El Palma tira de oficio contra el Lubawa y acaricia la Final Four

En ocasiones, ir de tapado puede ser beneficioso. Y no anduvo lejos de suceder en esta Ronda Élite de la Champions con el Lubawa, modesto equipo polaco que tuteó durante la mayor parte del partido al vigente campeón del Viejo Continente, el Palma Futsal. No conseguirá ser el underdog de una competición en la que, de momento, no hay lugar a sorpresas. Tampoco para el conjunto balear, que tiró de oficio y de su superioridad individual para doblegar al voluntarioso Lubawa, más escaso de talento en sus filas. Marcelo, Bruno Gomes y Moslem pusieron los goles de la victoria (3-1) para dejar a los suyos virtualmente clasificados para la Final Four del próximo mayo. Las cuentas son sencillas: un empate en la última jornada ante el HIT Kiev les da el billete directo. Incluso, en el peor de los escenarios, una derrota podría valer para sellar el pase en caso de triple empate a 6 puntos gracias al goalaverage.

El Palma contuvo el arreón inicial de un conjunto polaco que salió en tromba. Eran conscientes de que la situación les favorecía. Después de su victoria en la primera jornada ante el HIT Kiev, sumar de nuevo los tres puntos les daba el pase directo a la Final Four. Pero el conjunto balear logró quitarse de encima la presión asfixiante a base de ocasiones y con las recurrentes incorporaciones de Luan Muller. En el tramo final del primer acto apareció Moslem, inspiradísimo, como ya demostró el pasado miércoles frente al Olmissum. Condujo a toda velocidad por banda y dejó el balón en bandeja para el 1-0 de Marcelo. Una lástima, pero la alegría duró poco. Y es que justo después de que Cleber estuviese a punto de firmar el mejor gol de la Champions con un disparo desde su campo que casi sorprendió al guardameta rival, Raszkowski subió el empate al luminoso con un rebote extraño que acabó en el fondo de la red.

La tensión creció en un segundo tiempo que fue un auténtico bombardeo en ambas áreas. El Palma llevó la voz cantante durante la mayor parte del tiempo, pero Muller también se sacó de la chistera varias paradas providenciales. Cleber, incisivo y eléctrico como nadie, afiló el colmillo, pero uno de sus disparos tocó en la parte superior del larguero. El tiempo pasaba y la ansiedad en el cuadro balear crecía. En banda, Vadillo se desgañitaba. Pero, para tranquilidad de los presentes, apareció Bruno Gomes. El pívot, en un momento en el que balón empezaba a quemar en los pies, se sacó una gran media vuelta con la que consiguió hacer el 2-1 tras recoger el rechace del portero. El Palma consiguió cargar de faltas al equipo polaco, pero no hizo falta forzar los diez metros gracias a un Moslem que en otra acción individual fantástica puso la sentencia definitiva. Un puntito más para volver a la Final Four. Un puntito más para volver a soñar en grande.

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