Las ‘aventuras’ de Damián Quintero
El subcampeón olímpico atiende a AS en la presentación de su libro, ‘Aventuras en Japón’, con los Juegos Mundiales (7 al 17 de julio) en el punto de mira.
“Vengo hacia ti con las manos vacías. No tengo armas, pero si soy obligado a defenderme, a defender mis principios y mi honor, si es cuestión de vida o muerte, de derecho o de justicia, entonces aquí están mis armas: las manos vacías”. Estas fueron las primeras palabras que Damián Quintero decidió escribir en su nuevo libro: Aventuras en Japón, el lado de los oscuros. La cita, extraída del Bubishi, cuaderno ancestral de la cultura militar china, ha marcado sus 30 años de vida en el karate. En cada tatami. En el próximo, el de los Juegos Mundiales, que se celebran del 7 al 17 de julio en Alabama, también lo hará.
Después de su 23ª medalla (plata) en un Campeonato de Europa, lograda el pasado 28 de mayo en Turquía, va a por su segundo objetivo de la temporada. Y lo persigue apuntando al primer escalón, muy cotizado: en Estados Unidos, sólo competirán los ocho mejores del mundo. “Yo, como siempre, voy a luchar por el oro”, asegura a AS con la felicidad de haber presentado su primer libro en Madrid. Con el mismo entusiasmo, revela sus planes después del torneo: “Luego, quizás, ya descanse durante lo que queda de año. Eso sí, la temporada que viene seguiremos. Hay un campeonato de Europa bastante importante, aquí en casa (Guadalajara), y hay que devolvérsela al turco”, suelta con gracia, haciendo referencia a Ali Sofuoglu, victorioso en mayo.
Las últimas semanas, de calor extremo en la capital, le han dejado “un poco cansado” y, por eso mismo, se deja ir ante los muchos niños que han acudido a su presentación, procedentes de varios dojos madrileños. “¿Cuántas horas entrenas?”, le pregunta uno de ellos. “Siete u ocho al día”, le responde Damián, cortado por el “oh” de admiración de toda la sala. “¿Y cuántas horas vas tú al cole?”, repregunta el subcampeón olímpico; “eh, las mismas”, duda, de nuevo, el niño, reconfortado con la reflexión. “Todos los deportes tienen valores, pero los del karate están muy arraigados al respeto y la humildad. Cuando entramos al tatami siempre saludamos, o cuando vemos al sensey. Tratamos igual a un cinturón negro que a uno blanco. Son valores que valen para el karate, pero también en el día a día o en la propia escuela”, explica Quintero.
“Soy como soy por lo que plasmo en el libro”
En las páginas del libro, destinado a niños cercanos a los diez años, pero apto para cualquier edad, Dani Quiroga, campeón de karate de su comunidad, junto a otros compañeros, representa a su país durante un campeonato internacional en Japón. Allí, sin embargo, se encuentran con la difícil misión de proteger la vigencia de su deporte. Y, con ello, de los valores que representa. “Lo que quiero dejar claro es cómo empecé. La dificultad de los inicios y lo difícil que es quedar campeón en un torneo, hasta en categorías inferiores. Cómo se forja ese camino”, desgrana Damián, que, mientras escribía, se vio abducido por un gran proceso de introspección. “He recorrido los 30 años que llevo dentro del mundo del karate. Y me he dado cuenta de mis aciertos, pero también de mis errores. La persona que soy hoy es gracias a todo lo que he intentado plasmar”, se sincera. Y es un subcampeón olímpico.