España vuelve a ser de oro

No son los Juegos, con aquella espinita que se acabó de clavar en París 2024 precisamente contra Grecia, en el insulso partido por el quinto puesto. Tampoco son los Mundiales, si bien sirven como preparación exhaustiva para la cita de este verano en Singapur. Se trataba de la World Cup, en la que España defendía el título logrado en Los Ángeles 2023 y que ha acabado dominando de principio a fin, con las nuevas y explosivas reglas del waterpolo. Desde su sobresaliente triunfo en la Primera División, en enero en Bucarest, a la final de este domingo en Podgorica (Montenegro), ante un correoso rival heleno al que con mucho oficio y cabeza superaron los de David Martín para proclamarse campeones. De nuevo en lo más alto.

Con dos palos, de Konstantinos Kakaris y Pol Daura, comenzó un primer cuarto que en nada se asemejó para España a su semifinal contra Croacia, en la que había anotado ocho goles. Porque si bien comenzaron anotando Álex Bustos y Alberto Munárriz, se le cerró el grifo a los tres minutos y medio a la Selección ante un Emmanouil Zerdevas que se agigantó en la portería y frente a una escuadra helena que sacó petróleo de las superioridades: tres de sus cuatro goles en la primera mitad, de Konstantinos Genidounias, Kakaris, Nikolaos Gkillas y Nikolaos Giannatos, para situar el 4-2.

A Zerdevas no le fue a la zaga en la otra meta Unai Aguirre, quien inició el segundo periodo con un paradón a Genidounias y que sumaba seis intervenciones en apenas nueve minutos, justo antes de que Daura desempolvara las redes helenas para marcar y celebrarlo con un corazón coreano. Parece que en este nuevo waterpolo hay tiempo para todo. También para que Ioannis Alafragkis estrellara un tiro en el larguero y para que acto seguido empatara desde seis metros Sergi Cabanas, que después cometería un penalti convertido por Genidounias.

Prosiguió la igualdad hasta la media parte, hasta el punto de que los siguientes goles hasta el 7-8 llegaron o en superioridades, como fueron los de Marc Valls, Gkillas, Unai Biel y Stylianos Argyropoulos, o en penaltis, como los dos anotados por Álvaro Granados. Y con un empate, como no podía ser de otra manera, se alcanzó ese descanso, en virtud al 8-8 de Argyropoulos, autor de un repóquer en la semifinal contra Hungría, a tres segundos para el final.

La misma tónica continuaba en la reanudación, con un penalti transformado por Genidounias y dos nuevas dianas de Granados, una de penalti y otra en hombre de más, hasta que Unai Biel en jugada situó por más de un gol por delante a España por primera vez en todo el encuentro, a lo que sucedieron dos paradas de Aguirre, un robo en la superioridad griega y otro trallazo de Biel, el 9-12. Situó Argyropoulos de penalti el 10-12 con el que, tras un tiro al larguero de Sanahuja y la buena entrada de Emmanouil Andreadis en la portería, se alcanzó el último cuarto.

Pero Aguirre no había dicho su última palaba. Dos nuevas intervenciones precedieron el golazo de Cabanas, y jugando ya sin guardameta a la desesperada los griegos, aprovechó un robo para coger el balón y establecer desde su portería el 12-16. Eso sí, en la celebración se armaba una tangana y era expulsado el cancerbero del CN Atlètic Barceloneta. Se estrenó Edu Lorrio en la final viendo el gol de Kakaris. Efstathios Kalogeropoulos, de penalti, maquilló el marcador, con el 14-16 definitivo.

Ampliar

Regresa la Selección por sus fueros, esos que le habían colocado siempre entre los cuatro mejores equipos en todas las competiciones desde 2018 y hasta Doha 2024, y lo hace justo a tiempo para ofrecer las mejores prestaciones en los Mundiales que se celebrarán el próximo julio en Singapur. Y eso que en Podgorica no ha podido contar con los lesionados Marc Larumbe y Roger Tahull, y que Felipe Perrone puede regresar al combinado estatal.

Será probablemente con retoques añadidos a las nuevas reglas, con las que ha vuelto España a colgarse el oro en la World Cup, con la plata para Grecia y el bronce, para una Hungría que sigue liderando el palmarés histórico con cuatro títulos. Los de David Martín están a ‘solo’ dos entorchados de los magiares, e igualan ya con los dos de Estados Unidos, Serbia y las extintas Yugoslavia y la Unión Soviética. Suma y sigue de la Selección.

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