Aspinall, una afición entregada y un cinturón a la vista

La UFC regresa a Londres. Hace cuatro meses, la fiesta fue total y uno de los grandes nombres de la noche fue el de Tom Aspinall. El peso pesado inglés tiene una conexión especial con el público. Gusta su actitud y enamora en el octágono. Todas sus peleas han acabado antes del límite y en cinco combates en UFC solo en uno de ellos ha necesitado pasar del primer asalto. Pura dinamita.

Aspinall, nacido en Salford (Gran Manchester, Inglaterra) y de familia polaca, empezó a hacer artes marciales a los siete años. Le venía de familia, ya que su padre también lo practicaba. Su carrera ha estado plagada de trabas, y es que tiene un don… lo que le ponía difícil encontrar rivales. Esa dificultad le llevó a probar suerte en el boxeo, pero tras más de dos años sin competir en MMA, en 2019 le firmó Cage Warriors. Duró dos combates. UFC no le quiso dejar escapar. La pandemia no le permitió pelear en su país antes, y tras cuatro triunfos entre Abu Dabi y Las Vegas, llegó el estreno en Londres. Noquear a Volkov le ha dado mucho crédito. Es el actual número seis del pesado.

La UFC ha visto un filón en Aspinall, por ese motivo quiere probarle en fuego real. Tras el primer examen superado, le viene otra prueba muy difícil. Curtis Blaydes medirá el ascenso de la estrella local. El estadounidense, de 31 años, es un ‘challenger’. Muestra un gran nivel, pero cuando se acerca al título, no es capaz de subir ese escalón. Ahora viene con una racha de dos victorias que le tiene cuatro del ranking. Las apuestas están a su favor… pero por muy poco. La igualdad es máxima.

Blaydes cuenta con una gran pegada (69%), por lo que se espera un choque de trenes. ¿Qué pasará? La incertidumbre es grande. El ganador verá el título a tiro, pero hay que esperar. Gane y Tuivasa (uno y tres del ranking) chocarán en el UFC París (3 de septiembre) y Miocic (2) está sin pelea. ¿Cuándo estará listo Ngannou tras su lesión? Esa es la parte de la ecuación que bloquea todo. Hay que levantar la mano y después esperar. Aspinall quiere hacerlo ante los suyos y Blaydes busca reventarles la fiesta.