Cierre de Telltale: “Al escuchar la noticia, la gente lloró”

El verano había acabado y el otoño empezaban a teñir la calle de colores ocres, que para los trabajadores de Telltale Games, pronto se tornarían oscuros. A mediados del mes de septiembre, el estudio de The Walking Dead y de The Wolf Among Us, entre muchos otras producciones, anunció que cancelaba todo excepto la temporada final de The Walking Dead. No obstante, lo mas grave de todo fue que repentinamente, más de 200 personas habían perdido su puesto de trabajo.

La confusión se adueño de todo, pues las declaraciones de Pete Hawkey, consejero delegado de Telltale Games, se contradecían con la realidad que parecía imperar en el estudio. Mientras que el directivo desmentía el cierre, los ya extrabajadores hablaban de un adiós definitivo. Eurogamer se ha puesto en contacto con algunos de los desarrolladores que vivieron esa experiencia en primera persona para arrojar un poquito más de luz.

Falta de recursos y errores al elegir proyectos

Una de las creativas que vivieron los últimos días Telltale fue Mary Kenny, recientemente fichada como guionista en Insomniac Games: “Nadie sabía lo que estaba ocurriendo, no hubo ningún aviso”, recuerda. “Cuando recibimos la noticia, la gente lloró, se abrazó o se quedó mirando al vacío”. Entre bambalinas, se preguntaban lo que les ocurriría en su situación, qué harían “sin seguro médico” y cómo se lo contarían a sus familias. Tampoco quedaba claro si les revocarían sus visas de trabajo.

Que las cosas no iban bien en el seno de Telltale Games lo revelaban los números y las ventas. La retirada de un poderoso inversor también contribuyó al derrumbe del castillo de naipes. Además, como apunta un exempleado a Eurogamer, las expectativas de ventas del departamento de marketing eran “completamente ridículas”. La junta directiva siempre estaba planificando otro juego para que fuera exitoso como la primera temporada de The Walking Dead, “pero nunca dieron a los proyectos el tiempo, el dinero y los recursos para hacerlos realidad”, dice una fuente. “Hubo un pequeño rayo de luz con las ventas de Minecraft, pero el acuerdo rubricado por Telltale y Mojang/Microsoft era tan malo que el estudio no recibió demasiado de las ventas moderadas que cosechó”.

Otra de las fuentes subraya la poca pericia de la dirección a la hora de elegir los nuevos proyectos y las secuelas: “Fueron las decisiones de los proyectos las que arruinaron mi optimismo con respecto al futuro del estudio”. El desarrollador recuerda que la segunda temporada de The Walking Dead y el episodio de Michonne sufrieron una bajada de ventas con respecto a la primera temporada, pero aún así, lo que hicieron los directivos fue continuar con nuevas entregas, secuelas que cada vez vendían menos. “Todo estaba orquestado por el departamento de marketing. Esa falta de voz destruyó el entusiasmo del equipo creativo”.

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Política de crunch y la moral del equipo narrativo

The Wolf Among Us, título que consiguió los laureles de la crítica pero que no vendió especialmente bien, iba a recibir una secuela. Sin embargo, según los relatos de los desarrolladores, el proyecto comenzó con un presupuesto raquítico. Arrancó en verano de 2017 y el departamento de marketing decidió grabar el teaser del juego. Con todo, internamente, la gente cuestionaba muchas cosas: “Incluso cuando el equipo de marketing grabó el tráiler de Wolf2, muchas personas de dentro del estudio dudaban de que el proyecto fuera a ver la luz del día”. Efectivamente, el juego fue cancelado durante las primeras etapas del desarrollo.

La política de crunch consumió a muchos trabajadores, que terminaron comportándose mal: “Al final del día, los departamentos creativos de Telltale tenían muchos problemas de favoritismos basados en amistades personales en lugar de en los méritos. El crunch magnificó esos problemas y los de arriba no pudieron resolverlo o simplemente no se preocuparon por ello". El mal ambiente que se vivía terminó sacando los peor de ciertas personas, que incurrieron en comportamientos tóxicos, tal y como manifiesta una fuente.

No todos los equipos lo sintieron igual. En el equipo narrativo de Mary Kenney, la moral permaneció alta: “Puede parecer sorprendente, pero el último año de Telltale fue positivo, incluso optimista. No puedo hablar por todos los equipos, pero en el mío, la cultura se había tornado más colaborativa y abierta a tomar riesgos creativos”.

Lo bueno y lo malo, lo que fue y lo que no es. Telltale Games no consiguió superar los últimos baches y ya es historia, y aunque sus juegos permanecen, siempre quedará la duda de cómo habría cambiado la situación si las decisiones por parte de la directiva hubieran sido distintas.