Super Mario Maker 2, impresiones: fontanero infinito

Nintendo Switch se adentra en una segunda mitad de año plagada de contenidos. Si bien durante estos primeros meses se ha echado en falta un poco más de efecto, a partir de junio viviremos casi mensualmente la traca que la compañía nipona nos tiene preparada. No solo en el lado del videojuego más puro, sino también en servicios capaces de aprovechar al máximo su componente online.

Nos referimos, cómo no, a Super Mario Maker 2, la secuela de uno de los exclusivos más potentes de Wii U. Dadas las funciones híbridas de la consola, la idea primigenia tras el proyecto cobra más sentido que nunca. Ya sea en sobremesa o en cualquier lugar, podrás dar rienda suelta a tu creatividad y dar muestra de ello con el resto del mundo cuando quieras y como quieras. Desde MeriStation, hemos tenido la oportunidad de pasar un pequeño rato a los mandos del Mario obrero; rato que asienta la confianza que teníamos ya de por sí en una marca sólida.

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Martillos y tornillos

La novedad más llamativa al ponernos a los mandos de Super Mario Maker 2 es la inclusión de una campaña tradicional a lo grande. Faceta que se dejó de lado en la versión original y que dejaba un poco cojo el conjunto en comparación con el potencial que podría alcanzar. En esta ocasión, Mario se convierte en el auténtico maestro arquitecto en uno de sus desafíos más disparatados hasta la fecha: reconstruir el castillo de Peach. Por cuestiones que no podemos revelar, toda la estructura se ha ido al traste, por lo que, junto a la ayuda de Toad y sus amigos, iremos reconstruyendo poco a poco todas las alas que daban forma a tan icónica estructura.

En la práctica, las misiones sirve como un tutorial encubierto para conocer cómo funcionan las mecánicas que más tarde introduciremos en el modo creativo. Pese a que los niveles que jugamos eran del inicio, servía como un pequeño tour por la historia de la franquicia, lo que encandilará a los seguidores del fontanero. Se nos prometen más de cien niveles que nos tomarán varias horas para completarlos.

Las sensaciones a los mandos son diferentes respecto a cuando nos enfrentamos a un Mario tradicional. Es decir, los niveles tienen un sabor diferente, como si el diseño estuviera planteado para explotar más que nunca las capacidades jugables, en vez de servir como una aventura más tradicional dentro de la rama 2D. No tantos sobresaltos como podríamos esperar (New Super Luigi U nos ponía contra las cuerdas) pero sí experiencias muy bien diferenciadas.

Eso sí, quienes vengan de la entrega primigenia no encontrarán grandes sorpresas en este sentido, puesto que las elaboraciones de la comunidad ya dieron buena cuenta de la grandísima herramienta que teníamos entre manos. Otra de las novedades que acompañan a esta entrega es la inclusión de una nueva versión de Mario. A los clásicos se le suma la incorporación del estilo de Super Mario 3D World, otro de los grandes exclusivos de la anterior consola de Nintendo; sí, Mario gatuno presente.

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Creatividad en estado puro

La otra gran parte de la sesión estuvo enfocada en el modo creativo. Al principio comenzamos a explorar sus posibilidades en modo sobremesa, es decir, utilizando los sticks para movernos con las celdas y la cruceta para elegir qué objetos colocar en el nivel. Pese a que no es incomodo per se, sí que se nota cierta lentitud a la hora de cambiar rápidamente entre una opción u otra. Esto se elimina completamente al jugar en modo portátil, la verdadera naturaleza de Super Mario Maker 2 y una de las razones de su comunión con Nintendo Switch.

Si bien podemos hacer lo mismo con sendos joy cons, el verdadero modo de utilizar el juego es utilizando la pantalla portátil. Jugar con los dedos y ver cómo funciona al momento hace que nos cueste adaptarnos a otros modos. De hecho, esta versión evidencia la necesidad de un lápiz táctil similar al encontrado en las últimas consolas portátiles de la compañía.

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Crear un nivel al milímetro es una cuestión de paciencia, habilidad y aprendizaje mediante la interacción con todo el catálogo de objetos a nuestra disposición. Los diez minutos en los que nos enfrentamos al modo creativo fueron una auténtica locura. No sabíamos qué hacer y sin embargo en cuestión de varios clicks creamos un nivel muy primitivo, pero plenamente funcional. Ese es el triunfo de Super Mario Maker 2, ofrecer una herramienta tan potente al alcance de todos. No tan compleja como Dreams, pero sin la necesidad de pasar por tediosos tutoriales infinitos para hacer la más mínima acción. Por último, todos los objetos de creación estarán disponibles desde el inicio. ¿Quieres únicamente crear? Eres libre de hacerlo. Todas las opciones de la primera entrega se encuentran presentes junto a los nuevos objetos de la secuela.

Pese a que, como es obvio, no contábamos con las funciones en red global, en la versión final se podrán subir y compartir con el resto del mundo con tan solo un click. Lo que sí pudimos ver son los menús asociados al sistema; todos los niveles están ligados a un código único, el cual se puede compartir para ir directos a él a través de la búsqueda personalizada. Sin embargo, existen filtros generalistas que variarán en función de las opiniones de los jugadores. Antes de entrar en uno, se nos informará del porcentaje de finalizaciones, comentarios de los usuarios, el creador y sus niveles anteriores y votos. Si una creación merece estar arriba, lo estará. Las etiquetas no dejarán lugar a dudas.

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Mejor en compañía

La última parte de la mañana la pasamos junto al resto de compañeros en el modo multijugador. Si bien fue algo que se experimentó en Wii U, ahora en Nintendo Switch se eleva al cuadrado las posibilidades, aunque con matices. Nos explicamos: podremos jugar con hasta otros tres compañeros en modo local línea. Uno creará la sala multijugador, mientras que el resto deberán unirse por proximidad. Algo tan sencillo y aparentemente normal requiere de una suscripción a Nintendo Switch Online en todos los integrantes de la partida. No sirve que el anfitrión tenga y el resto no; todos deben pasar por el filtro para poder jugar en modo local en línea.

Por otro parte, no se podrán crear salas multijugador globales, es decir, jugar con nuestros amigos a distancia no es posible. Solo habrá matchmaking global, el cual nos emparejará de manera aleatoria con otros usuarios del servicio. Poder invitar a tus contactos de Nintendo Switch sería la última pieza de un conglomerado casi perfecto, y sin embargo la compañía vuelve a tropezar en la misma piedra. En pleno 2019 el ecosistema en línea es crucial, no podemos dar pasos hacia atrás.

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Es una auténtica lástima, puesto que los momentos vividos en el modo local en línea son una auténtica risa con la compañía de otros conocidos. El par de niveles que jugamos eran competitivos: el objetivo era lograr llevar una bandera hasta la meta, pasando antes por el cumplimiento de una tarea que diera paso al todos contra todos. Lo dicho, el rato que estuvimos en este modo mereció muchísimo la pena, y más sabiendo que el catálogo de niveles será casi infinito.

Apuesta segura

Super Mario Maker 2 es una apuesta segura dentro del calendario de lanzamientos previstos para el presente 2019. Ya tengas un perfil creador o de un simple usuario que quiere disfrutar de Mario en su máxima esencia, todos tienen un pequeño hueco en esta gran odisea que tantas alegrías dará a la comunidad de Nintendo Switch. Eso sí, ojalá los nipones por fin fueran conscientes de la importancia que tiene la faceta en línea. Ojalá estuviera más cuidado en este sentido. Por otro lado, no será hasta el 28 de junio cuando podamos tenerlo entre nosotros. Un mes nos separa de enfundarnos en el mono de trabajo.