Regreso al pasado: Alien
Alien se ha convertido en una de las franquicias más exitosas y aclamadas de la historia del cine, pero su legado en el mundo de los videojuegos ha pasado más desapercibido. Repasamos todas las producciones que han visto la luz hasta la fecha protagonizadas por los temibles xenomorfos.
Corría el año 1979 cuando el director Ridley Scott se sacaba de la manga lo que acabaría convirtiéndose en un auténtico clásico del cine de ciencia ficción y de terror: Alien. Protagonizada por una jovencísima Sigourney Weaver en el papel de Ellen Ripley, nos narraba la historia de cómo una nave con siete tripulantes se detenía en su viaje para atender una llamada de socorro. Lo que no sabían es que se encontrarían con una especie alienígena muy bien conocida por todos a día de hoy: el xenomorfo ('forma alienígena'). De un huevo salió un facehugger que inoculó su simiente en uno de los miembros de la tripulación; este parece recuperarse, hasta que la siguiente fase evolutiva de la criatura, el chestbuster, se abre camino violentamente a través de sus costillas hacia el exterior. No tardaría en crecer hasta convertirse en un grácil, elegante y mortal xenomorfo adulto.
El éxito de esta obra cinematográfica fue tal que a día de hoy nadie desconoce su existencia. Han pasado más de treinta años y la franquicia sigue viva y con mucha vitalidad, pese a los altibajos que, inevitablemente, suelen sufrir este tipo de licencias tan longevas. La fórmula del éxito de la película original es una mezcla entre la excelente fotografía y desarrollo de la acción, las grandes actuaciones del reparto protagonista y, sobre todo, la letal y misteriosa criatura (con un soberbio diseño de H. R. Giger) que se mueve por la nave, la Nostromo, como si fuese su propio patio de juego. Y es que el xenomorfo no solo es sigiloso, ágil y capaz de ocultarse en cualquier rincón, sino que además posee un duro exoesqueleto externo, una cola afilada cual espada, sangre ácida . Es, tal y como se ha dicho en alguna que otra ocasión, la máquina de matar perfecta.
Aunque se hizo de esperar, una segunda entrega era casi inevitable. Llegaría en 1986 y, con el título de Aliens, nos volvía a presentar a Sigourney Weaver como protagonista en el papel de Ripley, aunque esta vez bajo la dirección de James Cameron. Dejando de un lado el terror para centrarse más en la acción, Aliens nos narraba cómo un equipo de marines coloniales van al planeta LV-426, el mismo en el que paró la Nostromo en la primera cinta. Se ha perdido la comunicación con el asentamiento del lugar, por lo que acuden allí para ver qué ha ocurrido; se llevan a Ripley con ellos como experta en dicho planeta (y recién despertada tras dormir en estasis durante casi sesenta años), y esta ve aterrorizada cómo sus peores pesadillas se vuelven realidad: toda la población de esa colonia ha caído bajo la amenaza de los xenomorfos. En vez de una criatura solitaria, ahora deberán enfrentarse a cientos de ellas, aproximadamente una por cada habitante de la colonia.
De nuevo, esta segunda cinta fue un éxito aún a pesar del cambio radical de género introducido, pero no por ello se agotó la licencia. Al contrario, en 1992 llegaría Alien 3, dirigida por un nuevo director de renombre, David Fincher, y una vez más con Sigourney Weaver interpretando a Ellen Ripley. Tras huir de LV-426, la nave de Ripley acaba chocando contra Fiorina Fury 161, un planeta penitenciario. En esta ocasión se vuelve al terror del original, con una sola criatura y la agobiante ausencia de métodos para defenderse de los protagonistas (no en vano están en una prisión de máxima seguridad, poseen las herramientas justas para realizar su trabajo). Aunque la recepción de esta entrega fue dispar, triunfó igualmente en taquilla, propiciando que en 1997 llegase una cuarta entrega.
Con el título de Alien Resurrección, la franquicia vuelve al terreno de la acción, esta vez de la mano de Jean-Pierre Jeunet, con guión de Joss Whedon y con Sigourney Weaver reviviendo su papel de Ripley. Han pasado doscientos años desde los acontecimientos de Alien 3, y en la nave USM Auriga se están realizando experimentos de clonación para conseguir replicar a los xenomorfos y, de ser posible, perfeccionarlos para usarlos como arma. Como no podía ser de otra forma, las cosas se acabarán descontrolando y todos los protagonistas dependerán de Ripley, quien está más que curtida ya a estas alturas en lo que respecta a enfrentarse a estas temibles criaturas. Una película controvertida, que mezcla buenas ideas con otras no tan dignas, pero que pese a todo volvió a ser un éxito en taquilla.
Decir que aquí se acaba la franquicia Alien sería faltar a la verdad, ya que posteriormente (en 2004 y 2007) saldrían dos entregas de Alien vs Predator, ambas un éxito en taquilla pese a su escasa calidad; además, Ridley Scott ha vuelto a ponerse tras la cámara en Prometheus, una cinta que promete ser una precuela a la primera entrega de Alien. Además, no faltaron la gran cantidad habitual de novelas, cómics, juguetes y, como no podía ser de otra forma, videojuegos. Y es que la franquicia Alien ha estado más presente de lo que pueda parecer en el mercado del ocio electrónico. Cuando falta poco para el lanzamiento de Aliens: Colonial Marines, queremos ofreceros un repaso a las adaptaciones jugables que se han realizado hasta la fecha de la franquicia de forma individual, sin los tan afamados crossovers con Predator.
En 1984 saldría una segunda versión, también titulada Alien, pero en esta ocasión para Commodore 64, ZX Spectrum y Amstrad CPC. En esta ocasión se trata de un juego de estrategia ambientado poco después del nacimiento del xenomorfo. Nuestro objetivo es dar órdenes a todos los miembros de la tripulación con el objetivo último de encontrar a la criatura e intentar acabar con ella. Dentro de la simpleza que ofrecían estas máquinas en la época (gráficamente es un juego realmente muy básico), este juego presentaba características realmente llamativas y avanzadas, como la importancia que tenía la situación psicológica y emocional de los personajes, ya que solo podían realizar determinadas acciones si estaban en condiciones de hacerlo, viéndose superados por la situación en caso de no estar bien preparados para afrontarla.
Uno de esos minijuegos era un simulador de vuelo en que debíamos aterrizar con nuestra nave en el planeta. Otros dos eran minijuegos de acción y en ellos controlaríamos a cuatro marines, pudiendo cambiar entre ellos al instante en cualquier momento que deseásemos, con el objetivo de encontrar la salida al complejo de LV-426. Un cuarto era prácticamente un puzle, en el que debíamos encontrar el camino para salir del conducto de ventilación. Y los últimos dos eran de nuevo de acción directa, sobreviviendo a la oleada de xenomorfos que nos atacaban y enfrentándonos a la Reina Alien como si de un jefe final se tratase. Aunque había algunos más divertidos que otros, en general el juego cumplía con su cometido y aprovechaba con bastante solvencia la licencia.
En 1987 llegaría al mercado Aliens: The Computer Game, de la mano de Software Studios para Amstrad CPC, Commodore 64, ZX Spectrum y MSX. El uso del mismo título exacto y el hecho de aparecer en casi las mismas plataformas causan algo de confusión, pero son dos entregas completamente distintas entre sí. En este caso nos encontramos con el primer juego completamente orientado a la acción, una especie de shooter en primera persona que ha envejecido realmente mal. Era un título peculiar para la época, al que las limitaciones técnicas le jugaron una mala pasada, hasta el punto de haber caído bastante en el olvido en detrimento de su hermano de nombre. Pese a todo, fue el primero que dar un paso claro hacia la acción que predominaría en todos los juegos posteriores.
Resulta cuanto menos curioso que ese mismo año llegase también a MSX otra entrega, titulada simplemente Aliens, y desarrollada por una compañía tan inesperada como Square. El juego se presentaba como un título de acción y plataformas de scroll horizontal en el que nuestro objetivo era escapar del planeta. Para ello debíamos acabar con todo enemigo que intentase interponerse en nuestro camino: facehuggers, chestbusters, xenomorfos adultos, incluso la propia Reina. Siguiendo la tónica de este tipo de juegos, podríamos recoger diferentes potenciadores para nuestra arma, disponiendo de diferentes tipos de disparos y granadas. El juego no era especialmente difícil, salvo por los saltos de Ripley, que tal vez por estar en el espacio flotaba de una manera un tanto exagerada haciendo complejo por momentos el calcular nuestro aterrizaje en la plataforma que queríamos.
No hace falta salir de Japón para encontrar el cuarto juego basado en Aliens, ya que lo desarrollaría Konami en 1990 para recreativas. Basado en la segunda película (o tan basado como cualquier adaptación de la época), el juego nos ponía en la piel de Ripley y de uno de los marines (permitía el juego cooperativo) y nos invitaba a rescatar a la niña y escapar del planeta, acabando con la ingente cantidad de aliens que nos atacaban. Aliens llegaba después de contra, y en cierto modo bebía mucho de su filosofía de juego, tanto en dificultad como en jugabilidad. Aunque no alcanzaba el mismo nivel de calidad, era un juego muy digno, con gráficos de calidad, aunque se tomaba muchas licencias a la hora de sacarse de la manga enemigos, tanto entre los alienígenas como entre los humanos (había zombis).
Llegar a terminar Alien 3 es una odisea al alcance de muy pocos, ya que a la lucha contra los xenomorfos se une la necesidad de rescatar a los humanos supervivientes y de llegar al final del nivel antes de que se acabe el implacable tiempo límite del que disponemos. Esto no sería especialmente problemático si no fuese por el hecho de que todos los niveles son laberínticos, que es muy fácil perderse y que si agotamos nuestras vidas, nos veremos obligados a volver a empezar desde el principio del juego una vez más. Pero es el tipo de dificultad que engancha y que nos incita a volver a intentarlo una y otra vez, aún a pesar de acabar siempre sufriendo el mismo destino. Posiblemente no fuese un juego vendeconsolas, pero sin duda era un título cargado de tensión y adrenalina que ofrecía una experiencia fantástica a los amantes de la franquicia.
En 1993 llegarían las versiones para las consolas de Nintendo, Game Boy y SNES. La entrega portátil fue desarrollada por Bits Studios y era, simple y llanamente, desastrosa. Aunque se alejaba de la película (algo no poco habitual, todo sea dicho, en este tipo de producciones), el principal problema eran unos gráficos demasiado simples y nada atractivos, con disposiciones laberínticas clónicas, con momentos frustrantes por culpa del propio diseño de la producción. Lento y aburrido, Alien 3 para GameBoy es un juego que intentaba ofrecer algo distinto dentro del catálogo de la portátil de Nintendo pero se quedaba en tierra de nadie, muy lejos de sus pretensiones e incapaz de llegar a explotar un potencial que tampoco se llega a mostrar con la frecuencia que se debería.
La entrega para Super Nintendo volvería a correr a cargo de Probe Entertainment, pero curiosamente sería un juego completamente diferente al de Mega Drive pese a los parecidos básicos: controlamos a Ripley por entornos cargados de Aliens, rescatando prisioneros, avanzando por escenarios laberínticos en una auténtica odisea de acción. Sin embargo, hay novedades notables, como el uso de paneles para recibir misiones, la eliminación del tiempo, reparar algunos elementos del escenario, etcétera. Y sobre todo el propio ritmo del juego, que transmite sensaciones muy distintas a la entrega que comentamos anteriormente. Alien 3 para Super Nintendo era un muy bueno juego, compuesto por seis misiones largas y cada vez más complicadas en las que debíamos cumplir una serie de misiones para poder avanzar. Todo esto, con una preocupante limitación de munición que nos lo haría pasar muy mal.
Por último, para terminar el repaso de entregas basadas directamente en la tercera película, tenemos una recreativa desarrollada por Sega en el año 1993 que respondía al nombre de Alien 3: The Gun. Tal y como el propio nombre indica, se trata de un juego de disparos clásico: en la máquina el mando de control es una metralleta y avanzamos en primera persona por diversos pasillos, disparando a todas las criaturas que nos asaltarán. Una vez más, la cantidad de enemigos es ingente, hasta el punto de parecer más que estamos de nuevo en Aliens, y permitiéndose abundantes licencias a la hora de crear nuevos enemigos completamente originales. No es el mejor juego de Alien ni de las mejores recreativas de disparos de Sega, pero conseguía ser entretenido y, para no perder la tónica (más tratándose de una recreativa), muy complicado.
Es decir, la experiencia no se limitaba a seguir a pies puntillas el argumento visto en las películas, sino que simplemente se nos ofrecían algunos pequeños matices de las mismas mediante secuencias de vídeo y resúmenes de la misión. Pero lo que sí se aprovechaba al máximo eran los escenarios y los personajes de la franquicia, centrándose más en la acción directa mediante una historia ligeramente diferente. En la piel de la teniente Ellen Ripley, llegaríamos a LV-426 para saber qué ha pasado con la colonia que había en dicho planeta; como es bien sabido, las cosas se han desmadrado en el lugar y nuestro deber sería atravesar la colonia infestada y, posteriormente, la penitenciaría para llegar incluso a la propia nave alienígena de la primera película con el objetivo de acabar con todos los aliens y acabar escapando con vida.
No se puede decir que Alien Trilogy fuese revolucionario, ni que aportase ideas especialmente originales al género del shooter en primera persona, pero sabía cuál era su cometido y lo cumplía a la perfección: iba directamente a la acción, a transmitir al jugador la tensión que se siente al estar rodeado de criaturas alienígenas de esta índole. Con una mecánica muy similar a la de cualquier juego del género, es en los pequeños detalles donde Alien Trilogy dejaba un gran sabor de boca a los amantes de la franquicia, con xenomorfos asaltándonos desde la oscuridad, facehuggers ágiles y difíciles de prevenir, e infinidad de pasillos laberínticos que nos harán sentirnos perdidos en más de una ocasión. Una experiencia satisfactoria que dejó el listón bastante alto para las entregas posteriores.
Pero esto se viene todo abajo por culpa de un sistema de control terrible, fatal adaptado y optimizado, que provocaba que el jugador tuviese que tener una habilidad especial para conseguir apuntar al enemigo. En un juego de Alien, que al igual que en ocasiones anteriores exige mucho al jugador y se antoja especialmente complicado y agobiante por momentos, este mal sistema de control provocaba más frustraciones que satisfacciones (salvo que el usuario fuese un auténtico experto con el mando y fuese capaz de dominar las peculiaridades del sistema de control). Es una pena, porque el juego ofrecía grandes momentos inolvidables que hacían la delicia de los amantes de la franquicia, pero llegar hasta el final de esta aventura acaba convirtiéndose en una tarea tan ardua que acaba agotando. Ni siquiera ayuda el supuesto argumento, casi inexistente.
Siguiendo la tradición de casi todas las aventuras gráficas de estas compañías, el juego se desarrolla en primera persona, tendremos personajes en los escenarios con los que podremos, deberemos recoger objetos, resolver puzles y todas las demás acciones habituales del género. Eso sí, habrá algunos objetivos para los cuales tendremos un límite de tiempo, lo cual nos transmitirá la tensión de las películas pese a la pausa que se presupone de por sí a las aventuras gráficas. Como curiosidad, decir que el argumento sigue directamente el del cómic Aliens: Labyrinth, de ahí su estética, sus personajes desconocidos en las películas y la referencia a algunos sucesos desconocidos por el jugador que no haya leído dicho cómic.
En 1998 llegaría Aliens Online, de la mano de Mythic, Kesmai y Fox interactive. Se trataba de un shooter en primera persona para jugar online, en el que disponíamos de cinco mapas para disfrutar de un modo Deathmatch por equipos. Los dos equipos enfrentados, claro está, son humanos (marines con sus rifles de pulsos) y aliens (moviéndose entre las sombras, pudiendo hacer uso de conductos de ventilación y tuberías). Tanto los escenarios como los personajes, así como el armamento y las habilidades, siguen muy fielmente lo visto en las películas, logrando una ambientación muy lograda en un juego divertido y satisfactorio. Además, el juego ofrecía un sistema de experiencia que hacía más resistentes a los humanos o permitía que un jugador del bando de los xenomorfos jugase como la Reina.
Game Boy Color recibiría, en el año 2001, el juego Aliens: Thanatos Encounter, una producción de muy baja calidad que no hacía justicia en ningún momento a la franquicia. En esta ocasión encarnamos a un grupo de marines que están volviendo a la Tierra tras una misión de entrenamiento, pero una llamada de auxilio los despierta y acuden a un planeta plagado de xenomorfos. Nuestra tarea era salir con vida de todos los niveles que recorríamos, pudiendo seleccionar a uno de los cinco personajes diferentes; eso sí, contaba con un peculiar elemento en el sistema de juego por el que, al perder toda la vida con uno de ellos, teníamos 200 segundos para intentar salvarlo. Si no lo conseguíamos, moría definitivamente para el resto de la partida. Una aventura con vista cenital que pasó sin pena ni gloria y cuyas buenas ideas quedaban ocultas bajo la mediocridad general de la producción.
Un par de años más tarde, en 2003, llegaría a móviles Aliens: Unleashed, un juego en primera persona en el que, una vez más, nos poníamos en la piel de un marine que debe superar una primera misión de entrenamiento en la base estelar de New Quantico. Su único objetivo es acabar con distintos aliens, con pequeñas misiones que cumplir. Sin movimiento y con defensa automática, básicamente debíamos seleccionar el punto al que queríamos atacar al enemigo, pulsando posteriormente los números que aparecían indicados en pantalla sobre el enemigo. Extremadamente sencillo y en absoluto profundo, el juego ofrecía algunos pequeños detalles como la mochila en la que podíamos llevar botiquines u objetos con los que potenciar nuestras habilidades, pero poco más. Un juego que sufría las limitaciones de los móviles y que resulta extremadamente repetitivo.
También habría otra entrega destinada a las recreativas, Aliens: Extermination. De la mano de Play Mechanix y Global VR, esta recreativa sigue la línea de Alien 3: The Gun de Sega, tratándose de un juego de disparos en primera persona pensado para jugar en cooperativo. Con rifles de pulsos como controles, volvemos a encarnar a marines espaciales que recorren unas grandes instalaciones infestadas de aliens de todo tipo. Como es lógico en el género, el juego es extremadamente difícil, con una cantidad ingente de criaturas que vienen a por nosotros al mismo tiempo, pensado fundamentalmente para obligarnos a invertir más monedas para llegar hasta el final. Una recreativa un tanto desconocida pero que, pese a todo, resulta bastante divertida y deja un buen sabor de boca pese a la frustración habitual de este género en las primeras partidas.
Infestation nos vuelve a poner en la piel de los marines, en esta ocasión un escuadrón que debe investigar lugares emblemáticos de las películas como la nave Sulaco o LV-426, limpiando de xenomorfos todas las localizaciones que visitemos, sea por el medio que sea. Bebiendo de fuentes como Castlevania o Metroid, daremos muchas vueltas por pasillos en busca de las llaves que necesitaremos para avanzar, con entornos oscuros en los que nos esperarán muchas sorpresas. Eso sí, no faltarán las lógicas secuencias de acción intensa (propias de la segunda película en la que se basa fundamentalmente el juego) en las que nos enfrentaremos a infinidad de horas de xenomorfos e incluso a reinas. Una combinación de exploración, tensión y acción a raudales que deja un muy buen sabor de boca al estar perfectamente medidas las proporciones de la mezcla.
Una peculiaridad del juego, bastante interesante, es el hecho de que aunque empezamos con cuatro marines, según avancemos podremos ir rescatando a más, hasta sumar un total de 19 personajes jugables, todos ellos con sus propios diálogos, personalidades e interacciones con el mundo. Al igual que en otras entregas que comentábamos antes, aquí la muerte es permanente: tras perder la vida un personaje, nos despediremos de él para siempre en el resto de la partida. Con un muy buen apartado gráfico para la portátil de Nintendo y unos grandes efectos de sonido que potencian los momentos de tensión, Aliens: Infestation es un gran juego, que tenía potencial para haber sido mejor, pero que pese a todo alcanza unas cotas de calidad muy elevada y deja un excelente sabor de boca.
Todavía es muy pronto para juzgar el título, que todavía tiene varios meses de desarrollo por delante, pero lo que se ha visto hasta el momento se antoja realmente prometedor. Se trata de un shooter en primera persona que juega con la tensión de la oscuridad y en el que el sonido será fundamental para localizar a nuestros enemigos. Según parece, combinará esos momentos de tensión con otros más enfocados a la acción, de tinte más cinematográfico, logrando una fusión similar a la de la película y logrando que nos sintamos en la piel de un auténtico marine que se enfrentase a estas hordas de xenomorfos cara a cara. Además, la campaña será cooperativa, pudiendo unírsenos hasta tres amigos, y se introducirán nuevas especies para ampliar el repertorio tradicional de criaturas alienígenas y evitar la repetición de enemigos. Habrá que esperar para ver si está a la altura de la licencia o se queda a medias, pero la cosa promete.