Ori and the Will of the Wisps, impresiones: lucha contra el crono

Gamescom 2018 está cumpliendo a rajatabla todas las expectativas que los usuarios habían depositado tras un E3 vertiginoso. Además de poder por fin marcar en el calendario lanzamientos como el de Devil May Cry 5, algunas compañías nos han permitido echar un vistazo en mayor profundidad de sus últimos proyectos. Ha sido el caso de la división Xbox, quien a través de un Inside especial desde la propia exposición, enfatizó en el apoyo a su comunidad europea con materiales y anuncios inéditos hasta la fecha.

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Uno de ellos, que casualmente ocurrió de forma paralela, estuvo relacionado con los buenos de Moon Studios. El joven estudio se ganó el cariño del público allá por 2015 con Ori and the Blind Forest, un espectacular metroidvania que detrás de su excelente arte escondía una bomba jugable a los mandos. Ahora, tres años después de aquello, tomamos un pequeño aperitivo de su secuela, Ori and the Will of the Wisps, tras su gran revelación en el evento californiano.

El más rápido del bosque

Si por algo se caracterizó el original, lejos de sus aspectos más importantes, fue por las posibilidades a la hora de exprimir sus niveles. De hecho, en su propia lista de logros incluía varios retos pensados para los que gustan de una experiencia contra el reloj. Los Speedruns están a la orden del día. Por ello, la compañía ha querido enfatizar en este aspecto a través de un nuevo modo de juego, llamado Spirit Trials. A través de un pequeño tráiler podemos conocer cómo se desenvuelve en directo.

Spirit Trials es la aproximación de la franquicia a las facetas en línea. Al acercanos a dichos pedestales que encontraremos por el mundo, podremos enfrentarnos al crono para superar segmentos o niveles completos. Junto a nosotros aparecerán los fantasmas de otros jugadores, así como algunos agregados a la lista de amigos. El objetivo es alcanzar el tiempo mínimo establecido en la parte superior izquierda antes que el resto. Al finalizar, subiremos el resultado a los marcadores globales que se compartirán entre toda la comunidad.

Completar estos desafíos nos recompensarán con suculentos objetos para el juego, aunque todavía no ha trascendido los beneficios con exactitud. Ante todo hay que tener claro que estas pruebas no son obligatorias, sino que serán totalmente opcionales y no interferirán en el progreso natural. De hecho, parece que están pensadas para aquella masa de jugadores que ya han disfrutado del juego por primera vez y ahora, en una segunda vuelta, buscan nuevas formas de explotar el núcleo jugable.

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No solo podremos participar, también tendremos la oportunidad de echar un vistazo como meros espectadores a los mejores tiempos, lo que nos permitirá conocer los movimientos necesarios para intentar emularlos de cara a arañar esas décimas tan deseadas. Además del modo, este nuevo material jugable deja entrever de nuevo las novedades que encontraremos en Ori and the Will of the Wisps, como el poder sumergirnos en superficies arenosas o el uso de las lianas para evadir grandes huecos de caída libre.

Lo cierto es que el espíritu de las Spirit Trials (valga la redundancia) casa a la perfección con la filosofía que ha trasladado Moon Studios a la pantalla. El poder explotar cada pixel del escenario, encadenar movimientos y golpes del personaje para conseguir impulso, el rango de combos a nuestro alcance… Todo funciona como un ente único, sin ningún punto flaco con el que perder el tempo de Ori. Pocos metroidvanias en la actualidad consiguen una fórmula tan sólida como la lograda en la saga.

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Moon Studios a pleno rendimiento

Pero no todo es mecánica; el envoltorio es otro de los aspectos fundamentales de la obra. El estudio sigue su camino por llevarnos a parajes pseudo-bidimensionales de ensueño, con ese colorido y estilo tan característico que hace conectar al instante. De la misma manera el sonido juega otro papel de relevancia, ya que es la voz cantante del estado de ánimo tanto del protagonista como del entorno, el cual parece cobrar vida a nuestro paso.

Tal como os contábamos el pasado mes de junio, lo probado de Ori and the Will of the Wisps nos permitía dilucidar las cotas que alcanzará una vez llegue al mercado. Aunando lo mejor del género, el título se convierte en uno de los más esperados para Xbox One y Windows 10 durante el próximo año, manteniendo el tan cacareado backtracking, la inclusión de jefes finales, nuevos árboles de habilidad, etcétera. 2019 es un año para soñar.