¿No utilizar contraseñas en las aplicaciones? Pronto será una realidad
Demasiadas aplicaciones y contraseñas... pero pronto podríamos dejar de necesitarlas
En nuestro smartphone tenemos multitud de aplicaciones, cada una de ellas con contraseñas diferentes y demasiado complicadas de recordar, según los estándares de seguridad.
Para acabar con esto se ha creado ZenKey, una plataforma que intenta ayudarnos yendo un paso más allá de la autentificación en dos pasos que hemos visto aplicada en bancos y otros servicios.
Las operadoras serán quienes nos permitan acceder a las aplicaciones
Puede parecer una locura dejar manos de las compañías telefónicas nuestra privacidad, pero lo cierto es que esto solo estaría destinado a que la operadora pueda dar entrada o no, comprobando previamente si contamos con la tarjeta de nuestra compañía en el dispositivo y si este dispositivo es uno de los permitidos para el acceso.
Este sistema ha sido promovido y aceptado originalmente en Estados Unidos por los cuatro principales operadores; AT&T , Sprint, T-Mobile y Verizon.
El sistema ofrecería diferentes métodos para validar nuestra identidad, entre los que puede estar cómo hemos mencionado anteriormente, el dispositivo desde el que se accede, dirección IP, reconocimiento facial o huella dactilar. Una idea que nació con la intención de ofrecer al usuario la manera más segura, rápida y sencilla de acceder a sus aplicaciones.
El apoyo de las compañías no es suficiente, necesita el permiso de las aplicaciones
Nos encontramos en la era digital, donde la seguridad es un aspecto que preocupa mucho a los usuarios y cada vez más a las empresas que controlan la privacidad de estos.
Esta situación podría provocar que no todas las empresas estén dispuestas a apoyar la plataforma ZenKey. En el caso de Google, ya cuentan con algo similar, basándose en la identificación del a cuneta que está vinculada al dispositivo.
Sin la cooperación de las aplicaciones y el resto de proveedores, esta idea será pasajera y difícilmente llegará a ser una realidad.
Sin lugar a dudas estamos ante una revolución tecnológica, donde la velocidad es primordial y cualquier segundo vale oro. Con el desarrollo de este sistema ahorraríamos tiempo, aunque nosotros no podamos decidir por Google, Facebook, Twitter u otras de las muchas empresas de gran renombre que tienen el poder en sus manos.