BOXEO | INDISCUTIDO DE LOS PESOS PESADOS
Usyk, historia del boxeo
El ucraniano se convirtió en el primer campeón indiscutido de los pesos pesados al vencer a Tyson Fury por decisión dividida el sábado en Arabia Saudí.
“Si el tamaño importase, el elefante sería el rey de los animales”, aseguró Oleksandr Usyk (22-0-0, 14 KO) en una entrevista con DAZN antes del gran combate. Y no defraudó. El ucraniano derrotó a Tyson Fury (34-1-1, 24 KO) por decisión dividida para convertirse en el primer campeón indiscutido de los pesos pesados en la era de los cuatro cinturones (CMB, AMB, OMB y FIB) anoche en el Kingdom Arena de Riad, Arabia Saudí.
El triunfo fue claro. Usyk empezó más fuerte y Fury revivió antes de la mitad del combate, pero no fue suficiente. Con sus izquierdazos, en el noveno asalto, el ucraniano lo tiró contra las cuerdas y le tuvieron que contar. Parecía fuera de sí, pero aguantó. El británico se vio ganador, así no lo hizo saber en la rueda de prensa posterior al encuentro. “Ha ido al hospital con la mandíbula rota y está reventado también, así que, nos golpeamos mutuamente”, acusó el Gypsy King, pero poco después, Usyk apareció en la sala.
El próximo paso para ambos todavía es un misterio, pero tienen una cláusula de revancha en el contrato. Los planes del ministro saudí Turki Al-Sheikh eran claros: dos combates entre ellos y luego intervendría el excampeón unificado Anthony Joshua (28-3-0, 25 KO). Todo está en el aire hasta que se recuperen. “Me perdí el cumpleaños de mi hijo, el nacimiento de mi hija, me perdí todas las vacaciones familiares. Entrenamiento, entrenamiento y entrenamiento. Mi objetivo era solo esta pelea”, concluyó el ucraniano. Tanto sacrificio le ha servido también para unirse a una exclusiva lista de campeones indiscutidos en dos categorías junto a Terence Crawford (superligero y welter) y Naoya Inoue (gallo y supergallo).
Campeón por la patria
Cuando era un niño, Usyk practicaba fútbol. Es un gran aficionado al deporte y un gran fan de Leo Messi. A los 15 años decidió dar un cambio radical a su vida y empezó a practicar boxeo. Su fanatismo por el fútbol continuó y, a día de hoy, sigue viendo partidos mientras entrena. En su carrera como amateur, realizó 350 combates y se colgó la medalla de oro de los pesos pesados en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Su padre falleció poco después de que ganase la presea y no pudo llegar a enseñársela, por lo que le recordó con una gran emoción en la rueda de prensa tras proclamarse campeón.
Poco después, dio el salto a profesional y no tardó en ganar su primer cinturón Usyk fue monarca en el peso crucero, categoría en la que, posteriormente, fue indiscutido. Subió al pesado y se puso en el punto de mira del mundo entero al ganar al, por aquel momento, campeón unificado, Anthony Joshua, dos veces. El ucraniano mostró lo que podía ofrecer, y a los aficionados les encantó.
La invasión rusa le frenó por unos meses. Al igual que su compatriota y amigo Vasyl Lomachenko (18-3-0, 12 KO, campeón del ligero), fue a la guerra para defender a su país. “Vi gente sin brazos ni piernas. Vi a aquellos que todavía podían caminar pareciendo muertos vivientes. Todo está muerto en todas partes”, relató a The Sun. Una experiencia traumática que marcó un antes y un después en su vida, por eso, muestra con orgullo su bandera y lucha por ella. Una bandera que levantó a lo más alto tras hacer historia en el boxeo.
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