ARMS, Avance

Avance de ARMS

Cuando Nintendo se adentró en un género desconocido para la compañía de Kyoto, el shooter, lo hizo dando una vuelta a la base sobre la que se sustenta el género. Splatoon llegó a Wii U en 2014 con un mensaje claro e influyente: en un título de disparos el objetivo no tiene por qué ser acabar con el enemigo. Aquí lo que importaba era pintar con pistolas de tinta más terreno del mapa que el equipo rival, introduciendo por el camino interesantes mecánicas de movimiento. Pero más allá del juego en sí, la novedosa franquicia de la compañía de Kyoto creó un universo con una historia latente, cuasi vacía en el disco pero que la propia Nintendo y, sobre todo, los fans, se encargaron de rellenar a base de fan arts, teorías y, en definitiva, ese fan service que tanto ayuda a una empresa a afianzar su producto como permite a la comunidad sentirse propietaria y partícipe del mismo.

Eso mismo es lo que el equipo al cargo de Kosuke Yabuki (Mario Kart 8) ha conseguido crear con ARMS, la nueva propiedad intelectual de Nintendo que, una vez más, se adentra en un género (casi) totalmente nuevo para ella: la lucha. El concepto, de nuevo, se trunca; los puñetazos, patadas y combos cuerpo a cuerpo habituales en estos títulos se ven sustituidos por un combate a distancia y accesible, con personajes que son a la vez carismáticos y sin demasiado background. Tras estar durante algo más de horas jugando, disfrutando, resoplando y riendo con la nueva IP de Nintendo, tenemos bastante que contaros, así que vayamos por partes.

ARMS: una vueta de tuerca al género de la lucha

Ampliar

Para aquellos que no hayáis visto nada del título hasta ahora, un resumen rápido: en ARMS los luchadores se enfrentan hasta que uno de ellos se queda sin vida (al menos, en uno de los modos, pero nos dejaren entrever otras variables) en combates donde se disparan puños elásticos que habrá que dirigir con los Joy-Con de Nintendo Switch o con cualquiera de las otras opciones de control de la consola; podremos jugar con dos Joy-Con, con el mando Pro o con un solo Joy-Con en horizontal sin usar el control por movimiento, pero sin duda es más divertido y desafiante cuando somos nosotros los que estiramos los brazos o trazamos la curvatura del puño para golpear a nuestro adversario.

Ampliar

Los personajes avanzan automáticamente y nos vamos acercando o alejando del contrincante pegándole puñetazos y haciendo agarres, bloqueos y ataques definitivos, pero sí podemos movernos hacia izquierda o derecha, hacer esquivas en una de esas direcciones o saltar, una de las mecánicas clave del juego y que deberemos controlar a la perfección en los distintos escenarios.

Estos son variados y habrá un total de diez en el momento del lanzamiento del juego que nos obligarán a jugar de distintas maneras en cada uno de ellos. Así, en uno tendremos que estar constantemente lanzando puñetazos con parábolas porque las columnas nos impedirán asestar directos. En otro buscaremos constantemente situarnos en una zona donde hay una cama elástica, que nos permitirá ponernos a mayor altura que el enemigo con la consiguiente ventaja; algo similar ocurre con otra arena donde pequeñas zonas del escenario suben y bajan constantemente, creando plataformas que funcionan a su vez como obstáculos ante los puñetazos. Los diez mapas se corresponden, a su vez, con los diez personajes que habrá disponibles cuando el juego llegue a las tiendas.

Los modos y luchadores de ARMS: un plantel con carisma

El elenco de luchadores es tan diverso como carismático. A cada uno se le ha dotado una personalidad (mecánica, artística y de idiosincrasia) bien diferenciada y que permitirá a la mayoría de jugadores encontrar a uno con el que se sienta cómodo. Mientras Spring Man es un luchador equilibrado tanto en su velocidad de ataque como en su fuerza y defensa, Helix permite esquivar y asestar golpes de maneras bastante impredicibles para el rival. Ninjara es capaz de desaparecer cuando hacemos un dash y el robot Byte cuenta con su también robótico perro Barq, que asesta puñetazos aleatoriamente y nos permite saltar encima suya. Pero a la variedad de personajes y el cómo obligan al jugador a usar unas estrategias u otras hay que sumar la personalización de los mismos.

Ampliar

Cada uno de los 10 personajes viene con tres puños distintos predeterminados, que podemos asignar a nuestro antojo en la mano derecha, la izquierda o ambas. Estos puños son mucho más que un componente estético, cambiando al luchador completamente: unos golpean de manera estándar pero cuando tenemos menos vida hacen más daño; otros, se mueve de manera mucho más lenta pero asestan un golpe que resta más vida; otro se trata de un parasol que nos permite bloquear los ataques rivales de manera más eficaz y romper sus defensas; hay uno que lanza un pájaro hacia el enemigo y que no golpea hasta volver a nuestro puño… Tres puños por personaje hacen que las mecánicas del combate sean muy variadas y, además, cada uno de ellos tiene diversos efectos ante el contrincante: fuego, viento, hielo, aturdimiento, hielo, ceguera y explosión son los atributos en los que se clasificarán cada uno de ellos. Además, podremos mejorar nuestros puños o conseguir nuevos según vayamos jugando y consiguiendo puntos en cualquiera de los modos con los que comprar cajas “a la Overwatch”, donde nos tocarán guantes aleatorios.

Hasta en estos modos ARMS no deja de respirar originalidad por todos sus costados. Está el clásico modo arcade que nos contará una pequeña historia del universo y sus personajes, un modo versus de dos a cuatro jugadores, un modo enfrentamiento por parejas (donde estaremos conectados mediante un hilo a nuestro compañero y si él sale despedido por un golpe nosotros iremos junto a él, lo que exige coordinación y concentración), partidas online que permiten dos jugadores en una misma consola y, por supuesto, partidas clasificatorias contra el resto del mundo. Pero más allá de la lucha, y sin dejarla de lado en ningún momento, la reconcepción del género por parte de Nintendo tiene también pinceladas de party game.

Ampliar

En Volleyball nos enfrentaremos al contrario en una variante de este deporte que nos exigirá un timing preciso y con una bola explosiva de por medio. En Baloncesto, tendremos que llegar a los 10 puntos o alcanzar más puntuación que el adversario en 60 segundos anotando dobles y triples, con el detalle de que lo que colaremos por la canasta será el luchador rival. En tiro al blanco deberemos romper dianas con nuestros puños, teniendo que dirigirlos correctamente al punto correcto y consiguiendo golpear a nuestro rival que estará en el otro extremo del escenario. En 100 adversarios, que solo podremos jugar en solitario, viviremos un modo Horda donde deberemos superar sucesivos enfrentamientos.

Y toda esta variedad de modos y desafíos se podrán dominar gracias a los extensos tutoriales y consejos que traerá consigo ARMS. Además del típico modo entrenamiento, el equipo de Yabuki ha incluido una guía de cada uno de los personajes, puños y escenarios que no solo nos explican qué hacer con ellos sino que nos animan a experimentar con las diversas posibilidades que ofrecen.

Ampliar

Volviendo a las similitudes con aquel Splatoon que mencionábamos al principio del texto, Nintendo ha anunciado que ARMS seguirá la misma estrategia de inclusión de contenido que aquel: en los meses posteriores al lanzamiento se irán añadiendo actualizaciones de juego gratuitas con puños, escenarios y personajes que a buen seguro crearán nuevas estrategias, supondrán cambios en el metajuego e insuflarán de vida un título que, tras las horas que hemos podido probar, solo podemos definir de completo.

ARMS parece que viene armado con una fuerte personalidad, con un nuevo universo y personajes que fácilmente permitirán que se construya alrededor de él una fuerte comunidad interesada en sus personajes, creando y difundiendo sus historias y las de su mundo, dibujándolos… Quizá parezca un detalle baladí, pero parte del éxito de Overwatch y el mencionado Splatoon viene de aquí. Por otro lado, no nos hemos atrevido a mencionar la palabra profundidad en todo el artículo por un motivo: el juego la destila por los cuatro costados, tiene los ingredientes para ser accesible y tener distintas capas de esa profundidad… Pero necesitamos probarlo durante más horas para confirmarlo. Si así fuera, ARMS se convertiría no tan solo una nueva gran IP de Nintendo, sino en un más que interesante acompañante a Splatoon en el asalto de la Gran N a los deportes electrónicos.

Ampliar