Mass Effect 3: Final Extendido

Puedes ver los vídeos de los finales desde esta noticia.

Tenía muchas ganas de ver como terminaba la trilogía de Mass Effect. La tercera entrega de la seguramente mejor franquicia de nuevo cuño llegaba con las expectativas muy altas ante lo que debía ser una batalla final contra los segadores. Épica, drama. Y disfruté del juego como pocos en los últimos años. Llegó el final. Escogí un camino, vi las consecuencias de mi decisión, pensé sobre lo que pasaría posteriormente en el universo después de que mi Shepard hubiera elegido ese camino y punto. Secuencia algo corta, seguramente, pero para nada decepcionante. Ya había gente que ponía el grito en el cielo, algo que me pareció desmesurado. He visto finales mejores, sí, pero también de peores. Muchos en ambos casos. El final de Mass Effect 3, pudiendo ser mejor, dejaba abierta la ventana de la imaginación sobre qué pasaba después de mí. De mi Shepard y sus acciones. Incluso se generaron teorías más o menos verosímiles (desmontadas con los nuevos finales, por cierto).

Ya entonces critiqué la desmesurada movilización contra el final de Mass Effect 3. Era el que habían decidido sus desarrolladores, y no era ni por asomo el peor final de la historia de los videojuegos como para caer en un linchamiento como el que se generó. Me pareció desorbitado. Ahora han salido las extensiones de los finales, y me han generado una sensación de reafirmación en mi posición importante. Vivimos en un mundo en el que solo vale lo explícito, lo claro y lo evidente. O eso parece. No hay lugar para soñar, imaginar, interpretar. La sensación que se me ha quedado al ver la extensión del final que elegí es: “¿Sí? ¿Realmente hace falta que me enseñes esto?” No he visto nada en la secuencia extendida que no hubiera generado en mi imaginación sobre las hipótesis del devenir del universo después de la batalla con los segadores. Tampoco en los otros, aunque el cuarto y nuevo camino tiene su punto, cierto. La evidencia, el repunte dramático, esa encorsetada y cristalina especificación de los acontecimientos… totalmente innecesario. Y una demostración de lo poco maduros que somos como mundillo con reacciones como las generadas con el final de Mass Effect 3. Una comparación leída muchas veces pero que es certera: A ver si Christopher Nolan se decide a sacarnos un final extendido para Inception (Origen) que el final me dejó con dudas. ¿Suena ridículo, verdad?

No descargaré el final -- Juan García "xcast" (@xcast)

Según la Real Academia de la Lengua Española, final es el término y remate de algo. En el caso de Mass Effect 3 la conclusión de la historia de Sheppard y su lucha contra la amenaza segadora. Aquellos que concibieron el universo, ambientación y personaje son, por ende, los que han de elegir la manera de finalizar el relato, aunque solo sea por derecho de autoría sobre su propia propiedad intelectual. Más allá de eso cualquier queja de los jugadores no es más que una simple pataleta ante la indeterminación de determinados actos. Por una parte estaban los jugadores que se quejaban de la poca importancia de nuestras decisiones sobre la conclusión. Por otro aquellos que clamaban al cielo sobre ciertas incogruencias de guión. Pero por encima de todos ellos estaba Bioware, que debía haber defendido su postura a capa y espada. Y es que, los finales insatisfactorios son al final los que más recuerda el público. ¿Qué habría pasado si Humphrey Bogart se hubiera quedado con Ingrid Bergman al final de Casablanca? ¿ Y si nos hubieran revelado que Deckard era un replicante en Blade Runner? ¿Si en en 2001 Odisea en el Espacio se hubiera omitido el plano final? Con esto no quiero decir que el final que tuvo Mass Effect 3 no pudiera ser mejorado, pero que las grandes obras maestras son admiradas en toda su grandeza cuando se contemplan desde la distancia. Y personalmente este nuevo final me parece comparable a un saqueo post-mortem: innecesario, doloroso y altamente insatisfactorio. Dicho lo cual, que sepáis que no voy a descargar este final extendido.

Finalmente ha llegado el momento de ver los finales expandidos de Bioware después de tanta polémica y tanto debate alrededor del final original y de la misma idea de crear versiones extendidas. Como alguien que no tenía grandes problemas con dos de las tres alternativas posibles que se ofrecieron, tenía curiosidad por saber cómo se iba a gestionar el asunto. Por un lado había muchas preguntas sin responder, así que esperaba clarificaciones que dejaran mejor sentadas las bases del futuro de Mass Effect. Por otro lado, también sentía curiosidad sobre si Bioware iba a introducir cambios importantes en su visión de cómo acabar la trilogía de Shepard, lo que daría -y ha dado- para un intenso debate sobre si los videojuegos están en un punto distinto en el que la historia es tan maleable como el propio código. Sobre lo segundo, desde el principio ya quedó claro que la compañía usó bien el término “extendido” y que realmente se trataba de ejecutar mejor el final pero no cambiar las líneas maestras del mismo. Nada que objetar al respecto, me parece razonable.

Por supuesto, eso deja cosas buenas y también deja otras con los mismos problemas fundamentales de antaño. "Síntesis" sigue siendo el final que más me choca, la idea de que una luz verde transforme todas las especies de la galaxia en una mezcla entre seres vivos y sintéticos parece más una cosa de magia ficción que ciencia ficción. Es cierto que la base científica de Mass Effect tampoco es muy estricta, pero ese final me sigue resultando fuera de lugar e irreal dentro de la lógica interna de esta galaxia, así que ese final extendido no añade gran cosa. Sobre los otros dos, es satisfactorio tener más detalles de lo que pasa: se aclara que los relés no se han destruido sino que sólo están dañados y los seres vivos encuentran, de un modo u otro, la capacidad de reconstruir lo que tenían, lo que deja intacto los fundamentos del viaje espacial que da a Mass Effect su identidad. La escena de la placa de Shepard en sus distintas versiones muy emotiva y es algo que debería haber estado desde el principio, al igual que esa explicación del futuro con los miembros del equipo siguiendo con sus vidas, aunque se recurra a imágenes estáticas para ilustrarlo.

Por último, me parece un acierto la incorporación de una cuarta alternativa, que se echaba realmente en falta en el original: no hacer nada. Tanto como paragón como rebelde, cualquiera de las opciones anteriores supone tomar una decisión con enormes implicaciones morales: ¿podría el virtuoso Shepard acabar con todos los sintéticos de la galaxia así sin más, a sabiendas de que la historia volverá a repetirse? ¿tomaría el rebelde Shepard la decisión de decidir por toda la galaxia el convertir a todos en mutantes? Es un acierto incluir una opción de rebeldía máxima y no tomar ninguno de los caminos ofrecidos y también es coherente que esa opción conduzca a la derrota de los seres vivos y a la repetición del ciclo, ya que no parecía que Shepard y sus aliados fueran a ganar la guerra por métodos convencionales. Al final, los finales extendidos me dejan generalmente satisfecho, pero me queda la sensación de que todo el problema fue de falta de tiempo en el original para crear un final más detallado -y no algo decidido en base a un criterio artístico de dejar las cosas en el aire-, lo que resulta algo triste para un título de la importancia de Mass Effect 3 y con el precedente de lo que pasó con Dragon Age II. Bioware y EA deberían replantearse las cosas seriamente de cara al futuro.

Partiendo de la base evidente que cualquier productora tiene derecho a hacer con su producto lo que le dé la gana, también es obvio que el único recurso que nos queda a los usuarios es el de quejarnos cuando algo no nos gusta y el de ejercer nuestro derecho de ponerlo de manifiesto allí donde lo veamos oportuno. Dicho esto, el final – o los finales – de Mass Effect 3 no son únicamente una de las clausuras más decepcionantes de una trilogía sino que además son precisamente todo aquello que los desarrolladores nos prometieron que NO iban a ser.
 
Recordar las palabras de Casey Hudson (productor ejecutivo del juego) diciendo que “el final de Mass Effect iba a ser algo más que escoger A, B o C”; o a Mike Gamble, argumentando que “todo aquello que hemos hecho en las dos anteriores entregas va a verse reflejado al final del camino”. O escuchar a  Ray Muzyka y Kristine Steimer defendiendo las bondades de que “prácticamente cada jugador, en base a sus decisiones, experimentará algo distinto” o “nunca haremos un final tipo el de “Lost”, dejando más preguntas que respuestas”, hoy, con sinceridad, son de risa. Son de risa porque nunca una infinidad de opciones podía resumirse tan bien en explosiones de color rojo, azul o verde. No solamente el final de Mass Effect 3 presenta unos agujeros de guión tremendos (¿cómo diablos escapa la Normandía? ¿cómo diantre algunos de tus acompañantes en el ataque final aparecen vivos y coleando en ella? ¿qué demonios sucede con la flota vencedora, atrapada en el sistema de la Tierra por la destrucción de los relés de masa? ¿QUIÉN SE TRAGA LA APARICIÓN DE UN NIÑO-DIOS en mitad de la nada?), no solamente se reutiliza más del 95% del metraje CGI para cada uno de los finales supuestamente distintos, no solamente toda nuestra colección de War Assets no se ve reflejada en prácticamente nada, no solamente nos merecíamos por lo menos una opción de final feliz… no. El problema es que, hasta el final, el mayor logro de la franquicia Mass Effect era crear un universo creíble y coherente, un entorno con el que se podía empatizar con facilidad porque era plausible en nuestras mentes. Y, desde que terminó, ya no lo es. Respeto a Electronic Arts por haberme dado la posibilidad de vivir una aventura estupenda, lo admito, pero creo que este final extendido viene a intentar arreglar algo que es mejor no remover nunca más.