Diablo Immortal, el rey del ARPG quiere reinar también en móviles
Una de las novedades de esta conferencia ha sido la presentación de un nuevo Diablo, pero no el que muchos deseaban.
Como no podía ser de otra forma, el primer día de la BlizzCon 2018 ha sido el elegido para dejar caer cuáles van a ser las novedades más importantes que vamos a poder disfrutar próximamente gracias a cada uno de los juegos de la franquicia.
Teniendo en cuenta la gran ausencia de Diablo en el evento de 2017, Blizzard sabía que no podía permitirse el lujo de dejar a los fans de Diablo otro año más en blanco y comenzaba, precisamente, con el panel sobre el juego en el cual se iba a hacer un repaso en profundidad a todo lo que estaba por venir.
Con una clara intención de hacerse con el mercado asiático, a eso de las 20:30 hora europea, se anunciaba de forma oficial el lanzamiento del nuevo MMOARPG disponible para dispositivos móviles gracias a la alianza con NetEase Games.
Todo esto resulta familiar
Lo cierto es que, al menos por lo que pudimos ver durante el panel de 'Diablo Immortal', el juego no ofrece grandes novedades para aquellos que ya han jugado a entregas anteriores sobre todo teniendo en cuenta que los acontecimientos que en él ocurren están situados entre el final de 'Diablo II: Lord of Destruction' y el inicio de 'Diablo III'.
En lo que respecta al lore, el argumento en esta ocasión es sencillo: la Piedra del mundo ha sido destruída y sus pedazos han quedado desperdigados por todo Santuario. Allí donde se encuentra uno de ellos crece la corrupción, por lo que nuestro deber como héroe será limpiar esa corrupción y evitar que el Heraldo del Terror Skarn se haga con todos esos fragmentos de nuevo e invoque a Diablo.
Entre las clases que podremos elegir están las ya disponibles a excepción del médico brujo: bárbaro, cazador de demonios, cruzado, nigromante, mago y monje. Además, durante nuestra aventura podremos conocer más datos sobre la historia de personajes míticos como el mismísimo Deckard Cain, Maghda, Adria o el poderoso Baal.
Por otro lado, si nos fijamos en las 8 zonas disponibles con la salida de 'Diablo Immortal' y, a pesar de que el equipo de desarrollo expresó su deseo de seguir añadiendo otras nuevas de forma más o menos continua, hay varias de ellas que ya hemos explorado anteriormente como Westmarch, la Torre Olvidada o la Biblioteca de Zoltun Kulle.
Uno de los aspectos principales en los que se ha hecho más hincapié y el cual podríamos considerar novedad, es el apartado social del juego. Parece que Blizzard quiere potenciar el carácter cooperativo ofreciendo varias opciones para que los jugadores interactúen entre sí. No solo se van a poder a hacer mazmorras en grupo y organizar parties para derrotar jefes sino que se va a implementar el concepto de "capital". Al igual que ya ocurre en juegos como World of Warcraft, los jugadores tendrán una ciudad común en la que poder descansar, adquirir y reparar objetos, guardar equipo o relacionarse con otros jugadores. La ciudad elegida para ello será Westmarch.
Un anuncio con sabor agridulce
Y quizás sea mucho decir. A juzgar por las primeras impresiones que la comunidad no ha dudado en dejar en el chat en directo, los foros o incluso en Youtube, se esperaba más. Mucho más. Si bien es cierto que nadie contaba ya con un (por otra parte) esperadísimo Diablo IV después de que la misma Blizzard pidiera paciencia a través de Twitter, la presentación ha sabido a poco. Más teniendo en cuenta que venimos de una edición en la que se prescindió totalmente de Diablo y que las promesas de que pronto habrá grandes anuncios se han desvanecido más de una vez en los últimos años.
Pocas veces se recuerda un ambiente como el que hubo ayer durante el panel de Diablo. Un público con muchas ganas que poco a poco fue apagándose hasta el punto de crear silencios incómodos ante los anuncios que se estaban lanzando desde el escenario. Algunos usuarios, tanto en la Blizzcon como en todo tipo de redes sociales, no dudaron en expresar su desencanto ante la nueva oferta de la compañía.
Quizás en un contexto diferente, con Diablo 4 anunciado y sin estar este desierto informativo en el que viven los aficionados de la saga desde hace años, el anuncio hubiera sido recibido con más positividad, o por lo menos sin tanta animadversión. Pero Blizzard ha decidido hacerlo así y le tocará lidiar con una comunidad que pierde un poco de paciencia cada año.
Al margen de toda la polémica, estratégicamente no se le puede culpar a Blizzard de intentar atacar este sector del mercado. Ya hace tiempo que se está viviendo una auténtica invasión de ARPGs en móviles, aprovechando la cada vez mayor capacidad técnica de los dispositivos y un mercado voraz que pide cada vez juegos más sofisticados que los mantengan entretenidos. La competencia es feroz y el equipo tendrá que poner todo su esfuerzo en crear un contenido que se diferencie cualitativamente para poder destacar.