Delitos y estafas, la otra cara de las Criptomonedas
Son anónimas, rápidas y operan al margen de muchas regulaciones. Las criptodivisas son perfectas para delitos.
Aunque algunas como Bitcoin llevan una década operando, ha sido en los 2 últimos años cuando las criptodivisas han saltado al primer plano. La moneda digital o dinero digital en Internet es un medio de intercambio distinto del dinero real que posee propiedades similares a las monedas físicas y permite transacciones instantáneas y transferencia de propiedad sin fronteras. Pueden utilizarse para comprar bienes físicos y servicios, aunque también pueden restringirse a ciertas comunidades como por ejemplo dentro de una red social o juegos en línea.
Dinero Virtual
Las monedas digitales como bitcoin son conocidas como "monedas digitales descentralizadas", lo que significa que no hay ningún punto central que controle la oferta de dinero. Algo peligroso, ya que las criptomonedas son muy arriesgadas debido a su alta volatilidad, y si hoy valen fortunas como 1.200 dólares reales por 1 Bitcoin, mañana esa misma cotización puede caer un 50% a los 600$ por Bitcoin para haceros una idea. Para realizar gestiones es necesaria una cartera virtual o wallet a la que accedemos mediante una aplicación o nuestro navegador web.
Cada cartera está protegida por unas credenciales y posee un identificador o dirección única que controla el valor que posee. En sí las criptodivisas, nacidas de la crisis económica global de 2008, tienen muchas ventajas con respecto al dinero tradicional. Como enumera la OSI, la Oficina de Seguridad del Internauta española, sus ventajas son:
La divisa ideal para los Delitos
Todas estas ventajas son también inconvenientes, ya que un tipo de dinero que no deja rastro, es inmediato y anónimo supone la panacea para los delincuentes y cibercriminales. Por tanto hay muchos gobiernos que advierten sobre ellas, que trabajan iniciativas legales para intentar controlarlas -y a los que no les hace gracia que los famosos las anuncien, como el delitante Bitcoiin de Steven Seagal. Pero lo cierto es que están convirtiéndose en la moneda favorita para la ilegalidad. De acuerdo a la OSI, monedas como el Bitcoin, Ethereum, Ripple, Litecoin, Dash y demás suelen usarse en:
Casos de Ransomware
Un Ransomware es un tipo de malware que te secuestra el PC, móvil o dispositivo que sea, y el hacker no te lo libera hasta que no le pagues un rescate -como el timo de la Policía y la Guardia Civil que te pide 100€ por desbloquear el ordenador. Dada la celeridad y anonimato de una criptodivisa, el cibercriminal suele pedir un rescate en estas monedas. De hecho hasta el 98% de los pagos por Ransomware son en criptomonedas, y el Bitcoin es de los métodos de pago más demandados y usados.
Fake Wallets
El punto de partida para empezar a operar con dinero virtual, en este timo una app maliciosa se hace pasar por una cartera virtual. Los ciberdelincuentes crean aplicaciones que simulan ser una “wallet” oficial. Utilizan el logo oficial y afirman que nos permitirá convertir nuestras criptomonedas en otras como Bitcoin, Ethereum y Litecoin, etc. Y una vez que las criptomonedas se envían a las direcciones que figuran en la aplicación, desaparecen de nuestra app y acaban en manos del hacker.
Cryptojacking
Minar criptomonedas es la forma de obtenerlas gratis, aunque el proceso no es sencillo: requiere usar potentes equipos informáticos para resolver problemas complejos que les hacen obtener monedas a cambio. De esta forma, para aumentar su ‘granja de minado’, el hacker secuestra un dispositivo electrónico sin el conocimiento del usuario para el minado de criptomonedas. Con el paso del tiempo el sistema se ha ido perfeccionando, apareciendo métodos cada vez más difíciles de detectar. Una vez el software minero es ejecutado en el dispositivo, la app solo necesitará acceso a Internet para comenzar a ejecutar su tarea.
Terrorismo, Narcotráfico, Dark Web
¿Sabéis esas veces en una película en la que el malo ha pedido un rescate “en billetes nuevos, no consecutivos, sin marcar“? La enorme eficacia y capacidad de vaporización instantánea del rastro de las criptodivisas las han convertido también en un sistema muy utilizado en otro tipo de delitos fuera del espectro informático y/u online. No se pueden seguir, operan al margen de muchas regulaciones, y se han usado / se usan en delitos tan graves como:
De momento no se sabe cómo seguirá la evolución de las criptodivisas. ¿Convivirán con el dinero real como hasta ahora? ¿Su sistema será adoptado por las Economías del Mundo? ¿Acabarán desapareciendo? Lo único cierto es que su gran cantidad de ventajas es al mismo tiempo un arma de doble filo para quien esté dispuesto a explotarlas.