saber dónde encontrar aquel objeto que se nos pide y, en general, dejar nuestra imaginación fluir con tal de encontrar la respuesta a la serie de pequeños acertijos que debemos tachar de la lista.

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Otro punto a tener en cuenta es que no existe ningún tipo de penalización por fallar estas tareas más allá de perder algo de tiempo, ya que el ganso no dispone de barra de vida ni los aldeanos tienen intenciones de atacarnos. Lo único que harán será espantarnos y colgar señales de “prohibido gansos” (que, por supuesto, podemos arrancar). Por ello, no sentimos que se nos castigue si fallamos una determinada tarea y podemos volver a intentarlo todas las veces que sea necesario hasta lograrlo.

Además, el juego consigue que sintamos una cierta satisfacción al lograr cumplir las misiones, ya que no nos darán ningún tipo de ayuda más allá de la mencionada lista de tareas. Por ello, somos nosotros mismos quienes debemos atar cabos y hacer uso de nuestro pico, graznidos, modo sigilo y el correr con tal de conseguir completar el juego.

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Endgame del juego: speedrun y nuevas tareas

La duración total del título no es demasiado amplia, ya que tan solo dispone de unos 5 capítulos y podemos completarlo en unas 3 horas. Aun así, una vez que veamos los créditos rodar, todavía quedará mucho por hacer. Tras completar las cinco listas iniciales de tareas y regresar a la zona inicial en la que empezamos el juego, nos presentarán nuevas listas en las que habrá misiones más complejas y que englobarán a las distintas áreas del juego. Por ello, no se limitarán en zonas marcadas cómo antes, sino que el poblado entero estará conectado para que hagamos de las nuestras entre el jardín, el centro del pueblo, las dos casas de los vecinos contiguos, la zona del bar y el área final.

Por otro lado, una de las listas de tareas que aparecen tras completar el juego principal nos propondrá el completarlo en menos de 6 minutos. Vamos, lo que se conoce cómo speedrun. Según los últimos datos de los que disponemos al escribir estas líneas, un jugador logró completar el título en unos 4 minutos, por lo que hacerlo es posible aunque, eso sí, no será sencillo.

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Apartado técnico, gráfico y sonoro, todos ellos característicos

Untitled Goose Game posee un apartado gráfico muy característico en el que domina una paleta de colores viva y sin líneas que delimitan los bordes, por lo que todo se une de forma armoniosa cómo si de una acuarela se tratase. Esta fórmula funciona muy bien para este tipo de juego, ya que lo hace sencillo y nos deja concentrarnos en la jugabilidad del mismo.

En cuanto a la parte técnica, no tenemos ninguna queja del funcionamiento y rendimiento del juego. No hay apenas pantallas de carga, por lo que podremos movernos por el poblado sin necesidad de que se pare la partida. Por otro lado, en nuestro caso no nos hemos encontrado ningún bug ni bajada de frames, por lo que se puede apreciar cómo el equipo de House House ha hecho un muy buen trabajo en lo que a optimización se refiere.

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Por último, la banda sonora del juego es sencilla, compuesta por una serie de temas en los que predomina el piano, y reactiva, ya que la música se intensificará en los momentos de acción y será más relajada cuando tan sólo paseemos tranquilamente por el poblado. En cuanto a los efectos sonoros del propio ganso, están cuidados al detalle para que tanto los graznidos como sus pisadas en diversos materiales se sientan muy naturales.

En definitiva, hacer el ganso nunca sentó tan bien en un videojuego y a pesar de que el juego podría haber alcanzado cotas más altas, resulta un título sencillo que triunfa con sus propuestas y ya ha conquistado a miles de jugadores alrededor del mundo. La posibilidad de que acabe llegando a PS4 y Xbox One está en el aire, pero por el momento lo podemos encontrar en PC (exclusiva de Epic Games Store) y en Nintendo Switch.

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