Merediz navega contracorriente hacia la Global Solo Challenge
El navegante asturiano, afincado en Valencia, quiere participar con su Pogo 40S en la vuelta al mundo a vela, en solitario y sin escalas. La salida es el 28 de octubre desde A Coruña y cuenta con las millas necesarias para participar, pero le falta el apoyo económico.
Juan Merediz (Gijón, 27 de junio de 1969) es un navegante con un objetivo: “mirar siempre más allá del horizonte”. Y esto le está llevando a soñar con participar en la Global Solo Challenge, que es una vuelta al mundo a vela, en solitario y sin escalas. Un desafío para el que está preparado, ya tiene las 2.000 millas de clasificación que establece la competición, pero le faltan apoyos económicos. Para este proyecto necesita 190.000 euros y, tras mucho esfuerzo, ‘solo’ le quedan 80.000. El problema es que está siendo misión imposible. Necesita hacerlo posible cuanto antes porque la salida de esta Global Solo Challenge 2023-24 es el 28 de octubre desde A Coruña. Sería el único skipper español en liza.
Merediz, que cuenta con más de 150.000 millas navegadas, ha competido en circuitos nacionales e internacionales de vela ligera y de crucero. Hizo la Minitransat en 1995, la Solitaire du Figaro en 1997 y la Barcelona World Race en 2010. Ahora quiere estar en la Global Solo Challenge 2023-24 y si por algo destaca es por “ser muy cabezón. Es un sueño poder dar la vuelta al mundo en solitario y la Global es una competición que me apasiona”, comenta a AS. Merediz, que actualmente se encuentra participando en el Trofeo S.M. La Reina en el Real Club Náutico de Valencia, está tratando de llamar a todas las puertas posibles para encontrar esos 80.000 euros que necesita para poder competir en la Global Solo Challenge con su Pogo 40S. “Me considero una persona normal con sueños extraordinarios y quiero participar en la Global Solo Challenge. Me está costando encontrar el apoyo económico y me duele porque es que con mi barco no solo creo que puedo competir, sino que puedo ganar. Tengo la experiencia y la capacidad para lograrlo”, explica.
¿Cuál es su historia? “Desde niño quiero navegar hacia el horizonte. No vengo de una familia con tradición, pero sí que tenía el mar en casa, en Gijón, y quería dedicarme a ello. Creí que la vela era lo más rápido, pero podría haber sido pescador. Lo que estaba claro es que quería mar. Mi familia no tenía recursos para tener barco así que empecé a ayudar a limpiar redes de pesca. Después empecé a subirme a todos los barcos que me quisieron y muy joven a navegar en el Golfo de Vizcaya. Pero lo mejor de todo es que sigo teniendo la misma pasión que cuando era niño, en esto nada ha cambiado”, comenta para después lamentar la falta de apoyo que se le muestra a la vela en España: “Nosotros hacemos una vela real, de currantes, que nos gusta el mar y nos dedicamos a ello al cien por cien. Pero se necesita apoyo económico y el problema es que cuando llamas a la puerta de una empresa, la mayoría ni si quiera se toman el tiempo de escucharte, cosa que no ocurre en otros países como Francia. No valoran la gran plataforma que puede suponer el apoyo a un proyecto de navegación”. ¿La vela es un deporte de pijos? Merediz no se esconde y se moja: “Tenemos ese estigma, que en España tener barco es de ricos. Pero es que no es así. Por eso creo que la Global Solo Challenge es una oportunidad de cambiar esto porque democratiza un poco este deporte”.
La salida, en A Coruña
La Global Solo Challenge tiene un recorrido de 26.000 millas náuticas. Tras la salida en A Coruña los regatistas dejarán la Zona de Exclusión Antártica a estribor y los tres Grandes Cabos a babor. Se prevé que los barcos más rápidos puedan completar el recorrido en unos 100 días y los pequeños algo más de 200 días. Uno de los atractivos de esta regata es que la salida será a la inversa y escalonada a partir del 26 de agosto hasta el 9 de diciembre, siendo los pequeños quienes tomarán la salida primero y los más rápidos los últimos. El Pogo40S de Merediz tomaría la salida, si logra completar la inscripción, el 28 de octubre. Las normas de la regata establecen que todos los barcos forman parte del evento y no hay rating ni clases. Solo se tienen en cuenta esos números de certificado para establecer la salida, eliminando así la necesidad de calcular los tiempos compensados al final del evento. Tras la salida empezará la persecución con el objetivo de completar la vuelta al mundo.