Clásicos Navideños 2012
La Redacción de MeriStation te cuenta a qué va a jugar estas navidades, una época ideal para repasar grandes obras contemporáneas o desempolvar videojuegos clásicos. ¿Tienes la consola o el ordenador parados? Aquí te explicamos con qué títulos nos quedamos cada uno estos días y por qué lo recomendamos.
Navidad suele traducirse en tiempo libre, días de vacaciones para muchos o jornadas algo más reducidas para otros, pero siempre buen momento para darle a los videojuegos. El frío y el ambiente familiar ayudan a que se cree un clima donde apetece jugar y estar en casa más que nunca. Y 2012, que ha sido un buen año en cuanto a lanzamientos recomendables, no se va a quedar sin nuestro tradicional Reportaje de Recomendaciones Navideñas, una oportunidad para que todo el equipo de MeriStation os contemos a qué vamos a echarle unas horas estos días, con qué nos quedamos más allá de toda la artillería que se ha estrenado esta temporada, que no ha sido escueta y que podéis repasar en nuestras Guías de Compras.
También tenemos echado el ojo a todo lo grande que vendrá en 2013 y las expectativas, o al Juego del Año 2012 para MeriStation, pero aquí lo que queremos más bien es hablar a tono personal, sin tantos miramientos a la actualidad y destacando lo que de verdad vamos a jugar cada uno de los que trabajamos en la revista, lo que dejamos para nuestro ocio y disfrute en cuanto tenemos oportunidad. Éstas son nuestras recomendaciones en tono coloquial e informal, una respuesta -normalmente- a los gustos de cada redactor y sus preferencias para este momento en concreto, también de cara a lo que está por llegar o las tendencias actuales del mercado. No falta quien mira muy atrás o quien se queda con obras de esta generación. ¿Y tú, cuál sería tu recomendación navideña?
Soldaditos randomericanos a prueba de balas y explosiones que recorren pasillo tras pasillo mientras eliminan enemigos cuya única iniciativa es la de servir de diana de la forma más clara posible; multijugador obsesivo/compulsivo en el que te vuelan la cabeza una y otra vez antes siquiera de que te dé tiempo a poner el dedo en el stick; DLCs abusivos que el usuario compra masivamente sin pestañear siquiera… Decididamente, el FPS ha muerto de éxito, cual estrella de rock en plenitud de su carrera. Pero no siempre fue así, no señor. Los años iniciales del género, esa primera generación que comenzó con Wolfenstein 3D y finalizó cuando el gran Half-Life saltó a la palestra, fueron absolutamente maravillosos, y el juego que hoy nos ocupa lo demuestra con creces. Se trata de Shadow Warrior, título desarrollado por 3D Realms para PC y Mac en 1997 siguiendo la estela del éxito alcanzado el año anterior por el no menos genial Duke Nukem 3D. Todas las virtudes enarboladas por DN3D se encontraban presentes en Shadow Warrior: mapeados laberínticos y enrevesados, acción por los cuatro costados, enemigos escasos en IA pero sobrados de peligrosidad, casquería gratuita y humor socarrón, niveles largos y desafiantes… Añádase a la mezcla un apartado gráfico dotado del encanto que atesoraban los juegos de entornos tridimensionales por los que se movían sprites 2D con sorprendente soltura, alguna que otra innovación en el género como era la interacción con escaleras o el manejo de vehículos, además de un leve toque picantón, y tenemos como resultado un título que nadie debería perderse. Shadow Warrior no alcanzó el éxito de Duke Nukem 3D, por lo que no tuvo continuidad más allá de un par de expansiones (aunque viendo lo que pasó posteriormente con el pobre Duke, casi mejor que el juego que nos ocupa se quedara así). Jugar a un título de 1997 en los PCs actuales no es tarea fácil, pero siempre podemos echar mano del socorrido DOS Box. Además, Shadow Warrior ha sido recientemente convertido a dispositivos iOS, así que podremos disfrutar de él en estas fiestas independientemente de dónde nos encontremos.
No es una tradición escrita en piedra, pero por lo general en navidades casi siempre aprovecho para empezar una larga campaña a algún juego de estrategia por turnos para PC o consola. En esta ocasión además tenía muy claro qué juego en cuestión quería que fuera protagonista: Master of Orion II, un clásico entre los clásicos que todavía no ha sido superado en muchos de sus aspectos y con muy pocas referencias en el presente, más allá del también excelente Galactic Civilizations II, un oasis en medio de la nada más absoluta -hay otros meritorios juegos de estrategia espacial como el también notable Sins of a Solar Empire, pero su naturaleza híbrida les da otro ritmo-. La premisa es sencilla, elige una de las razas disponibles -o crea la tuya propia- y dirígela a un juego de conquista interespacial donde el destino de miles de millones de habitantes de un planeta es una parte pequeña de tus preocupaciones. Desarrollo, espionaje, diplomacia y guerra, unas bases que en Master of Orion II se ven aderezadas por una cantidad aplastante de opciones que se convierten en una pesadilla de microgestión en una campaña avanzada, pero no importa. Todavía hoy muchos jugadores defienden la "simpleza" de la primera parte frente al exponencial aumento de opciones y posibilidades de la secuela y es cierto que en un mapa grande -que es realmente inmenso-, una partida de MoO II puede hacerse realmente muy pesada en las campañas avanzadas, con una eternidad para cada turno. Pero también es verdad que eso le da al juego una naturaleza más impredecible y más posibilidades de grandes éxitos y espectaculares fracasos, que a fin de cuentas es la salsa imprescindible de todo buen título de estrategia. El pack de GOG con la primera y segunda parte, a un insuperable precio de oferta de 2,99 dólares, es uno de esos títulos que nadie remotamente interesado por este género debería perderse, un clásico atemporal y una de esas experiencias que sólo puede disfrutarse delante de una máquina y perdiéndote en un universo tan complejo como fascinante, siempre repleto de opciones y posibilidades que marcarán tu futuro a cada paso.
Hace diez años apareció una de las obras más perfectas que existe. Sí, hablar de la perfección es absurdo en una industria como los videojuegos, donde incluso las obras maestras tienen sus defectos. Pero Metroid Prime de Retro Studios es de esos juegos que más se acercan a la perfección. Parece un videojuego hecho con la precisión de un cirujano: detallista y pulido en todo lo que ofrece y pretende. Una obra compleja, no apta para todos los públicos, pero brillante. De esos títulos que aunque no te pueda gustar –hay gente para todo- se le ven las virtudes a primera vista. Ahora que se cumple una década del gran bombazo de Retro Studios voy a pasar las fiestas navideñas disfrutando de Samus y su gran primera aventura tridimensional. Lo haré, además, en su versión para Wii ya que el mando de la penúltima consola sobremesa de Nintendo se hizo, entre otras cosas, para explotar al máximo una fórmula como la de Metroid Prime. Combinación explosiva, inmejorable. Así espero a que Retro anuncie algún trabajo nuevo, que ya va siendo hora.
Todos estamos expectantes con GTA V, queremos que llegue ya y volver a saciar un poco ese mono de sandbox criminal que parece levantarse cada ciertos meses. Rockstar sabe bien cómo alimentar el hype y cómo hacer que cada nuevo GTA nos parezca totalmente imprescindible, es una habilidad de la compañía. Pero hay algunas vías de alimentación de esa necesidad imperiosa, y las rebajas en iOS y Android de los títulos de la marca esta Navidad han sido claves para ello, y para que mi elección estos días para disfrutarlo desde un tablet y en cualquier lado sea GTA: Chinatown Wars HD, a 0,89 euros por tiempo limitado y una perspectiva diferente sobre los GTA poligonales. En 2009, cuando salió en Nintendo DS y PSP, no pude catarlo, ahora en no lo he dejado pasar, llevándome la sorpresa de que sin dar de lado a la habitual mecánica de la serie de cumplir encargos, conducción extrema, disparos o locuras, también hay un montón de minijuegos y mecánicas que aprovechan la pantalla táctil de tal forma que al final la experiencia quede algo más enriquecida, y jugada cómodamente en cualquier parte, hasta en casa de familiares. En sus versiones originales no tuvo el éxito que Rockstar esperaba, pero ahora a este precio no hay quien se resista a rejugarlo o descubrirlo. Una obra estupenda para el momento actual y días donde los viajes y las visitas marcan el ritmo.
En época de polvorones, de atracones de comida y de dejes varios, nada mejor que recordar un clásico a ritmo de villancico. Y qué mejor clásico que el primer Resident Evil, el que se lanzó en la Playstation original allá por la década de los noventa ¿Por qué esta elección? Fácil. En 2012 hemos recibido hasta tres juegos de la serie de Capcom (Revelations, Operation Raccoon City y Resident Evil 6) y ninguno ha conseguido recuperar ese sabor nostálgico que la serie contagiaba hace más de quince años. Solo existe una mansión de Spencer –dos si contamos la visita en el REmake)– y prácticamente desde Resident Evil Code Veronica no nos encontramos con un escenario que sea capaz de transmitir tanto con tan pocos bits. Terror, conspiraciones, traiciones, niveles de dificultad elevados (sobre todo en la Director’s Cut) y unos puzles como los de antes, siempre aderezados por muertos vivientes que caminan lentos pero que dan mordiscos letales. Y lo mejor de todo es que los nostálgicos no van a necesitar un exceso de horas para resolver el misterio de la mansión: un poco de memoria y en dos horas disfrutas de este plato de gourmet con sabor como los de antes. Gloria bendita en Navidad.
La llegada de la navidad es sinónimo de atracones gastronómicos, reencuentros familiares, deseos de paz, arcoíris y unicornios. En este mundo de fantasía en el que creemos vivir, mi recomendación navideña es despertar del adormecimiento y adentrarnos en Metro 2033, un videojuego que se convertirá en la guía perfecta cuando nuestro mundo sucumba al caos. La obra de 4A Games es una adaptación fiel y directa del libro con el mismo nombre que fue escrito por el ruso Dmítri Glukóvski. Desde hace unas semanas la distribuidora THQ se ha obcecado en que nos hagamos con esta joya y nosotros no podemos decir que no a este tipo de ofrecimientos. La primera oferta nos llegó desde Steam donde nos "regalaban" el título por 2,5 €. Unos días después salía a la luz The Humble THQ Bundle donde podíamos adquirirlo por 1 $ y, para finalizar esta campaña antes de la bancarrota de THQ, la página oficial de Metro: Last Light en Facebook lo ponía a nuestra disposición totalmente gratis simplemente pulsando Me Gusta. Este último y desesperado movimiento tiene una explicación. El próximo 14 de marzo saldrá a la venta Metro: Last Light, la secuela directa de las aventuras postapocalípticas de Artyom en el oscuro metro de Moscú. Es por ello que no debemos dejar escapar esta maravilla quema RAM cuyo apartado técnico sigue siendo hoy, más de dos años después de su lanzamiento, una auténtica locura en su versión para PC. Bajo este excelente envoltorio audiovisual, que incluye una banda sonora de escándalo y un doblaje sobresaliente al castellano, se esconde un shooter en primera persona lleno de tensión, agobio, miedo y acción en un mundo politizado y brutal donde nuestro único objetivo es sobrevivir. Este acercamiento jugable más próximo a los clásicos survival horror que a la acción directa, nos permite disfrutar con una de las mejores recreaciones postapocalípticas de los últimos años. Es momento de salir a la superficie nuclear para gritar: "Ahí están...los demás las llaman demonios, yo las llamo PUTAS".
A pesar de que mis dos fijos para el día de Navidad siempre son el delicioso plataformas Daze Before Christmas y el navideño Jungla de Cristal La Trilogía, el resto de días voy a pasarlos como parte de una maratón especial que terminará (espero que a tiempo) el 5 de marzo, en compañía de una señorita ya cuarentona según su fecha de nacimiento original -14 de febrero de 1968- que me va a hacer sudar sangre virtual más que con cualquier juego de la presente generación. Junto a Lara Croft y su Tomb Raider II celebraré la Nochebuena y seguramente el Año Nuevo, ya que la daga de Xian, la persecución en motos de nieve, la gigantesca set-piece constante de Venecia a ritmo de un Alegro de violines inconmensurable, la ominosa parte del buque Maria Doria -el Leit Motiv musical de Lara sonando en una rendición cautivadora-, y el tiroteo final deudor del Scarface de De Palma, solo que en mujer y con un escueto albornoz, no se terminan en 8-10 horas precisamente con auto-guardado ni salud regenerativa ni mapa que nos indique objetivos. Para unos una versión mejorada del primero, para otros el mejor de toda la saga, lo cierto es que la odisea de Lady Croft desde la Gran Muralla China hasta el Tibet es una obra de arte de la dificultad, un reto absoluto a nuestro sentido de la orientación y una oda al Item-Hunting siempre escondido detrás de la esquina más remota. Pero, sobre todo, es un monumento a una época irrepetible en la que los juegos no se pasaban a sí mismos, sino que dependían del usuario. Y en Reyes espero estar ya por lo menos en el Área 51 de Tomb Raider III. Promesa de Año Nuevo.
Pensando en el fin del mundo, y en aquello de que algunas especies de insectos serían de las pocas criaturas que sobrevivirían a casi cualquier cataclismo, he recordado un antiguo juego de rol al que me han entrado ganas de jugar estas Navidades: Entomorph: Plague of Darkfall. Aunque no se trata exactamente de secuela para World of Aden: Thunderscape, este título de 1995 desarrollado por Mindscape vuelve a trasladarnos al mundo de Aden, en el que un terrible cataclismo conocido como 'Darkfall' está acaeciendo, llevando el horror a lo largo de todo el continente de Kyan. Nuestro primer objetivo es descubrir el paradero de nuestros hermanos, que llegaron antes que nosotros a la isla en la que residen nuestros tíos, intentando escapar de la catástrofe. Descubriremos que una raza de insectos gigantes, conocidos como 'Jagteras', y que se creían ya extintos, están volviendo a poblar la faz de Aden. Pero las apariencias pueden engañar, y detrás de lo evidente se esconde una verdad aún más oscura, que nos obligará a luchar con todas nuestras fuerzas por el destino de los habitantes de Phoros, viajando por sus parajes selváticos y combatiendo contras las criaturas atraídas por esta plaga oscura. Por supuesto, los años no han pasado en balde, pero la historia que esconde Entomorph: Plague of Darkfall es espectacular y muy original. Sus mecánicas contienen elementos muy originales que no desvelaremos ahora, por si alguien quiere llevarse la sorpresa al probar este título. Eso sí, si sufres de entomofobia mejor no te acerques a este juego... porque tendrás insectos gigantes por doquier. Puede que luchar contra un escarabajo de tres metros no sea un acto demasiado navideño, pero es algo que hay que hacer en algún momento de nuestras vidas, así que mejor ahora que llegan días libres.
En esta época del año donde es habitual reunirse con familiares y amigos, no dejéis pasar la oportunidad de echar unas partidas en cooperativo con uno de los reyes de la acción en primera persona: Serious Sam. Yo llevo haciéndolo desde hace tiempo y os puedo asegurar que en ninguna de estas veladas, que suelen alargarse hasta las tantas de la madrugada, se ha asomado un ápice de aburrimiento. Cualquiera de los “first person shooter” que forman parte de esta longeva saga vale para este propósito. Por este motivo, debo recomendaros la recopilación Serious Sam Complete Pack que podéis encontrar en Steam y que incluye las joyas Serious Sam: The First Encounter, Serious Sam: The Second Encounter, Serious Sam 2 y Serious Sam 3: BFE, entre otros. Si no lo tenéis aún, ¡corred! que está de oferta hasta el próximo cinco de enero por tan sólo 16,24€. Para quien no conozca aún la serie de Croteam, os resumiré su planteamiento en unas pocas palabras: mata a todo lo que se menee. De eso se trata, ni más ni menos. Vale, también habrá que accionar de vez en cuando algunas palancas y recoger ítems para poder seguir adelante, pero os pasaréis la mayor parte del tiempo abriéndoos paso por interminables (no exagero) hordas de enemigos con vuestro arsenal. En definitiva, si lo que os gusta es la acción sin freno y buscáis pasar un buen rato, sobre todo en compañía, este es vuestro juego o, mejor dicho, pack para estas navidades.
Un viaje a lo desconocido, lleno de sentimientos, alegrías y temores, donde las emociones afloran ante una experiencia única; o dos, mejor dicho. Y es que aprovechando la décima oferta navideña de PlayStation Store, voy a dedicar mis ratos libres entre turrones y polvorones a dos de los juegos descargables más interesantes de PlayStation 3. Hacía ya tiempo que les seguía la pista ‒no nos engañemos, Journey era el que despertaba más interés en mí‒, siendo junto a The Unfinished Swan dos de los títulos de PlayStation Network que todo poseedor de la consola de Sony no debería dejar de probar. Journey, serio candidato a uno de los mejores juegos del año, ofrece toda una experiencia que va más allá, mucho más, en un medio, el de los videojuegos, con grandes carencias a nivel de originalidad; lejos de los convencionalismos a los que tan acostumbrados estamos hoy en día, los creadores de Flower y flOw nos regalaron a principios de este mismo año una de las experiencias audiovisuales más sorprendentes y profundas, dejando sin palabras a muchos de los que se dejaron llevar por su etéreo periplo. Por otro lado, aunque no menos cautivador, también me acercaré a la personal propuesta de The Unfinished Swan, un título que si bien despierta sentimientos bastante enfrentados, no deja de ser una aventura mágica, realizada con mucho cariño y que no deja indiferente a nadie, con el fin de descubrir la verdad de un enigmático y efímero mundo; un mundo invisible que deberemos descubrir de una manera tan original como atractiva. Poco más que añadir, por sólo 12,99 euros ‒con un 10% de descuento adicional para los suscriptores a PlayStation Plus‒ no he podido resistirme a esta décima oferta navideña de PlayStation Store, una razón más para hacer de estas Navidades una época más mágica y entrañable, si cabe.
Me gustaría hablaros de un juego que pese a ser relativamente moderno, consigue llenarnos de aquella emoción que sentíamos al descubrir una buena historia al jugar de jovencillos. To the Moon es, sin duda, una de las mejores historias jamás contadas en un videojuego. Tened clarísimo que si su autor, Kan Gao, hubiera dispuesto de los medios que cuentan gente como David Cage, TellTale o otros, estaríamos todos con posters del juego en nuestras casas y hablando de uno de los mejores juegos de la generación. Gao, sin embargo, buscando esa libertad que te da el desarrollo indie, decidió hacer el juego utilizando el RPG Maker consiguiendo ese look SNES con una historia terriblemente moderna en su concepto y estructura. Imaginaos por un momento, que en el futuro existe una empresa capaz de ofrecerte poco antes de tu muerte, la posibilidad de introducirte recuerdos agradables en tu memoria. Dos doctores de esta empresa reciben el encargo de introducir el recuerdo de un viaje a la luna en la mente de un anciano en su lecho de muerte. Esta idea es el inicio de un autentico viaje fascinante por la vida de esa persona, sus deseos, sus miedos, sus amores y donde todo, absolutamente todo tiene sentido. To the Moon al igual que joyas como The Walking Dead, sacrifica cierta jugabilidad en pos de una gran historia, pero al final, en nuestra balanza, el resultado supera con creces los pequeños errores. Dadle una oportunidad a To The Moon estas navidades, y nos lo agradeceréis.
Invierno, nieve, frío. Recuerdo ese ambiente en Max Payne, calles desiertas, ambientes poco recomendables para pasear en una dura noche de diciembre o enero. Ese tremendo contraste entre la alegría de quien es feliz y la amargura de quien vaga sin saber muy bien hacia dónde se dirige. Hay algo en la los dos primeros títulos del policía que nos llevan hacia lo más profundo de un mundo inhóspito en el que sólo se sobrevive a base de acción, balas y sangre. No podría encontrar una época más propicia para disfrutar de una obra que ha 'resucitado' gracias a la llegada de Max Payne 3, que con cambios aquí y allá deja atrás la atmósfera sucia de una ciudad sumida en la penumbra para entregarse a un perfil más psicológico, húmedo, caluroso. Igual de pegajoso pero distinto. Además, las aventuras del detective se pueden conseguir a través del formato digital y a un precio realmente asequible. Los que nunca se hayan sumergido en este mundo ya no tienen excusa. Los que lo han hecho encontrarán, este año y los que vienen, una razón de peso para revivir una historia de redención. Simplemente perfecto para sobrevivir al frío...
Cuando se habla de la Navidad se piensa en grandes momentos con la familia, en fiestas, en una nostalgia que el resto de los días del año está ausente. Si hay un videojuego que, para mi, sea capaz de replicar esas sensaciones es la novena fantasía de la saga de Squaresoft (obviemos lo que son ahora, ¿vale?), una obra maestra lanzada en PlayStation hace más de diez años y que en su momento me dejó en fuera de juego: sus personajes, maravillosamente perfilados (inolvidable ese existencialismo de Vivi), un apartado técnico que dejaba en shock (y aún mantiene su magia) y una historia que fue tildada de infantil, pese a que en realidad abordaba algunos de los temas más profundos que se ha permitido abrazar un JRPG, acompañaban a una mecánica de juego a la vez clásica y moderna, equilibrada como pocas veces se ha visto. Suelo aprovechar estas fechas para rejugar cosas más cortas (la falta de tiempo frente a las reuniones navideñas, ya sabéis) pero esta vez pretendo pasar estos días acompañado, además de por los míos, por aquellos amigos que conocí hace más de diez años. Si el JRPG fue sublimado en algún momento, fue aquí. Magia pura.