Óscar Pereiro, a 30 segundos de perder la vida
En el Chiringuito de Jugones dio detalles de la que fue su peor experiencia en el mar, donde estuvo muy cerca de fallecer.
Óscar Pereiro, excampeón del Tour de Francia en el 2006, reveló al Chiringuito de Jugones su experiencia más traumática en el mar. Sucedió el 14 de agosto de 2024, el último día de sus vacaciones, justo antes de irse a la Vuelta España, donde trabaja para la organización, en los acantilados entre Samil y Baiona. Él es gallego y aventurero, pero advierte que todo sucede en un segundo, según donde te colocas y que en ningún momento te puedes fiar del mar.
“Hoy puedo decir que la vida me dio otra oportunidad, es la segunda vez que me la da. La primera fue en el Tour de 2008 cuando me caí por el barranco y lo más normal era morir. Estuve a segundos de no estar aquí”, comienza un Óscar Pereiro que siente lo que dice. Y advierte que nadie se tiene que fiar del mar. “Era un día tranquilo con mi mujer, el último que iba a estar en mi casa, mañana me voy a la Vuelta España, dejamos a los hijos con mi suegra y nos fuimos a dar un baño”, contextualiza. Asegura que “el mar estaba muy fastidiado y nos fuimos a otro lado. De esto que estamos hablando y viene una ola gigantesca y me tiró cinco metros por las rocas hacia abajo, me engulló el mar”.
En la narración de la experiencia deja una frase muy dura: “Te puedo asegurar que estuve a 30 segundos de rendirme porque no había manera de salir de allí”. Cuenta que lo primero es que la ola te arrastra 6 o 7 metros abajo, se peleaba con todo para intentar respirar, tragaba agua, veía que salía un segundo y estaba debajo medio minuto. En el momento, era consciente que la teoría te dice que te dejes llevar porque el mar siempre te lleva fuera del peligro, pero en lo único que pensaba era en sobrevivir.
“Tuve suerte porque en un momento el mar me pega un viaje, vi una roca, me agarré y a partir de ahí casi no tenía ni fuerzas para gatear hacia algún sitio” y gracias a eso consiguió salvar su vida con la suerte de que su mujer no se lanzó para salvarle porque de haber sido así hubieran fallecido ambos. Óscar Pereiro está lleno de heridas por todo el cuerpo y de arañazos. Confiesa que “estoy hecho una mierda, pero vivo y eso es lo único importante”. Continúa en que estaba seguro de que donde estaba era imposible que sucediese algo así, pero llegó una ola de 2 o 3 metros por encima de lo normal. “Fue increíble”, finaliza Óscar Pereiro.
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