Pocos son los casos en los que adaptar un título de una consola superior a una técnicamente inferior ha dado como resultado un juego mucho mejor que el original o equiparable en términos de diversión. Esta circunstancia normalmente ocurre con planteamientos poco complejos y/o con un aspecto gráfico limitado.
En el caso que nos abarca nos encontramos con una perfecta conversión del famoso puzzle Polarium para Game Boy Advance, un título que en su día era imposible de visualizar fuera de Nintendo DS pero que sus creadores (el estudio de Nintendo dirigido por Mitchell) ha conseguido adecuar con creces al sistema de la portátil de 32 bits de la compañía. Adéntrate de nuevo en un mundo lleno de bloques.
Introducción
Básicamente Polarium Advance cuenta con la misma sencilla fórmula que la versión para la actual portátil de dos pantallas de Nintendo: tras elegir modalidad, que se describirán en mejor medida en pocas líneas, el juego nos reta a resolver un complejo puzzle constituido por una cuadrícula de casillas blancas y negras. La mecánica del juego se basa en marcar una rejilla con un principio y un fin en dicha retícula, cuyas casillas cambian de color y se eliminan si el resultado es una fila o columna del mismo color.
A simple vista parece un planteamiento sencillo pero como todos los juegos de puzzles se va complicando a medida que descubrimos sus secretos. Para empezar, salvo casos excepcionales, existen otras casillas con diferentes propiedades a las mencionadas. Normalmente el perímetro esta regido por casillas grises que no se dan la vuelta por las que hay que pasar para alcanzar nuestro objetivo.
La dificultad aumenta al existir en ocasiones una casilla perimétrica con una cruz azul (la primera novedad respecto al original) por la que no podemos pasar. Al respecto también encontramos dos tipos de casillas inéditas: las 'Joker', más pequeñas de lo habitual y que automáticamente se convierten en el color de la fila o columna en la que están si todas son del mismo color, y las 'Puente', con una marca verde muy distintiva que al ser eliminadas hace caer todas las casillas que sostienen, llevando a la posible resolución de líneas inferiores.
Todas estas posibilidades en conjunto dan como resultado un planteamiento muy original y estructurado en esta ocasión en dos nuevos modos de juego inéditos, ya que Desafío y Rompecabezas, los del primer Polarium, no hacen acto de presencia. Tal y como ocurría en Nintendo DS, antes de acceder a ellos es obligatorio superar el modo Entrenamiento con tres fases estructuradas en varias pantallas con movimientos básicos y a cuya resolución es posible acceder manteniendo pulsado el botón Start, recomendado obviamente para aquellos que hayan probado el primer título.
Tras esto se abren las dos modalidades principales del cartucho: la principal y la que nos llevará más horas de juego tiene el escueto nombre de Puzle y cuenta con cuatro opciones: Polarium del día, Colección Polarium, Originales y Editar. La primera de ellas se basa, tras introducir la fecha actual, en ofrecer un reto para cada día, pudiendo además acceder a los anteriores. En total hay 365 puzzles aunque no hay una dificultad predeterminada para cada día, simplemente los hay de varios tipos dependiendo de la estructuración de las casillas.
Al completar cualquiera de ellos automáticamente se activa en la segunda opción (Colección Polarium), situándose en un total de ocho grupos con una media de 40 puzzles por grupo. No hay tampoco un orden aparente establecido para la designación de cada reto aunque los primeros de cada grupo son los más fáciles y los últimos nos llevarán más de veinte minutos de tortura cerebral.
En ambas opciones, si superamos o igualamos el record de tiempo, se nos recompensa con la medalla de oro y un código que podemos introducir en la opción 'Originales', abriéndose con ello nuevos retos, algunos de ellos creados por usuarios de la versión de Nintendo DS. Estos códigos son cifras de treinta números que designan el número de casillas de ancho y largo del tablero y el tipo de las mismas.
Al igual que ocurre en la versión de la portátil de dos pantallas de Nintendo, podemos almacenar hasta cien puzzles en la memoria interna del cartucho, intercambiarlos con otro jugador mediante Cable Link e introducir cualquier código de las diferentes páginas webs (valen incluso muchos de la versión de NDS).
Otra de las posibilidades incluidas también en el original es que podemos crear nuestros propios puzzles en la opción Editar. No obstante esta modalidad no incluye las nuevas casillas inéditas y sólo podemos guardar hasta cuarenta puzzles en el cartucho aunque sigue siendo tan completa y fácil como anteriormente y cualquier usuario puede crear un complejo (y a veces imposible) reto en pocos segundos.
Además de suprimir las dos modalidades del primer Polarium tampoco se ha adaptado el modo para dos jugadores y en su lugar sólo encontramos el nuevo modo Contrarreloj, estructurado en dos niveles: Fácil 10 y Difícil 5, cada uno con dicha cifra de retos y una dificultad muy bien ajustada. Al finalizar la serie con éxito se nos otorga el tiempo total y podemos entrar en la clasificación, con hasta cinco posibles, aunque no hay ningún otro tipo de recompensa.
No existen más modalidades en el cartucho aunque éstas dan una más que considerable duración al juego, con cerca de quince horas para un asiduo al género. El ritmo intenso y frenético de algunos retos contrasta totalmente con la gran dificultad de otros, cuya resolución conlleva muchos movimientos indecisos y puede frustrar a cualquier tipo de jugador.
Gráficos
Técnicamente encontramos algunas, aunque limitadas, mejoras en el apartado visual respecto al título original. La simplicidad técnica sigue presente, sin ningún tipo de animación antes o después de los retos (solamente existen una sencilla 'limpieza' de filas o columnas) y con una sobriedad que perfectamente podría haber mostrado la Game Boy original. Los fondos han mejorado ligeramente, con escuetas ilustraciones de objetos cotidianos pero con poca variedad.
Pese a que el primer Polarium fuera bicolor, en esta ocasión hay algunas nuevas casillas, como son las cruces azuladas y las casillas 'Puente' verdes. Además también podemos modificar el color de las mismas, acabando ligeramente con la monotonía del original, pudiendo elegir entre varias combinaciones: rojo-blanco, morado-azul, marrón-amarrillo y la obvia blanco-negro. También contamos con varios niveles de zooms, muy recomendable su uso en retos con una gran diferencia entre altura y anchura.
Sonido
El apartado sonoro es el mismo que en el título original siendo si cabe la música todavía más repetitiva que antes. Las melodías electrónicas y los limitados efectos sonoros no ayudan nada al desarrollo del juego y menos a concentrar los movimientos en un reto complicado, por lo que es muy recomendable, tras oír las primeras insulsas notas de sonido, bajar el nivel de audio de la portátil y olvidarse de su existencia.
Jugabilidad
Nintendo y el estudio de Mitchell han hecho un excelente trabajo en esta adaptación: el lápiz táctil, cuyo uso era casi primordial en el original ha sido adaptado a los controles básicos de Game Boy Advance basándose en el movimiento de la cruceta y las dos teclas de acción. La localización al castellano, como podéis observar en las imágenes que acompañan a este análisis, es simple y efectiva, aunque existen ligeros errores de morfología.
Obviamente no cuenta con un desarrollo tan rápido e instintivo como antes pero los diferentes retos están perfectamente estructurados para que sea bastante fácil manejar el cursor por ellos. La única objeción es la de volver atrás cuando erramos un movimiento ya que su corrección es mucho más larga, no así en Nintendo DS, que basta una sencilla pulsación en una casilla anterior para que la rejilla volviese a ésta.
Existen actualmente una gran cantidad de alternativas para la versión de Polarium en la portátil de 32 bits de Nintendo, la más obvia es cualquiera de las múltiples versiones de Tetris. El planteamiento del juego es único, sin duda, pero ligeramente cerca podríamos encontrar la versión portátil de Mr. Driller o Pokémon Puzzle Challenge, por mencionar algunos ejemplos.
El dúo Mitchell-Nintendo ha desarrollado también una gran cantidad de juegos del mismo género para GBA, como son Tringo, las dos entregas de Wario Ware, el reciente Sudoku y otras tantas adaptaciones de consagradas sagas como Puyo Pop, Worms o Super Monkey Ball. Al respecto los usuarios de la consola de dos pantallas de Nintendo podrán jugar próximamente con la original propuesta de Magnetica y con la segunda parte de Polarium, todavía sin fecha asignada ni detalles.