Alone in the Dark III
Alone in the Dark III - El mineral radioactivo
Después de las desagradables experiencias de Derceto y La Cocina del Infierno, atrévete con un nuevo desafío.
EL MINERAL RADIOACTIVO
Nada más cruzar el portón, Carnby descubrió una gran figura de metal que lo apuntaba con un descomunal revólver. Era, en efecto, Jed Stone, protegido por una armadura metálica que le volvía invulnerable a las armas de fuego. Por si fuera poco, contaba con el apoyo de los hermanos Elwood, dispuestos una vez más a acribillar a balazos a nuestro héroe. Eso era lo que ellos creían; corriendo como un loco esquivó las balas y se dirigió al tótem que se erguía en el lado opuesto de la sala, donde introdujo el bastón maléfico.
El poder del mineral consumió a los miserables hermanos Elwood. Ahora sólo quedaba enfrentarse con Jed Stone, aunque no iba a ser nada fácil acabar con él. Estudió detenidamente todas sus opciones e ideó un plan desesperado: mientras corría en zigzag para esquivar los balazos, se dirigió al depósito y abrió la llave de paso, inundando una pequeña zanja que corría debajo de unos cables pegados a las paredes.
Se puso los guantes de goma que encontró cerca de allí y cortó el tendido eléctrico con ayuda del cuchillo, para dejarlo caer estratégicamente en el agua, sin que Jed se diera cuenta. Sin pararse siquiera a respirar, corrió de vuelta a esconderse detrás del tótem, que liberó todo su poder para empujar a Jed encima del agua, donde una terrible descarga eléctrica le hizo regresar al mundo de las tinieblas.
Todavía con una mueca de horror en su rostro, Carnby recogió un saco de carbón y escapó por la puerta que Emily acababa de abrir, en dirección al tren que les llevaría hacia la libertad.
Después de introducir el carbón en la caldera y encenderlo con las cerillas, pulsó la palanca de la derecha, mientras un ensordecedor pitido acompañado de una gran humareda inundaban la cueva. Una vez más, había salido victorioso de su lucha solitaria en la oscuridad, pero esta vez Emily estaba a su lado y, quién sabe, cualquier cosa es posible cuando se tiene entre los brazos a une estrella de cine agradecida...
FIN...