El documental sobre Dreamcast, A Dream Cast, ya disponible al completo

A falta de tan solo unos meses para el vigésimo aniversario de Dreamcast en Occidente (octubre de 1999 en Europa), el grupo Archipel ha publicado las dos partes de un documental introspectivo donde se explora la trayectoria de la que es la última consola de SEGA desde su concepción, creación, lanzamiento y despedida del mercado.

Este documento, de un alto valor informativo, cuenta con la participación de algunos de los desarrolladores japoneses que más impacto tuvieron en la consolidación de la marca Dreamcast como una de las más queridas para la comunidad de SEGA de todos los tiempos; una plataforma cuyo catálogo invita a pensar que, seguramente, las ventas no estuvieron reñidas con la calidad del sistema.

Pero la historia ya está escrita y es irreversible, por lo que lo único que se puede hacer con ella es ser contada. En total, una hora y media de material periodístico, divulgativo e informativo bajo el nombre de A Dream Cast, que podéis ver en dos partes divididas en esta misma noticia.

Cabe decir que, al menos a fecha de publicación de este artículo, hay ya dos idiomas disponibles para los subtítulos del documental: inglés y francés; aunque están abiertos a incorporar más lenguas.

Dreamcast, la última fantasía de SEGA en el campo doméstico

Dreamcast fue la encargada de dar el pistoletazo de salida de la sexta generación de consolas, la que consolidó el 3D de forma mucho más refinada y vigente en estos días; aunque no tuvo pocas competidoras: Xbox, GameCube y PlayStation 2, con las que no pudo lidiar durante mucho tiempo.

La máquina salió con unos cuantos títulos de lanzamiento, ese 27 de noviembre de 1998 en Japón (Virtua Fighter 3 Team Battle, Sega Rally 2, Tokio Extreme Racing Godzilla Generations y Ten Ten Tricelon), pero lo hizo en un contexto difícil para la compañía, que venía de una breve y estrepitosa Saturn, que poco pudo hacer para competir con Sony y Nintendo por ciertas decisiones y posibles errores de planificación. Pero su sucesora se atrevió a ir un paso más allá con una máquina adelantada a su tiempo al incluir elementos como el modo online y el almacenamiento interno.

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Se incluiría compatibilidad con placas Naomi, opción para 60 HZ y compatibilidad con tarjetas de memoria. Sobre el papel, era un sueño húmedo, todos los disparos parecían ir en la buena dirección, pero ni Sony ni Nintendo con PS2 y la que por aquel entonces se conocía como Dolphin (GameCube) fueron estímulos muy atractivos para el consumidor japonés, que respondería en consecuencia.

En total, más de 10,6 millones de consolas vendidas, una cifra realmente discreta para una consola factible en el mercado de la electrónica de consumo contemporáneo. Puedes leer aquí nuestro especial de 50 juegos imprescindibles de Dreamcast.