SEGA Mega Drive Mini: ya hemos podido probarla
Jugamos a la consola mini de la compañía japonesa y probamos algunos de sus títulos más icónicos. SEGA Mega Drive Mini ha llegado para quedarse y rivalizar de tú a tú a la competencia.
Cuando se anunció el lanzamiento de SEGA Mega Drive Mini, por desgracia todos pensamos en PlayStation Classic. A la versión en miniatura de Sony no le ha ido nada bien, y buena prueba de ello es que se puede encontrar ya con más de un 70 % de descuento en las tiendas. Por tanto, acordarnos de ella era lógico.
Esto último, la mala acogida, sucedió por una simple razón: el producto que se ofreció a los usuarios no estaba cuidado, mal que nos pese. En SEGA, que ya tenían previsto lanzar esta consola, vieron las orejas al lobo y recogieron todas las opiniones vertidas en sus competidores, desde Nintendo hasta Sony. Con estas sobre la mesa, los nipones anunciaron SEGA Mega Drive Mini de una manera muy inteligente: con la publicación del catálogo de manera escalonada y siempre dando a entender que estarían las mejores versiones de cada juego.
En este E3 2019 hemos tenido la oportunidad de probar por primera vez cómo es la consola pequeña de SEGA. Y sí, pinta de escándalo, gracias sobre todo al buen hacer que se ha tenido tanto en la fabricación de materiales como en el catálogo elegido, por no hablar del tacto a la hora de crear el menú. Te hablamos de todo ello.
Nostalgia
No cabe duda de que este tipo de máquinas juega con el factor nostalgia. Sin embargo, esta no es tan fácil de activar, ya que la clave radica en que, al final, el producto evoque esas sensaciones otrora en nosotros.
El primer paso para lograr esto es que el envoltorio sea bueno, y con Mega Drive Mini lo tenemos. La consola es una fiel recreación de lo visto en su momento, así que a poco que todavía la tengamos en el armario veremos que es igual, pero más pequeña. El mando, en cambio, es casi un modelo a escala 1:1 con dos metros de longitud, por lo que va a traerte muy buenos recuerdos. Y para finalizar, viene con un cable HDMI, así como uno USB para la carga eléctrica.
Por otro lado está lo que importa de verdad: el catálogo. Durante nuestra prueba no hemos podido probar todo el listado, como es lógico, pero sí algunos muy importantes. Por ejemplo, hemos jugado a Street of Rage 2, Golden Axe, Vector Man, Ghouls ‘n Ghosts y Street Fighter 2. Todos y cada uno de ellos estaba en formato 4:3, respetando el tamaño de imagen original para que no se altere lo que sería la visión del producto.
Así mismo, el control de cada personaje recrea a lo vivido tiempo atrás. De esta manera, Street of Rage 2 sigue siendo la misma joya de entonces, pero con Street Fighter 2 el paso del tiempo le ha jugado una mala pasada en Mega Drive Mini, dado que sólo tiene los tres botones del homónimo (y no es malo, cuidado, sólo que estamos ya acostumbrados al resto de versiones o incluso la propia extinta recreativa; ojalá tener el mando de seis botones que llegará con la edición japonesa).
En cuanto al menú de elección, varios detalles a tener en cuenta. Se puede acceder a todo el catálogo o bien pulsando el botón de “reset” –cómo si no, ¿verdad?- o a través de un atajo de mando. Pulsando el “Start” durante un máximo de 5 segundos, la pantalla se congela y aparece en primer plano un menú exclusivo para la emulación de los juegos, todo acompañado por las canciones de Yuzo Koshiro.
Aquí se puede guardar o cargar la partida, así como ver los slots disponibles o regresar al menú principal donde está todo el catálogo. Este, a su vez, se puede ordenar de manera alfabética, por ejemplo, para encontrar aquellos juegos a los que queremos jugar.
SEGA Mega Drive Mini es un producto muy cuidado y elaborado por parte de la compañía japonesa. Cuando salga a la venta el próximo 19 de septiembre va a contentar a todos los poseedores de la consola original. Es apostar a caballo ganador.