Far Cry: New Dawn y su mundo postapocalíptico

El mundo presentado en Far Cry: New Dawn no es la típica versión encontrada después de que el apocalipsis arrase la tierra, siendo por ello interesante el analizarla para entender las decisiones del equipo de desarrollo. Como sabréis, la premisa argumental de esta secuela de Far Cry 5 es tomar las riendas a partir del final de éste para presentar la versión del mundo postapocalíptico que quedó después de que cayeran las bombas. Si nos ceñimos al género y lo comparamos con otros títulos como Fallout, veremos algunos elementos que cabría esperar ver y sin embargo no nos encontraremos al jugar. Todo ello ha sido justificado por James Nadiger, director de narrativa asociado en Ubisoft, en una entrevista concedida a gamesindustry.biz.

"El apocalipsis es un lugar que hemos querido llevar a Far Cry durante mucho tiempo. Creo que se adapta a la locura del juego", destaca Nadiger en la entrevista. Sí, la versión del mundo presentada en New Dawn es la que quedó 17 años después de que el apocalipsis se presentara en la tierra. Por ello, esperamos encontrar algunos elementos como la radiación, los animales mutantes, las dificultades para encontrar alimentos y demás características representativas del género. Aun así, tal y cómo sigue explicando Nadiger, el equipo de Ubisoft decidió tomar un camino distinto:

"Lo bueno de la ficción centrada en el apocalipsis, no solo en juegos sino en todos los medios, es que todos pueden darle su propio toque", comenta Nadiger. "Para New Dawn, lo que nos diferencia casi de inmediato es lo que hemos hecho con nuestro medio ambiente".

Efectivamente, la vegetación es uno de sus puntos más destacables, presentando una versión más impresionante que anteriormente al disponer de flores y color en abundancia, haciendo contraste con algunos árboles quemados. En cuanto animales, nos encontraremos algunas pequeñas variaciones en determinadas especies tales como unos ciervos con los cuernos rosas. Aun así, no encontraremos mutaciones cómo seres bicéfalos ni con un diseño totalmente distinto al de unos animales normales (tampoco en humanos). Todo ello nos hace pensar que quizás las bombas que cayeron no fueron tan destructivas como cabría esperar, algo que James aclara:

La radiación mencionada tan solo se ve representada en unos límites en el mapa a partir de los cuales no se puede avanzar supuestamente por ser zonas inhabitables. No se llega a ahondar en la cuestión y en lo jugable lo que nos llega es una reducción del mapa que vimos en Far Cry 5. En cuanto a los grupos de humanos supervivientes, se distribuyen en cuatro principalmente. Por un lado tenemos a lo que podríamos llamar la resistencia, a la que por supuesto pertenecemos, hallando a los Salteadores como enemigos y a la descendencia del culto del Edén como terceros. Por último, están algunos NPC sueltos que encontramos por el mapa como comerciantes o posibles aliados que se pueden unir a nosotros. A pesar de no encontrar grandes ciudades como antaño, sí que nos toparemos con bastantes humanos que sobrevivieron después del desenlace de Far Cry 5.

A modo de conclusión después de haber repasado diversos de los puntos que componen al título, vemos como el mundo no terminó después de que cayeran las bombas, si no que tuvo una etapa difícil durante un tiempo y es en la época actual en la que todo está comenzando de nuevo. Con una vegetación más exuberante, animales y humanos viviendo en cierta armonía y sin tener escasez de armas, vehículos, combustible, alimento ni derivados, comprobamos cómo las bombas no fueron tan destructivas y el mundo de New Dawn sigue unas reglas muy similares al resto de la saga Far Cry.