Txikon se encuentra en plena fase de aclimatación en el Khumbu
Intentará subir a los campos de altura del Pumori y también se plantea hacer actividad por la zona del Ama Dablam. Luego, se enfrentará al Annapurna (8.091 mts) en invierno.
Álex Txikon va cumpliendo los plazos previstos para su invernal en Nepal. Hace dos días estuvo en la capital del Khumbu, en Namche Bazaar. Después de llegar a Katmandú, gestionar los papeleos pertinentes, pasar por el dentista y volar al aeródromo de Lukla, comenzó a realizar la marcha de aproximación del Everest (8.848 mts) con sus compañeros y con los sherpas de confianza.
En esta ocasión no va a realizar, como el año pasado, el trekking de los Annapurna para aclimatarse. Ha preferido hacerlo en otra zona del Himalaya, relativamente alejada. Su intención es hacer actividad por la zona del Ama Dablam (6.812 mts) y avanzar en los campos del altura del Pumori (7.161 mts) para que el cuerpo se acostumbre a la altitud. “Si subimos al campo 1 o al 2 de esta montaña, bajaremos como motos para marchar al Annapurna”, ha comentado al Diario As.
Una vez finalizada la actividad en el Khumbu, el grupo volverá a la capital de Nepal y se aproximará a su verdadero objetivo, el Annapurna invernal. “Cuando se te mete en la cabeza un monte, es complicado que se te olvide de un año para otro. Cuando subí esta montaña con Edurne Pasaban en 2010, prometí no volver a pisarla y, ya ves... vine el año pasado y repito en 2024″, añadió el vizcaíno.
Los principales problemas que se va a encontrar el montañero son “los seracs de hielo gigantes que se desprenden continuamente. Caen bloques enormes que se pueden llevar por delante a todo el grupo. Por eso el Annapurna es una de las montañas más peligrosas del mundo. Es que, literalmente, se te rompe por encima de ti. Todavía no sabemos que ruta utilizaremos para la ascensión, es una decisión que tomaremos cuando lleguemos allí”.
Txikon tiene experiencia en varios ochomiles invernales. Intentó sin éxito el Everest y el K-2 pero hizo cumbre en el Nanga Parbat y el Manaslu. El montañero vasco suma once montañas de más de 8.000 metros. Le faltan los tres más altos del planeta. “No me planteo completar la lista. ¿Qué podría aportar yo con eso? Lo han hecho muchas personas y, últimamente, en tiempo récord. Hay que proponer otras cosas: nuevas montañas, nuevas rutas o invernales”, concluyó.
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