Meriguía de Compras 2012 PlayStation 3
Como cada año, buceamos entre los lanzamientos para todas las plataformas en el mercado para preparar la más completa selección con las que guiar vuestras compras navideñas con todo detalle. Tras Compatibles y xbox 360, continuamos hoy con PlayStation 3.
Como cada año, comenzamos nuestra tradicional MeriGuía de compras, con algunas novedades en esta ocasión. Otros años hemos dividido la guía en géneros, algo que hemos decidido suprimir para evitar los desequilibrios que a veces se producían cuando había que elegir forzosamente entre una lista insuficiente de juegos para un determinado género. En lugar de eso hemos optado por incluir 10 recomendaciones notables en cada categoría, intentando equilibrar entre juegos exclusivos y multiplataforma para crear una lista variada y de calidad de juegos que pensamos que no os van a decepcionar. La MeriGuía se irá aumentando cada día durante esta semana, incluyendo las categorías de PS3, Wii U, 3DS, PSVita, Descargables, iOS/Android e Independientes, que se suman a la de PC que salió a principios de semana y la de Xbox 360 de ayer, por lo que si no veis un título determinado es muy posible que sí aparezca en la lista de otra plataforma durante esta semana.
Nos encontramos ante uno de los lanzamientos más especiales de 2012, y por “especial” nos referimos a un juego del que no se puede encontrar réplica similar, sea en PS3 o en cualquier otro sistema, sea en 2012 o en años precedentes. Se trata de la franquicia decana de Sony, que llevaba sin conocer entrega completamente nueva desde el lanzamiento de Twisted Metal: Head On en PSP, allá por el 2005. Este nuevo Twisted Metal de PS3 llega en una época difícil, con un mercado fragmentado en dos grandes grupos: el jugador ocasional que le basta con llevar un Angry Birds en el móvil, y el jugador especializado que lo único que suele hacer cada vez que se sienta ante la consola es jugar online al Call of Duty de turno. Será, por lo tanto, el usuario tradicional el que más sepa valorar el título que nos ocupa. Esa clase de jugador en vías de extinción que gusta de experimentar cosas distintas y variadas en lugar de limitarse a seguir un camino prefijado siempre ha valorado la franquicia Twisted Metal como lo que es: una deliciosa y divertidísima alternativa al clásico deathmatch en el que las montañas de músculos blandiendo ciclópeos fusiles son sustituidos por vehículos armados hasta las tuercas. En esta nueva entrega contamos con un modo historia para un jugador mucho más elaborado, un apartado visual a la altura de lo que debe exigirse a un título exclusivo de PS3, mapeados ricos en detalles y el encanto del que siempre han hecho gala Sweet Tooth y compañía. Por desgracia la versión PAL fue incomprensiblemente censurada, así que os recomendamos encarecidamente haceros con el Twisted Metal norteamericano, perfectamente compatible con las consolas europeas y que además también cuenta con el soberbio doblaje al castellano en el que han participado actores de la categoría del inolvidable Alfonso Vallés. En definitiva, todo un regalo para mentes inquietas y usuarios que rechazan el régimen establecido en esta cada vez más anquilosada industria del videojuego.
¿Nathan Drake de Uncharted empalado por las hojas de Atenea del Kratos de God of War? ¿La dulce Kat de Gravity Rush y el pacifista Sackboy de LittleBigPlanet intentando apagar la llama de Sweet Tooth de Twisted Metal dentro del escenario de Parappa The Rapper? Si alguna vez tras jugar al Super Smash Bros. nuestra imaginación voló hasta soñar con ver algo así, semejante crossover de personajes, todos batiéndose hasta la muerte, Sony lo hizo realidad con PlayStation All Stars Battle Royale, uno de los títulos más divertidos que podemos hallar en PlayStation 3 y en su compañera PS Vita. Diversión y accesibilidad son las claves de un arcade de lucha que sabe entretener sobre todo en su vertiente multijugador, sólida y ejemplar en cuanto a su ejecución técnica y uso del juego cruzado, y que además nos presenta una gran cantidad de contenido para desbloquear. Todo ello aportando una personalidad propia merced tanto a los escenarios y la progresión en estos como a los personajes que componen el plantel, y que recorren el catálogo Firts y Third Party de los sistemas Sony de ahora y de las dos últimas generaciones. Puede que jugablemente no tenga demasiada profundidad, pero el espíritu arcade de diversión directa está muy presente en uno de los exclusivos más llamativos del año en el sistema en cuanto a propuesta y ejecución.
Estamos sin duda ante el juego revelación del año, ya que cuenta con todos los ingredientes que debería implicar dicho calificativo. Un estudio prácticamente desconocido, una licencia nueva y un sistema de juego atrevido e innovador, lo que en conjunto han conformado un producto realmente sorprendente. Ya desde el primer momento nos captura en ese ambiente steampunk que mezcla la Inglaterra victoriana con elementos de ciencia ficción, como máquinas impropias de aquella época y otros artificios modernos. Intrigas palaciegas, traiciones, aires de revolución... sin duda el mundo que ha recreado Arkane Studios es pieza clave en el éxito de Dishonored. Ese entorno es a la vez capaz de alterarse según el impacto que causan nuestras acciones y nos ofrece un campo de juego excepcional, con multitud de posibilidades para llevar a cabo las tareas que nos son encomendadas. El otro pilar del juego y que nos permite sacar provecho de la ciudad en la que transcurre el juego son las sobrenaturales habilidades del protagonista, como la posesión, la teletransportación o la capacidad de ver a través de las paredes. Todo eso, a su vez, son herramientas clave para llevar a cabo nuestras misiones mediante infiltración, una de las premisas del juego. En definitiva, una apuesta realmente fresca y genialmente diseñada, de lo más interesante de este 2012 y que no podéis dejar pasar.
En una generación en la que los Third Person Shooters abundan junto a los FPS, y en la que la cámara lenta supura por doquier, faltaba el rey del Bullet Time, el personaje que inició la moda de 'homenajear' a Matrix en los videojuegos, el policía más torturado de los videojuegos. Rockstar lo sabía, y lo sacó de ese ostracismo en el que llevaba tras la historia de amor Noir de la segunda entrega para devolvérnoslo calvo, en camiseta de tirantas, con barba, borracho, los painkillers en una mano y la pistola en la otra, dispuesto a plantarle cara a los iconos actuales de la acción a golpe balístico de adrenalina. El regreso de Max Payne es el de esa jugabilidad frenética de disparos en vena y Bullet Time de antaño, mezclada con los sistemas de cobertura de hoy en día, la narrativa, los elementos multijugador que Rockstar tanto cuida en su Club online y la potencia de la Alta Definición merced al motor gráfico Euphoria, para que el realismo de pegarle un tiro de escopeta dorada a bocajarro en la cabeza a un enemigo mientras caemos en cámara lenta luzca más realista que nunca. Max Payne 3 es todo eso, es acción sin descanso, rejugabilidad,el toque fílmico deudor de la saga, pero, sobre todo, es puro Max Payne de la pasada generación envuelto y adornado con elementos actuales. Eso es, sin duda, lo mejor que se puede decir de él, que sigue fiel a las raíces balísticas ralentizadas que una vez popularizó.
Sin duda uno de los mejores aciertos que ha tenido EA respecto a la franquicia Need for Speed en los últimos años es haberla puesto en manos de Criterion. Ya demostraron su buen hacer hace un par de años con su particular visión de Hot Pursuit y una vez más han demostrado una maestría sin igual en el género de los arcades de conducción con el retorno de la marca Most Wanted. Esta vez, además, se han atrevido a llevarse Need for Speed a su terreno y hacerlo más Burnout que nunca, con gran inspiración en Paradise. El inmenso escenario que Most Wanted pone ante nosotros da pie a circuitos de lo más variados y la extensísima colección de coches incluidas nos permite llevar desde un pesado 4x4 a un bólido casi incontrolable. Si a ello le unimos la presencia de una policía que no nos pondrá las cosas nada fáciles y un casi incontable número de carreras, el modo para un jugador ofrece desafíos más que suficientes para justificar la compra. Pero si eso no es suficiente, las opciones multijugador no sólo incluyen carreras en línea, sino el sistema Autolog. A través de él, podremos ver los resultados de nuestros amigos en lo que propiciará un pique constante para conseguir los mejores tiempos en cada prueba o cualquier hito antes que ellos. Para los amantes de este tipo de juegos es sin duda la mejor opción para saciar su apetito estas Navidades, más aún teniendo en cuenta que cada vez encontramos menos pretendientes a juego de carreras del año.
Si algo sorprende de esta nueva entrega de la franquicia estrella de 2K Sports es cómo aún puede seguir mejorando. Año a año, nos entregan el mejor juego de baloncesto de la historia y uno de los mejores simuladores deportivos de todos los tiempos, y año a año siguen superando al anterior. Dicho esto, es casi innecesario añadir más para entender por qué NBA 2k13 ha entrado este año en nuestra lista de recomendaciones. Además, lo único que se le podía achacar a la serie, la ausencia de comentaristas en español, ha sido solucionado en esta última entrega. Antoni Daimiel y otros reporteros españoles prestan su voz para ilustrarnos lo que vemos en pantalla. Los atributos que han marcado la excelencia en los NBA 2k siguen estando ahí: gráficos sumamente realistas y detallados, animaciones realmente conseguidas y naturales, un manejo de balón que aún es más sencillo e intuitivo este año y un largo etcétera. La ambientación antes y durante cada partido es otro punto a favor, gracias en gran parte a la música con la firma de Jay-Z. En todos los demás apartados, el juego sigue sumando, con nuevos modos de juego y mayores posibilidades en los ya existentes, inclusión de equipos míticos como las selecciones olímpicas estadounidenses de este año y el 92, el mítico Dream Team o las habilidades personalizadas para ciertos jugadores clave en cada equipo. Suele ser difícil justificar la compra de un juego deportivo cada año, pero 2K Sports lo ha vuelto ha conseguir una vez más.
Dicen que todo viaje comienza con un primer paso. Pero también que nada dura para siempre y todas las cosas deben llegar a su fin. Tras poder experimentar la épica de la Space Opera y la portentosa narrativa creada por Bioware con el port de Mass Effect 2, PlayStation 3 fue testigo en marzo junto a 360 y PC del destino del/de la comandante Shepard en una tercera parte que, fuera aparte de su revuelo mediático, elevó la saga a lo más alto como se merecía, como así lo hacen las buenas conclusiones, los capítulos finales que ponen un broche de oro -extendido en este caso- a las historias dignas de ello. Largo, grandioso, con una jugabilidad ajustada y de esos títulos que deja huella por la intensidad de los hechos que vivimos y personajes con los que interactuamos, Mass Effect 3 se deviene un imprescindible, sobre todo para los que se enamoraron de un personaje que solamente tiene un apellido y que es construido en base a nuestras decisiones y elecciones. Con unos modos Historia y Multijugador interconectados por la amenaza Reaper, quizás el sentimiento de grandeza de entregas anteriores se olvida aquí en favor de una acción dramática más directa y centrada, pero sin duda que su capacidad inmersiva en una vida que no es la nuestra, pero que llegamos a vivirla con la misma intensidad, compensa esto.Todo ello adornado con una BSO que contiene el candidato a tema del año: El impactante, lírico y evocador Leaving Earth, de Clint Mansell.