En cuanto a las revoluciones, sólo se dan en las capitales, a diferencia de las rebeliones que pueden brotar en cualquier lugar. Cuando la revolución aparezca, tendremos la opción si apoyar a los golpistas o, por el contrario, permanecer fieles al régimen establecido. Si nos decantamos por la facción derrotada, nuestra campaña habrá acabado.