¡Brasil, campeona mundial!

Brasil vuelve a ser el rey del fútbol sala mundial. Doce años después de conquistar su último título, la verdeamarelha se llevó la final de finales ante Argentina, por la tremenda rivalidad entre las dos potencias sudamericanas, para proclamarse hexacampeona planetaria de este deporte. El que se había anunciado como el torneo mundialista más igualado de la historia vio cómo ganó el de casi siempre, una Brasil que ha levantado seis entorchados en las diez ediciones que se han disputado.

El partido, entre las indiscutibles dos mejores selecciones del campeonato, comenzó con el guion esperado. Brasil se echaba a los hombros el dominio del partido y Argentina no renunciaba al ataque cada vez que se le presentaba la oportunidad de completar transiciones rápidas. En ese choque de estilos, el partido parecía impredecible, pero el olfato de gol brasileño pronto desniveló el marcador y el plan de la albiceleste. Primero, Ferrao remató a la perfección un magnífico pase de Marcenio tras jugada de pizarra, y Rafa Santos, minutos después, empujaba con fortuna el balón a la portería de Sarmiento.

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Argentina se veía obligada a estirarse debido a ese 2-0 que en realidad era algo engañoso. Había llegado con muchísimo peligro. Pero ahí Willian, meta brasileño, se erigió en uno de los nombres propios de la final mundialista. El proclamado mejor portero del mundo protagonizó una actuación espectacular, con paradas de todos los colores que frenaban una y otra vez las acometidas argentinas.

Y la exhibición continuó en la segunda mitad, en la que daba igual remates lejanos o tiros a bocajarro, que el meta siempre respondía. Eso desesperaba a una Argentina que estaba muy presente en el choque. Dominaba, encaraba, tomaba riesgos... pero no llegaba ese gol que le metiese de lleno en la pelea por la final. Aún así, el seleccionador brasileño se veía obligado a parar el partido: la estrategia de confiar en su portero no parecía ser la mejor.

La pausa le sentó bien a Brasil, pero en los últimos minutos tuvo que volver a meterse en la cueva cuando Argentina sacó el portero-jugador. Fueron momentos de absoluto asedio albiceleste, que además tuvieron premio. Por fin era capaz Argentina de batir a Willian. Mati Rosa era el encargado de encender la esperanza argentina. Eso dio paso a un final de tremenda emoción, con los nervios a flor de piel, pero el marcador ya no se movería. Brasil ganó la final de finales a una Argentina que se quedaba con la miel en los labios otra vez. Brasil vuelve a ser el rey del fútbol sala mundial.

PALMARÉS MUNDIAL FÚTBOL SALA

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