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BOXEO

Juli Giner, el ángel de la guarda

El excampeón de Europa es concejal en Premiá de Dalt, donde ofrece becas y entrena gratis a jóvenes en riesgo de exclusión social.

Barcelona
Juli Giner sacando a pelear a uno de los chicos de su gimnasio.
Diego Valenzuela

El boxeo ha ayudado a muchos jóvenes de todo el mundo a enderezar sus vidas. La constancia y la disciplina les ayuda a llevar una vida más centrada y a alejarse de los malos hábitos. El ex campeón de Europa Juli Giner (40 años) lo sabe bien y por eso ayuda a adolescentes de Premiá de Dalt a salir de las calles con el deporte. En colaboración con el Ayuntamiento de su pueblo, lleva un proyecto que ofrece becas para entrenar a jóvenes en riesgo de exclusión social.

“Nunca había hecho deporte ni nada porque tenía la vida como la que tienen muchos chicos de hoy en día. No estudian, van a la discoteca, toman drogas...”, explica Juli Giner. Empezó a boxear a los 21 años después de sufrir un accidente en moto para recuperarse de la lesión, y su vida mejoró. “Empecé a hacer boxeo con un chico del barrio que se llama Juan Martínez ‘El Payo’, que fue boxeador profesional también. Fue el que me inició en este mundo aquí, en Premià de Dalt”, comenta. Dos años después ya estaba en la selección catalana y en la española. Se unió al gimnasio de boxeo Gallego Prada, uno de los más destacados y con más historia del país, donde tuvo como compañeros a campeones internacionales como Isaac Real Chaca, Sergio Blanco y Abigail Bebé Medina. “A partir de ahí empecé a hacer una carrera amateur bastante amplia y decidieron pasarme a profesional en el año 2011 con 29 años”, expresa Juli.

En tres años, Juli Giner ya era campeón de Europa, dos veces campeón de España y número 2 del mundo. “A raíz de eso me di cuenta de que el boxeo ha hecho de mí una persona que, con los estudios, por ejemplo, no hubiese podido ser. A través del deporte he podido encontrar los valores y el trabajo que tengo a día de hoy”, explica el excampeón de Europa. Además de tener su propio gimnasio de boxeo y equipo de competición, es concejal de deportes en su pueblo. “A través del deporte he visto que a los chavales se les puede reconducir. De tener una vida inestable o una vida mala, a poder tener una vida ordenada en cuanto a disciplina”, comenta. Al igual que le pasó a él, considera que los jóvenes del barrio pueden seguir sus pasos. “A mí es algo que me llevó a donde estoy ahora, y yo intento que ellos puedan llegar a utilizar el boxeo como una fuente que les aporte los valores que no tienen la mayoría”, expresa.

A raíz de esta iniciativa surgió el Trofeo Juli Giner, una velada benéfica que organizó el excampeón de Europa para que los chicos compitiesen. El dinero recaudado en el evento fue destinado íntegramente lanzar becas deportivas para los jóvenes del pueblo. El Ayuntamiento colaboró cediendo las instalaciones y el mobiliario necesario. El alcalde de Premiá de Dalt, Josep Triadó, destaca la labor del exboxeador. “Para nosotros, socialmente y como pueblo, es una bendición tener a Juli y su entorno. Es una persona con mucha iniciativa y vinculación a nivel social. Hay muchos chavales que gracias a él están yendo por el buen camino, siguiendo el ejemplo suyo, de bala perdida a campeón de Europa”, comenta Triadó.

Ya hay cuatro chicos becados en su gimnasio, y tienen que seguir una serie de normas para poder entrenar con Juli. No pueden pelearse en la calle, tener altercados con la policía o faltar al respeto a nadie. “Hacemos este trato a cambio de que ellos cumplan en los entrenamientos y el día de mañana, si quieren ser boxeadores, tendrán mi apoyo”, recalca Giner.

Zakaria Aouach (20 años) es uno de los becados que ha mejorado sus hábitos de vida desde que entrena. Empezó a boxear porque su hermano Mokhlis Aouach, que es la mano derecha de Juli, le animó a hacerlo. “No era una persona que estudiase, era rebelde en la calle, conflictivo, me buscaba muchos problemas. Al final vi que tenía dos caminos: cambiar o acabar mal. Mi hermano tuvo una charla de tres horas conmigo y entre los dos me echaron un cable”, explica Zakaria. En estos meses, ha subido al ring ocho veces y apunta a una prometedora carrera como amateur. “Vi de dónde venía Juli, del mismo barrio que yo, salió del mismo gueto y eso me motivó mucho”, comenta. Como hizo su hermano con él, Zakaria también ha empujado a su primo pequeño a apuntarse al gimnasio e ir por el buen camino. Esta gran iniciativa ya está dando sus frutos, y cada vez más adolescentes están llevando hábitos de vida más saludables y beneficiosos gracias a Juli Giner.