MediEvil llega a PS4, 20 años de un juego a reivindicar

Es probable que 1998 fuera el mejor año de la historia de los videojuegos. Si ahora mismo os pidiéramos que cerréis los ojos y os sumerjáis en vuestros recuerdos de entonces, no serían pocos los nombres que acabarían por salir a flote. The Legend of Zelda: Ocarina of Time. Half-Life. Banjo-Kazooie. Pokémon Rojo y Azul. Thief. Grim Fandango. Starcraft: Brood War. Si os pidiéramos que afinárais un poquito más y solo os centrárais en títulos de la PlayStation original, también pasaría lo mismo. Resident Evil 2. Metal Gear Solid. Crash Bandicoot: Warped. Spyro the Dragon. Gex: Enter the Gecko. Xenogears. Así podríamos tirarnos hasta mañana. Sin embargo, si fuéramos aún más exigentes y claros, y os pidiéramos un nombre de 1998 que además fuera perfecto para jugar en una PlayStation por Halloween, entonces solo tendríais uno en la punta de la lengua: MediEvil.

Sir Daniel Fortesque no es el primer héroe que se os ha venido a la mente, y aunque es normal al hablar de la edad de oro de los videojuegos, no por ello deja de darnos pena. Quizás ese sentimiento de culpabilidad se deba a que tampoco pensamos en él cuando hablamos de las mascotas de Sony y los grandes personajes first party de la compañía. La saturación de nombres para la historia que nos dejó esa época hizo que MediEvil cayera en el olvido. Un hecho imperdonable si tenemos en cuenta que hablamos de una de las grandes joyas exclusivas que ha dado la marca PlayStation.

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Pero rectificar es de sabios y Sony lo sabe. El próximo 31 de octubre, como si fuera uno más de todos esos muertos que se alzarán sobre sus tumbras, MediEvil volverá a la vida. Sir Daniel resucitará por segunda vez (pues cabe recordar que el juego empezaba precisamente así, con el regresando al mundo de los vivos). Lo hará por medio de un remake del título original que se dejará ver en el que será su primer trailer desde que se anunciara en la PlayStation Experience de 2017, cuando se nos habló de él como un simple remaster. Ha llegado la hora de que, coincidiendo con el mes que celebra el 20º aniversario de la saga, Zarok y Gallowmere vuelvan a nuestras vidas.

En MeriStation creemos que se trata de una ocasión muy especial, de un regreso largamente esperado, y por ese motivo hemos querido dedicar estas líneas al recuerdo del primer MediEvil. Un repaso a las virtudes que hicieron que se ganara un hueco en nuestro corazoncito. Un rápido vistazo al baúl de los recuerdos de cara al reencuentro y las mariposas en el estómago que nos hace sentir

Una lluvia fría y perseverante. Truenos en la distancia. Murciélagos. Una cámara en primera persona atraviesa un cementerio lleno de arañas, calabazas y esculturas medievales. Entre estas últimas, la de Sir Daniel Fortesque. Es muy probable que esa sea la primera imagen que muchos recuerden del juego. La que daba acceso al menú del mismo y marcaba el tono y la ambientación.

MediEvil llegó el 1 de octubre de 1998 de la mano de uno de los equipos first party de Sony, Cambridge Studio. Autores de la serie y de juegos como Primal, en 2012 pasaron a ser conocidos como Guerrilla Cambridge tras una restructuración de plantilla. A partir de ahí trabajaron en las notables adaptaciones de LittleBigPlanet y Killzone para PlayStation Vita, para poco después cerrar sus puertas por completo en 2017. Hoy día Cambridge Studio se merecería una estatua tan grande como la de Sir Daniel en aquel evocador cementerio.

Uno de los grandes motivos por los que la gente caía rendida a los pies de MediEvil era por su hilarante historia y el carisma y la personalidad que derrochaban todos sus personajes. Ambientada en el reino ficticio de Gallowmere (donde no nos sorprendería cruzarnos cualquier día con Jack Skeleton), narraba cómo, en pleno siglo XIV, un oscuro y peligroso hechicero atacaba la región. Entre sus planes para hacerse con el poder estaban lanzar un conjuro que bloqueara la luz del sol (¡en tu cara, señor Burns!) y otro hechizo que levantara a los muertos del cementerio, con los que pretendía formarse un ejército de criaturas demoniacas.

Lo que no sabía dicho hechicero, de nombre Zarok, es que al hacer esto último también iba a devolver a la vida al "gran héroe" de Gallowmere: Sir Daniel Fortesque. Y a su vez, lo que no sabían los habitantes del reino era que el pobre Sir Daniel no era más que un pringado. Al poco de empezar la única batalla que libró en su vida,  precisamente contra Zarok y 100 años antes, una flecha se le clavó en el ojo y lo mató, haciendo de él la primera baja del conflicto. Aquella vez, Gallowmere logró derrotar y desterrar a Zarok sin su ayuda, pero el rey, avergonzado por haber puesto a Sir Daniel al frente de sus tropas, ocultó el error atribuyéndole el mérito y convirtiéndole en leyenda.

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De ese modo nos poníamos a los mandos de un mentiroso, de un esqueleto patoso y torpe, rodeado por costumbre de toda la mala suerte del mundo. Un personaje al que los habitantes de Gallowmere van tratando con una veneración que no se merece y al que encima Zarok tiene especiales ganas de poner en su sitio tras habérsele atribuido el mérito de su primera derrota.

Era imposible no empatizar con Sir Daniel, un metepatas profesional. Era uno de los antihéroes con menos posibilidades de salir airoso que jamás habíamos conocido. Un original personaje que parecía sacado de Una Serie de Catastróficas Desdichas y que nunca teníamos claro si era bueno... o malo. Sus valores eran la mentira y la cobardía, después de todo.

Hablamos de una época de los videojuegos en la que la historia no siempre se contaba con el motor gráfico de los títulos y recurríamos a menudo a secuencias generadas por ordenador (CGI), por encontes bastante espectaculares. Como era el caso de MediEvil.

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MediEvil era un juego de aventuras que contenía puzles, plataformas y un gran componente de acción de corte hack and slash. Nos invitaba a recorrer una cantidad de escenarios descomunal (cementerios, criptas, iglesias en lo alto de una montaña, pantanos, laberintos de paja de los granjeros de Gallowmere, campos de batalla desolados, barcos voladores, castillos que se venían abajo... etcétera) y lo hacíamos abriéndonos paso entre las hordas enemigas de Zarok, cuya variedad no se quedaba atrás (calabazas bípedas, carniceros, zombies, armaduras huecas, calderos poseídos, perros, murciélagos, piratas, magos, tentáculos y hasta una versión de Jack el Destripador).

Contaba con jefes finales memorables, como un caballero multicolor formado por los cristales rotos de una vidriera, y momentos para el recuerdo, como misiones en las que Sir Daniel encogía de tamaño para entrar en la madriguera de un animal (un saludo al posterior The Legend of Zelda: The MInish Cap) y eso nos ponía a luchar con hormigas y seres subterráneos.

Elegíamos la misión a través del clásico mapa del mundo en el que en ciertas ocasiones no teníamos porque jugar de forma lineal, pudiendo elegir entre dos niveles, y una vez dentro de ellos contábamos con múltiples coleccionables, como el Cáliz de Almas, que se iba rellenando a base de matar enemigos. Una vez completo, podíamos llevarlo a un escenario llamado la Galería de los Héroes, algo así como la zona de las estatuas de Shadow of the Colossus, donde hablábamos con estatuas de otros héroes que nos despreciaban pero trataban de ayudarnos dándonos mejoras y armas de toda clase (arcos, ballestas, escudos, mejoras de vida...)

En definitiva, MediEvil era tan variado como divertido. El sentido del humor estaba presente en todo momento y el juego buscaba sorprendernos continuamente sumando nuevos enemigos, armas y escenarios a cada paso de la aventura. Una experiencia no demasiado larga (no llegaba a las 8 horas) pero sencillamente deliciosa. Más aún si éramos fans de Tim Burton, a quien parecía estar homenajeando con cada nivel. Pesadilla Antes de Navidad, La novia cadáver, Los mundos de Coraline... su paleta y aspecto es de los más fascinantes que se recuerdan. Lo mismo con su banda sonora, que podría haber firmado el mismísimo Danny Elfman.

La llegada del remake (que varios fans trataron de hacer por su cuenta en Unreal Engine 4, como se muestra en el vídeo bajo estas líneas) es una gran noticia para los amantes de las aventuras diferentes, de aquellas con una ambientación cautivadora y un cúmulo de situaciones y desafíos tan originales como variados.. Ardemos en deseos de saber qué ha sido de Sir Daniel en estos 20 años con el primer trailer de sur regreso, disponible el próximo día 31.