De Valdés, plata europea y oro a la superación
La malacitana finaliza segunda los 5km aguas abiertas del Europeo de Roma después de ser quinta del mundo en Budapest hace un mes y medio. Tras Tokio 2020, confesó que “odiaba la piscina” y que “tocó fondo”.
María de Valdés surcó con éxito las aguas del lago Lupa Beach en Budapest el pasado junio, cuando se proclamó quinta (5km) y décima (10km) del mundo y, un mes y medio después, ha dado un paso más en el Lido di Ostia, en Roma. La malacitana escaló al podio, se colgó una plata de mérito y se llevó el oro a la superación después de la crisis personal que sufrió después de no clasificarse para los Juegos de Tokio 2020 y de la infinidad de problemas que le acompañaron durante la temporada, desde la COVID a las lesiones. Su verano es ya inolvidable y le insufla energía para los Juegos de París, en 2024.
La nadador de 23 años salió con fuerza, tirando el grupo, con la misma estrategia que en Budapest. En una carrera en la que la holandesa Sharon van Rouwendaal era la absoluta favorita, la mejor estrategia, al igual que en el Mundial, era estar siempre en la cabeza para poder aguantar los ataques finales. Y así hizo Valdés, que cumple los planes a rajatabla: “El plan era entrar con las primeras porque sabíamos que después de la última boya se iba a decidir todo. Lo logré, aunque me desvié un poco en ese tramo, no veía, pero conseguí rehacerme y ser plata”. A diferencia de Budapest, donde la prueba se celebró en aguas tranquilas, esta al ser en mar abierto contó más oleaje y mayor incertidumbre.
La victoria fue para la campeona olímpica (10km) en 2016, Van Rouwendaal, con un tiempo de 56.58.07. La española llegó junto a la italiana, quien había quedado por delante en Budapest, Giulia Gabrielleschi, pero la superó en esta ocasión por una décima (57:00). La alegría se desbordó en la delegación española, que cuenta con una nueva medallista desde el Europeo de Berlín 2014, cuando Mireia Belmonte fue también plata en el formato de 5km pero versión contrarreloj: “Estoy muy contenta. Al final todo el trabajo tuvo su recompensa. Lo luché, lo peleé”.
Antes de todo ese éxtasis, de que llegara el provechoso verano, De Valdés, como explicó a AS en Budapest, vivió un final de 2021 y comienzo de 2022 complicado. “No quería nadar más, odiaba ir a la piscina, me costó... Además en el Open de España lo pasé mal, me lesioné, pasé el COVID... Toqué fondo. Pero me levanté fuerte”, dijo. Para De Valdés, el punto de inflexión fue la preparación en Sierra Nevada con su entrenador, Jesús de la Fuente, y con el grupo brasileño encabezado por Ana Marcela Cunha, la mejor nadadora de todos los tiempos en aguas abiertas y vigente campeona olímpica: “Fui a Sierra Nevada a entrenar y coincidí con Cunha, que me ayudó a ser mejor también”, valoró. Ahora De Valdés ha hecho méritos para ser una de las candidatas a medalla en las siguientes competiciones. Es la primera andaluza que gana medalla en esta prueba a nivel internacional. Ángela Martínez fue decimosexta con 59.43.
En categoría masculina, la victoria fue para el icono acuático Gregorio Paltrinieri, con un tiempo de 52.13.50, seguido de su compatriota Domenico Azerenza, con 52.14.20. El bronce se lo colgó el francés Logan Fontaine (52:20.80). Los españoles cuajaron una notable actuación. Carlos Garach fue novena en apenas su primera prueba en esta modalidad con 53.34.08 y Guillem Pujol acabó el decimotercero con 55:07.70.