Así es el mundo submarino de The Legend of Zelda: Breath of the Wild

The Legend of Zelda: Breath of the Wild volvió a ser noticia durante este pasado E3 2019 por su inesperada secuela, que llegará en exclusiva para Nintendo Switch próximamente. A pesar de haber pasado dos años desde el lanzamiento del título original, los jugadores siguen explorando esta vasta Hyrule a la vez que descubren sorpresas y detalles ocultos como el que traemos hoy, las zonas acuáticas cubiertas por el agua azul.

A pesar de que en el juego es posible nadar, no podemos ver con claridad esa flora y fauna submarinas que el equipo de desarrollo de Eiji Aonuma se encargó de diseñar y programar con más detalle del esperado. Un glitch ha permitido verlo todo con más precisión: peces, algas, corales, plantas o el detalle de la arena.

Al haber podido acceder al buceo, todas esas zonas son para este jugador accesibles como si nada, lo que ha tenido una gran repercusión en redes sociales como Twitter, donde se ha reproducido el clip más de 358.000 veces.

Desconocemos si en la secuela de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, cuyo nombre y fecha todavía no está confirmada, será posible bucear. Lo que sí sabemos es que será una entrega más oscura. “El nuevo Breath of the Wild, su secuela, no estará necesariamente relacionado o inspirado por Majora’s Mask… lo que hemos mostrado, eso sí, es en efecto un poco más oscuro”.

El señor Aonuma justificó la existencia de esta nueva iteración de la saga —esta vez sí exclusiva de Nintendo Switch— porque con un DLC no era suficiente, se les quedaba corto. Tenían tantas ideas que prefirieron recuperar esta gigantesca Hyrule, una condición preceptiva, pero en forma de nuevo videojuego. “Inicialmente estuvimos pensando solo en ideas para DLC, pero cuando nos encontramos con tanta cantidad de ideas dijimos, “esto son demasiadas ideas, hagamos pues un nuevo juego y comencemos de cero””.

Uno que sí tiene fecha de salida es The Legend of Zelda: Link’s Awakening, 20 de septiembre, un remake para Nintendo Switch que ya hemos podido probar desde MeriStation en nuestro viaje a Los Ángeles.