El ‘Pitbull’ consigue su corona: noquea a Rolando Romero

Isaac Cruz (26-2-1, 18 KO) supo esperar y morder cuando fue el momento adecuado. El Pitbull se proclamó campeón del mundo por primera vez en su carrera al derrotar a Rolando Romero (15-2-0, 13 KO). Se ciñó el cinturón del peso superligero de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) al ganar por TKO en el octavo asalto con una serie de manos que Rolly no pudo aguantar. “Yo peleé con la intención de no permitir que los jueces tengan la decisión en sus manos al final de la pelea. Misión cumplida”, declaró el mexicano al final del combate.

Cruz aseguró que haría que Romero se tragase sus palabras, y así lo hizo. El mexicano salió como un huracán desde que sonó la campana inicial del encuentro, con una presión asfixiante y unas manos potentes. Ya en el primer round, estuvo cerca de terminarlo. Fue trabajando round a round, puntuando y haciendo mella en Rolly. En el tercer asalto, el Pitbull castigó el cuerpo del excampeón, que iba notando los golpes cada vez más mientras se desplazaba por el ring.

Metió una marcha más en el cuarto el mexicano, con unos golpes rápidos y certeros. Rolly no sabía ni por donde le venían. Casi visita la lona Rolando en el séptimo round, pero le salvó la campana. No tuvo tanta suerte en el octavo y Cruz sentenció el combate. Conectó una potente combinación de manos que puso contra las cuerdas a Romero. Como no había respuesta, el árbitro se metió a finalizar el encuentro, poniendo así la primera corona en la cabeza de un emocionado Pitbull que hizo que todo el T-Mobile Arena de Las Vegas se levantase a vitorear su nombre.

“¡Me siento genial! Esta pelea fue el reflejo de los frutos de cuatro meses de esfuerzo, de esmero y trabajo duro. No tiene precio. El ser campeón era cuestión de tiempo, pero que bien se siente ser campeón mundial”, aseguró el mexicano. Había peleado una vez antes por el cinturón (del peso ligero) ante Gervonta Davis (29-0-0, 27 KO) y perdió por decisión unánime, siendo uno de los choques más complicados del estadounidense. Después de ganar, tuvo para todos. “No tengo nada que decirle a Gervonta, en realidad. Que diga lo que quiera, yo hablo arriba del ring. Hoy silenciamos a los que dudaban de nosotros. Si no corre ni tiene miedo, estoy listo para una segunda oportunidad. Que Ryan García también diga lo que quiera. Lo haré tragarse la basura que sale de su boca de la misma manera que lo hice con Rolly”, sentenció.

Fundora, nuevo campeón unificado

El combate estelar de la noche estuvo bañado en sangre. Sebastián Fundora (22-1-1, 13 KO) se impuso por decisión dividida (116-112, 115-113 y 112-116) a Tim Tszyu (24-1-0, 17 KO) y se ciñó los cinturones del peso superwelter CMB (vacante) y OMB del australiano. El choque fue intenso de principio a final y ambos boxeadores estuvieron recubiertos de sangre durante todo el encuentro, algo que apasionó al público.

Tszyu empezó más fuerte, dominando los dos primeros asaltos, hasta que, en los últimos segundos, recibió un codazo en la frente que le hizo un corte que sangraba abundantemente y le hizo perder visibilidad. Esta herida le perjudicó el resto del pleito. “No podía ver, todo el mérito es para él”, declaró el australiano al terminar el encuentro. No tardó en empezar a sangrar también Fundora, pero por una hemorragia nasal. El de California dominó el pleito a la distancia, marcando con el jab y con un mayor volumen de manos. “Es de clase mundial por una razón, por la forma en que gané mi cinturón, es un honor hacer historia con él”, sentenció Fundora.

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