Impresiones MediEvil (PS4), el día que Sir Daniel Fortesque decidió volver

El stand de PlayStation en Gamescom 2019 ha sido uno de los más concurridos de gente, sin lugar a dudas. A pesar de que la compañía nipona no ha asistido como tal a Colonia (Alemania) esta edición, algo que está empezando a ser costumbre, su catálogo de títulos ha empapado de azul el pabellón número 7 de las inmediaciones del evento germano, una oportunidad ideal para probar con el tiempo necesario los tres primeros niveles de MediEvil en su remake para PlayStation 4.

Cuando se presentó el proyecto hace dos años en el PlayStation Experience 2017 la emoción fue superlativa, pero también hubo dudas. Traer de vuelta a Sir Daniel Fortesque hubiese sido mucho más fácil un par de cursos atrás, cuando Crash Bandicoot N. Sane Trilogy y Spyro Reignited Trilogy no eran más que producto del deseo; pero sendas sagas de Activision han puesto el listón alto, muy alto. MediEvil, por su parte, tiene ahora la tarea de volver colmando las expectativas. Por ahora nos ha gustado más de lo que esperábamos.

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La piedra filosofal de Sir Daniel

Solo tres niveles, los tres iniciales, unos treinta y cinco minutos de sesión para ver qué tal se siente a los mandos esta nueva build, que se muestra muy cambiada respecto a los primeros gameplays de 2017. Si el juego ha tardado más de la cuenta en llegar, si Sony ha preferido que sea el 25 de octubre cuando volvamos a escuchar Gallowmere en nuestros televisores, es porque había mucho trabajo por hacer, y el trabajo de Other Ocean Interactive no parece ser menos que notable.

La expectación es muy elevada, no se la podían jugar. Estamos ante un trabajo conservador en lo jugable, discreto en lo técnico, pero que ha apostado por pulir, por hacer que se sienta moderno. Antes de entrar en detalle en cada uno de los niveles, hay que dejar claro que las sensaciones son positivas porque se mejoran aquellos aspectos donde seguramente todo fan de MediEvil convendrá en que había margen de mejora: la cámara, elementos del control y el combate.

El estudio californiano ha tomado nota de aquello que ya no se podría digerir con tanta facilidad en 2019, lo han aplicado y han mantenido intacto todo lo demás. Acción, plataformas, puzles, secretos, coleccionables… es MediEvil. Un personaje que no necesita presentación, pero que regresará acompañado de una puesta en escena donde no podemos más que asentir con la cabeza con el estilo artístico elegido: se ve muy bonito.

Insistimos, este remake no se puede comparar al trabajo realizado con Ratchet & Clank, Spyro o Crash Bandicoot, no es esa escala de cambio ni se sienten esos valores de producción. ¿Hace esto a MediEvil un producto de bajo nivel? Ni mucho menos, porque sigue siendo eso que muchos calificaron de sobresaliente y con lo que crecieron unas cuantas generaciones. La esencia está ahí, se va a lograr satisfacer al fan de la primera entrega, que es la que se está recreando en esta ocasión (la versión de PlayStation, no la de PSP).

Es por ello que, tras comenzar a avanzar por el primer nivel, empezar a controlar ambos gatillos en interiores y exteriores, vemos que la cámara responde mucho mejor. Pusimos a prueba la actual versión acercándonos mucho a las paredes, acercándoos a objetos de diferentes alturas, casi tocando esquinas… todo con la intención de comprobar cómo se comportaba la cámara.

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Por ejemplo, cuando tengamos muchos enemigos encima, la posición será algo más periférica para ceder más cobertura visual. Cuando pasamos el primer río, en el primer nivel, hay un momento donde no se puede controlar la cámara, pero ya no sucede aquello de dejar de ver por momentos a Sir Daniel.

Otro aspecto que queremos detallar es la hitbox de los enemigos, algo más precisa que en el original. Seguimos teniendo dos botones de ataque, uno más fuerte y cargado. La fidelidad es total. A los mandos sigue siendo el juego de 1998, con la salvedad de que se ve y se maneja de forma mucho más modernizada.

Una remasterización basada en pulir los pequeños detalles

Antes hablábamos del control y no es un aspecto banal. Sir Daniel ya no se desliza en algunos movimientos, frena más en seco. Ese caos que podíamos llegar a sentir con esos giros tan bruscos, exagerados en relación al giro del joystick, han quedado atrás. Las fases más plataformeras, que no son muy numerosas en estos tres primeros niveles, mejoran con eficacia. Incluso en los combates se pueden fijar enemigos con un gatillo. Pueden parecer detalles menores, pero a final del día marcan la diferencia. Se siente más cómodo y, asimismo, más fácil. Tener más manejabilidad hace que el jugador tenga un mayor control del personaje, que pueda dominar la situación. Esperemos que no se hayan pasado más de la cuenta y la dificultad —en estos niveles muy baja— siga siendo elevada en la recta final de la aventura.

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Antes de terminar tenemos que mencionar también la interfaz, otro cambio necesario no solo por pasar a la alta definición sino porque hemos cambiado de relación de aspecto de un tiempo a esta parte. Adiós a los 4:3 para dar la bienvenida a una estructura de elementos en pantalla muy bien organizada, con menús visuales y fáciles de entender. No hay dudas de dónde está cada cosa, cómo equiparnos… Ahora, de hecho, se ha reducido el número de pasos a seguir para hacer una sola tarea.

La única pega es lo gráfico. Artísticamente aprueba con nota, tanto por la paleta de colores como por la dirección en el diseño de los escenarios; se ve con gusto. Ahora bien, gráficamente deja con ganas de más. La carga de texturas no explota ni se acerca al poder total de una PlayStation 4, pero el título va de frente: se está remasterizando el trabajo original con una modernización total en lo jugable.

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Estamos más que satisfechos con este trabajo, que es lo que fue y es así como quiere seguir siendo. MediEvil se lanzará el 25 de octubre para PlayStation 4 en formato físico y digital a precio reducido.

Puedes consultar toda la cobertura de Gamescom 2019 del equipo de MeriStation aquí.